RELACIONES EXTERIORES

Lo que propone la Misión de Política Exterior

Desde la creación de un mecanismo de la sociedad civil que supervise el tratado militar con EE.UU hasta respetar la autodeterminación de Venezuela, forman parte del ‘menú’.

César Paredes, periodista de Semana.com
16 de abril de 2010
Sandra Borda, profesora de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de los Andes

Colombia debe replantear su política de relaciones con otros países, prestar mayor atención a los problemas de derechos humanos y hacer una reforma profunda a la carrera diplomática. Esas son algunas de las conclusiones más importantes del informe final de la Misión de Política Exterior*, integrada para evaluar la política exterior colombiana.

La Misión presentó este viernes su informe final tras un año de discusiones. El grupo de expertos, académicos e investigadores de las relaciones internacionales se encargó de la revisión de temas como la carrera diplomática colombiana, la participación del país en los organismos multilaterales, los tratados bilaterales, ente otros.

A propósito, Semana.com habló con Sandra Borda, profesora de la Universidad de los Andes, quien integró la misión.

Semana.com: ¿cuál es la conclusión más importante del informe presentado por la Misión de Política Exterior?

Sandra Borda:
Yo creo que hay dos conclusiones clave. La primera es que estamos en un momento en que el cambio es absolutamente necesario. Estamos en una coyuntura tanto internacional, como regional y nacional, que exige repensar la estrategia de la política exterior del país.

En segundo lugar hay que darle prioridad a los derechos humanos. Es un tema que atraviesa la relación con Estados Unidos, y con organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales.

Semana.com: La Misión sugirió la creación del Consejo de Estrategia y Seguridad Nacional. ¿Para qué?

S.B.:
El objetivo es tratar de coordinar una estrategia de seguridad nacional con la política internacional. En las dos administraciones del Gobierno Uribe se notó una constante tensión entre los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa. Además hay muchas entidades gubernamentales tratando de construir una política exterior, pero no hay un ente coordinador. La idea es que este consejo, muy parecido al Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, actúe no solamente como coordinador, sino que desde ahí se diseñe la estrategia de seguridad del país, y se reflexione sobre las relaciones internacionales, con la participación de otras entidades.

Semana.com: ¿Cuáles son los retos que tendrá que enfrentar el próximo Gobierno en materia de política exterior?

S.B.:
El cambio de Gobierno de los Estados Unidos, de una administración republicana de George W. Bush a una demócrata de Barack Obama, plantea nuevas necesidades y parámetros de acción en el sistema internacional. Eso es algo que una nueva administración deberá tener en cuenta, tanto en el contenido como en la forma de la relación.

Una nueva administración deberá tener como desafío el tema de la protección a los derechos humanos. Ahí hay obstáculos, pero también hay potenciales oportunidades. Colombia se puede convertir en un país que hacia el futuro le enseñe al mundo cómo lidiar con los derechos humanos en un contexto de conflicto.

Semana.com: ¿Sobre la política antidrogas cuáles son las recomendaciones de la misión?

S.B.:
El hecho de que el país sea un caso relativamente exitoso de la lucha contra las drogas le da autoridad para pedirle al mundo que repase los resultados de la política antinarcóticos. Parte de la recomendación es convocar a una reflexión internacional conjunta, con motivo de los 100 años de la lucha antidrogas, en la que se haga un balance de lo que se ha hecho, qué tan efectiva o no ha sido, cuáles han sido los costos y los beneficios, y que, entre todos, pensemos cómo se puede mejorar.

Semana.com: Al respecto de la participación de Colombia en los organismos multilaterales, ¿cuál fue la conclusión de la misión?

S.B.:
En primer lugar, el compromiso de la participación de Colombia en los foros multilaterales debe ser absoluto y sincero. Colombia no se puede marginar de los organismos multilaterales porque, entre otras razones, son escenarios útiles para solucionar problemas de carácter bilateral, conflictos y tensiones, que pueden emerger con los vecinos.

Pero la participación en esos foros multilaterales también debe ser consistente y tiene que estar alineada con las políticas bilaterales. Es decir, no se pueden mantener principios en lo bilateral que no funcionen en lo multilateral.

Semana.com: ¿Cuál fue la conclusión de la misión sobre la carrera de diplomática?

S.B.:
Ese fue tal vez uno de los temas a los que más tiempo y energía le gastamos. Escuchamos impresiones de personas que están vinculadas a la carrera diplomática tanto en Colombia como en otros países. Llegamos a la conclusión de que si queremos tener una política exterior activa, consistente y positiva, es necesario una reforma a fondo de esta carrera.

Parte de la propuesta es: primero, mejorar y tratar de elevar los criterios de evaluación para otorgar diplomas a quienes hacen la carrera. Y segundo, prescindir al máximo de los nombramientos en cargos diplomáticos por razones políticas, porque le quita valor a la carrera diplomática y adicionalmente le resta consistencia a la política exterior.

Semana.com: ¿Qué recomendación hizo la misión para aminorar la tensión por el acuerdo militar con EE.UU?

S.B.:
Hay una recomendación concreta: crear un mecanismo que reúna miembros de la sociedad civil y de la academia para hacerle seguimiento a la implementación del acuerdo entre Colombia y Estados Unidos. Alguien que no sea del Gobierno debe observar que el tratado se cumpla al pie de la letra y que no haya extralimitaciones de ningún tipo.

También se sugirió que la próxima vez se haga una estrategia de comunicación más efectiva para evitar que esos acuerdos generen incomodidad a los vecinos.

Semana.com: ¿Qué respuestas sugirió la misión a la actitud de Chávez con Colombia?

S.B.:
Hay que recordar que el informe se hizo con el objetivo de que se convierta en una hoja de ruta para que el Gobierno siga a largo plazo. No hay específicamente respuestas a la coyuntura. Pero en el caso de Venezuela se recomendó asumir una actitud ejemplar: que se respete el derecho de ese país a la autodeterminación y Colombia no intervenga en sus asuntos internos, justamente, para que ese ejemplo sirva de herramienta para exigirle a Venezuela que haga lo mismo hacia Colombia.

Semana.com: Finalmente, ¿qué espera la misión que ocurra tras la presentación del informe?

S.B.:
Ni el Gobierno ni la misión pretenden que este informe se constituya en la última palabra de lo que debe ser la política exterior de este país. Todo lo contrario. Lo que queremos es que este documento se convierta en el punto de partida para la discusión a nivel nacional, acerca de lo que debe ser la política exterior. Es una discusión que estamos en mora de dar, porque no ha sido un tema prioritario para nuestro debate político interno. Pero en esta coyuntura esa discusión es inaplazable.




*La Misión de Política Exterior fue convocada por el Canciller Jaime Bermúdez y estuvo integrada por
 
Mauricio Reina, secretario técnico: Máster en Relaciones Internacionales de la Universidad de Johns Hopkins, Máster en Economía de la Universidad de los Andes, y Economista de esa universidad. Actualmente es Investigador Asociado de Fedesarrollo.

Gustavo Bell: Estudió derecho, economía e historia. Tiene estudios doctorales en historia de la universidad de Oxford, Inglaterra. Sus principales reconocimientos académicos han sido la Beca centenario de la Constitución de Colombia del Banco de la República.

Sandra Borda: Candidata a Ph.D. en Ciencia Política de la Universidad de Minnesota, Máster en Ciencia Política de la Universidad de Wisconsin, Máster en Relaciones Internacionales de la Universidad de Chicago, y Politóloga de la Universidad de los Andes.

Hernando José Gómez: Candidato a Ph.D. en Economía, Máster of Philosophy y Máster of Arts con especialización en Moneda, Banca y Economía Internacional de la Universidad de Yale.

Socorro Ramírez: Estudios posdoctorales en el Institut des Hautes Études de l'Amérique Latine (IHEAL), de la Universidad Sorbonne Nouvelle- París III. Doctora en Ciencia Política de la Universidad Sorbona, París.

Camilo Reyes: Máster en Derecho de Integración de la Universidad de Prodeo en Roma, y Licenciado en Diplomacia y Relaciones Internacionales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Es especialista en negociación internacional y experto en desarme, derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario.

Juan Gabriel Tokatlián: Doctor y Máster en Relaciones Internacionales de la Johns Hopkins University, y Sociólogo de la Universidad de Belgrano de Buenos Aires. Entre 1985 y 1986 fue coordinador del Central American and Caribbean Program Ocassional Paper Series.

Jorge Domínguez: Cubano, Ph.D. de la Universidad de Harvard, especialista en política latinoamericana. Actualmente Vicerrector de Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard. En esa misma institución es Sub Director de Asuntos Internacionales, y miembro de la Academia de Estudios Internacionales. Es miembro del comité ejecutivo del Weatherhead Center for International Affairs, del David Rockefeller Center for Latin American Studies, y de Leverett House.

Luiz Felipe Lampreia: Brasilero. Fue Ministro de Relaciones Exteriores de ese país de 1995 a 2001. Ha sido representante de Brasil en distintas organizaciones internacionales con sede en Ginebra, y jefe negociador ante la Organización Mundial de Comercio.