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Alerta en Cesar por enfermedad que amenaza los cultivos de palma de aceite; lanzan SOS y advierten impactos económicos negativos
La enfermedad es responsable de la desaparición de plantaciones enteras en países como Panamá, Surinam, Brasil y Ecuador.
Los gremios relacionados al cultivo de palma de aceite se encuentran preocupados porque cerca de 78.000 hectáreas sembradas están amenazadas en el departamento de Cesar por el creciente número de focos de una enfermedad conocida como Pudrición del cogollo.
La Pudrición del cogollo es considerada como una plaga devastadora en América Latina. Es responsable de la desaparición de plantaciones enteras en Panamá, Colombia, Surinam, Brasil y Ecuador.
La enfermedad es causada por un microorganismo denominado Phytophthora palmivora, agente capaz de degradar los tejidos más internos del cogollo, permitiendo, además, que otros microorganismos oportunistas o plagas como Rhynchophorus palmarum (picudo negro de la palma) afecten la planta y le ocasionen su muerte.
La advertencia fue lanzada por la Corporación Centro de Investigación en Palma de Aceite (Cenipalma). Desde esa organización, aseguraron que, de no ejecutarse un plan de contingencia regional para controlar y superar la situación, hacia enero de 2026 el departamento podría estar reportando afectación del 98,8% de la enfermedad.
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Lo anterior, según Cenipalma, podría desencadenar un impacto socioeconómico negativo en esta actividad productiva que genera actualmente más de 25.700 empleos, entre directos e indirectos.
El grupo de expertos que conforman Cenipalma constantemente estudia los déficits que presentan los cultivos de palma de aceite, y sus posibles mejoras y prácticas para el mismo, respondiendo a las necesidades de los palmicultores y a la preservación que junto con tecnologías –incluida la inteligencia artificial– buscan consolidar aún más al gremio con un impacto ambiental, económico y social.
Situaciones similares ya fueron experimentadas en el departamento del Magdalena; y en municipios como Tumaco (Nariño); Puerto Wilches (Santander) y Cantagallo (Bolívar), lo cual obligó a la eliminación de cientos de hectáreas sembradas y a la renovación con cultivares más resistentes desde el punto de vista fitosanitario, con los costos que ello demanda.
Es por ello que en la mañana de este viernes, 14 de abril, comenzó a realizarse un megaforo para analizar, entre otras cosas, la magnitud de la contingencia.
El Director General de Cenipalma, Alexandre Cooman, hará un llamado a todos los actores involucrados en la palmicultura del Cesar para que se involucren a fondo, y según la responsabilidad que a cada uno competa, se ejecute la estrategia planteada para superar la afectación fitosanitaria, teniendo en cuenta que, si bien, por ahora, se habla de “focos aislados”, esto no significa, sin embargo, que se pueda bajar la guardia o actuar con exceso de confianza.
Según Cooman, ante esta situación las labores agronómicas como el manejo adecuado de drenajes, evitar encharcamientos, censos fitosanitarios, manejo nutricional y prácticas curativas de la palma de aceite, no se pueden aplazar en el departamento del Cesar.
La problemática fitosanitaria, proyecciones y estrategia regional para el manejo de la Pudrición del cogollo, instrumentos financieros disponibles para los palmicultores y normatividad vigente son los temas centrales del Megaforo dirigido a los productores y a los tomadores de decisión del negocio de la palma de aceite, el cual cerrará con un conversatorio que permitirá escuchar las inquietudes de los participantes y orientar diferentes salidas a las problemáticas planteadas.
Según Nicolás Pérez, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), el año pasado el valor de las cosechas alcanzó los 9,7 billones de pesos, situación que ayudó a la generación de empleos del sector.
De acuerdo con el Dane, las exportaciones no mineras de Colombia, entre enero y agosto de 2022, llegaron a US$14.645 millones, con un incremento de 27,1 % frente al mismo periodo de 2021. Estados Unidos fue el principal comprador con US$4.469 millones, con un aumento de 34,1 % frente a enero-agosto de 2021. En tanto que los bienes no mineros más exportados por Colombia al mundo fueron café verde, flores frescas, plástico, aceite de palma, banano, acabados para la construcción y derivados de café.