Coyuntura

La entrada de SABMiller lleva a otro nivel la guerra cervecera en la región

La compra de Bavaria marca la largada de una lucha regional entre las gigantes cerveceras para quedar mejor posicionados en América Latina, el mercado regional de mayor crecimiento del mundo.

8 de julio de 2005

La compra de Bavaria por parte de SABMiller, además de significar un remezón profundo en la dinámica económica colombiana de las últimas décadas, marca la largada de una lucha regional entre gigantes en la que además de la multinacional sudafricana, la multinacional InBev, pondrán sus esfuerzos en lo que queda del año para quedar mejor posicionados en América Latina, el mercado regional de mayor crecimiento del mundo.



SABMiller anunció que comprará Bavaria en un acuerdo valorizado en US$7.800 millones en total incluídas acciones y deuda, con lo cual creó la segunda cervecera del mundo por volumen y le da el control del mercado de Colombia, Perú, Ecuador y Panamá.



La multinacional belga Interbrew creó InBev en Suramérica, cuando el año pasado compró la brasilera AmBev en US$9.700 millones, dando así forma al mayor productor cervecero del mundo. En términos de beneficios la estadounidense Anheuser-Busch mantiene el primer lugar.



Desde ese momento, Bavaria se convirtió en su oponente en la región, con un termómetro en Perú, donde las dos dieron un abrebocas de lo que será la guerra de las guerras cerveceras con el arrivo directo de SABMiller.



Bavaria, controlada hasta ayer por la familia Santo Domingo, era la mayor cervecería independiente de la región, y en Perú con Backus le hizo frente a los primeros embates de la nueva InBev. Allí, y en Ecuador -otro escenario del pulso cervecero- la belga invirtió más de US$80 millones.



Con una planta en Lima y el lanzamiento de su marca Brahma, InBev ha tenido dificultades para enfrentar las marcas tradicionales de Backus en Perú, propiedad de Bavaria; ahora tendrá que vérselas también con la artillería financiera de SABMiller que, sin duda alguna, fortalecerá la avanzada de distribución que ya había montado la organización de Santo Domingo.



En Ecuador el panorama de la confrontación no es diferente. Según un estudio de la consultora privada de ese país Informedia, en el plazo de un mes (desde diciembre del año pasado hasta enero de 2005) las dos empresas invirtieron en publicidad US$2,7 millones, repartidos en 26.224 anuncios en revistas, diarios y en la televisión. Un verdadero bombardeo en el que AmBev gastó US$1,4 millones y la CCN (Compañía de Cervecezas Nacionales, propiedad de Bavaria) al menos US$1,2 millones.



Bavaria posee el 72,5% de las acciones de la CCN que tiene el 70% del mercado actualmente. En tanto, AmBev se hizo con el 80% de la ecuatoriana Cervecería Suramericana y ahora controla el 30%.



En Costa Rica el combate está a favor de Bavaria, es decir de SABMiller, pues la colombiana adquirió el 49% de la Embotelladora Centroamericana S.A. (ECSA), el punto de partida de cualquiera interesado en el mercado tico, como lo estaba InBev. El año pasado algunos voceros de AmBev habían reconocido haber mantenido conversaciones con ECSA y tener un borrador de acuerdo casi listo, cuando apareció Bavaria con una oferta mayor.



Con esa acción, en alguna medida Bavaria respondió al ingreso de AmBev en el mercado cervecero de Ecuador.



En Latinoamérica, la distribución, sumada a la dedicación de los consumidores por las marcas tradicionales de sus países, son aspectos estratégicos que los dos gigantes deben aprender a manejar. SABMiller cuenta con el "KnowHow" de Bavaria a lo largo de más de una década de presencia regional, con un punto de partida en Colombia que tiene las características geográficas y sociales más retadoras. Ese fue el campo de entrenamiento que permitió a la cervecera colombiana contar con un conocimiento de las líneas de distribución que ha sido su avanzada en Ecuador y Perú.



Las otras gigantes



La gigantes cerveceras del mundo están mirando a Latinoamérica por el insólito crecimiento que ha experimentado en un período de estancamiento en los mercados de Europa y Norteamérica.



El consumo anual de cerveza bordeó los 50 litros por cabeza en Brasil, México y Colombia, los tres países más poblados de la región. Esto es tres veces el consumo en otro mercado que es visto como una gran oportunidad para las cerveceras: China.



A pesar de esta oportunidad, Anheuser-Busch Cos. Inc. está lejos del campo de batalla en la región, pues además de haberse hecho a un 50% de la mexicana Modelo, la cual produce Corona y otras cervezas, no se conocen mayores exploraciones en la región.



Por su parte, la cervecera holandesa Heineken NV dijo que decidió no pujar por Bavaria, pero estaría atento para comprar en Latinoamérica. La compañía ya ha operado en Argentina y Chile a través de la cervecera CCU, en Brasil por medio de Kaiser y con una participación activa en Panamá, Costa Rica y Nicaragua.



Por ahora la venezolana Polar sigue como la mayor cervecera independiente de la región, y donde los gigantes que aún no entran en escena pueden posar sus ojos y sus dólares en busca de una playa de desembarco que los deje entrar en batalla.