Lagos de Torca, la apuesta por otra forma de ciudad

Lagos de Torca es la apuesta de Enrique Peñalosa para revolucionar el norte de Bogotá. Con más de 600 hectáreas de espacio público, ciclorrutas, transporte público masivo, vivienda de interés social y prioritario, restauración ambiental y un mecanismo financiero en el que los privados asumen el costo del ciento por ciento de la infraestructura, este innovador proyecto espera cambiar la manera de vivir de los bogotanos y la forma de hacer ciudad en Colombia.

Ubicado entre la calle 193 y el límite norte del Distrito, el proyecto venía planteado desde el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de 2004. Sin embargo, por la dificultad de su estructuración, no se había podido llevar a cabo. Mientras tanto, cerca de la mitad de las familias que en los últimos años compraron vivienda nueva lo han tenido que hacer en los municipios aledaños a Bogotá.

El proyecto de Peñalosa va más allá de la habilitación de suelo. Según la administración distrital, al planear una ciudad, se define la forma en la que los ciudadanos viven todos sus días. Por eso es tan importante hacerlo bien. En Lagos de Torca esto se traduce en un parque de 150 hectáreas en el centro del proyecto (1,3 veces el Simón Bolívar), conectado con el resto de las áreas por una red verde de 15 kilómetros de largo. Un sistema de transporte público que estará a menos de 600 metros de la mayoría de los ciudadanos y un diseño vial con andenes generosos y ciclorrutas en todas las calles.

Será la ciudad del peatón y la bicicleta con un modelo de transporte equitativo. Pero también se habilitarán las avenidas Boyacá, Villas, Santa Bárbara, NQS, Polo, Arrayanes, Tibabita y Guaymaral, que mejorarán la entrada y salida a Bogotá.

La equidad de Lagos de Torca no será únicamente en el espacio público y la movilidad. El proyecto ha definido que un 40 por ciento del suelo, el doble de la norma nacional, sea destinado a vivienda subsidiada. De esta forma, más de 60.000 familias podrán acceder a viviendas VIS y VIP en Bogotá, disfrutando de los mismos parques y las mismas vías de los demás segmentos poblacionales.

El proyecto igualmente se toma en serio lo ambiental. Restaurará el humedal de Torca Guaymaral, para lo cual se requiere de la elevación de la Autopista Norte aumentando su área de 34 a más de 70 hectáreas. Adicionalmente, conectará el humedal con las nueve quebradas que bajan de los cerros orientales garantizando hábitats y conectividad ecológica, pero también espacios donde los ciudadanos puedan interactuar con la naturaleza, conocerla y valorarla. Todo esto con el visto bueno de la CAR y la Secretaría Distrital de Ambiente, que ya aprobaron el proyecto.

Para hacer realidad esta ambiciosa iniciativa, los bogotanos no tendrán que pagar un solo peso ni se sacrificarán recursos de mejoramiento vial, salud, colegios o parques. La totalidad de esta enorme ciudadela será financiada por los privados, que deberán pagar por el derecho a edificar lo que generará 4 billones de pesos en infraestructura que todos los bogotanos tendrán la posibilidad de disfrutar.