Adiós a ‘Eclipse’: murió la perrita famosa por viajar sola en transporte público de Estados Unidos. Esta es su historia

Eclipse, así la conocían sus “paisanos” en la ciudad de Seattle, Estados Unidos. Su nombre traspasó fronteras cuando un número cada vez mayor de personas conoció la historia y se percató de cuán hábil era para viajar en el vertiginoso transporte público sin la compañía o supervisión de nadie.

A través de la cuenta de Facebook que le administraba, su dueño dio a conocer que la canina había muerto. Semanas atrás, varias publicaciones empezaron a predecir lo peor, pues se confirmó que a ‘Eclipse’ le habían detectado varios tumores cancerígenos.

“Adiós y buena suerte para ti, pequeña, cualquiera que desee ayudar con los costos de la cremación puede ir a $Jeffdee 17 Cashapp. Gracias”, fue el mensaje difundido en esa red social con motivo de su deceso, poco después de agregar: “gracias a todos (...). Ella fue amada por muchos. RIP en Doggie Heaven, nunca serás olvidada, dulce niña”.

¿Cómo empezó todo?

Desde 2015, la perrita pasó de la clandestinidad a ser reconocida por convertirse, con el paso del tiempo, en una pasajera más. Su capacidad de tomar todos los días el transporte público para ir al parque y regresar sin ninguna dificultad no pasó desapercibido a la vista de muchos. En breve, su rutina se hizo viral hasta el punto que medios internacionales ya la tenían presente.

El propio dueño cuenta que todo comenzó con la adopción de ‘Eclipse’ y que los espacios verdes y parques para perros podían ser aprovechados para que ella se despejara. “Después de un par de cientos de viajes conmigo se impacientó un día, mientras yo estaba hablando con amigos y simplemente se subió al autobús y se dirigió al parque”, relata.

El hombre asegura que luego se desplazó hasta la zona para canes y la encontró. Fue desde ese momento que empezó a repetir su ruta y ser conocida como la ‘perra D-line’.

Se ganó el corazón de más de uno

Sus trayectos en colectivo ya eran conocidos por todos, y no solamente en la zona; sin embargo, para quienes tomaban el mismo bus con destino al parque, residencia o trabajo este animal se convirtió en una grata compañía. Lo que más despertaba curiosidad entre los transeúntes era cómo lograba recordar (sin equivocación) el camino al parque, y luego su regreso a casa.

El Clarín recopila que los conductores del bus ya sabían quién era y que la canina se percataba de cuál era su vivienda al mirar por la ventana, según recuerdan quienes eran sus compañeros de viaje. Su historia llegó a tal auge que incluso se hizo un libro sobre ella: ‘Perro, a bordo. La verdadera historia de Eclipse, el perro que se sube al autobús’.

“Nos separamos. Ella sube al colectivo sin mí y la alcanzo en el parque para perros”. “No es difícil subirse. Se sube frente a casa y se baja en el parque para perros, cuatro paradas después”, dijo a KOMO NewsJeff Young, el propietario de ‘Eclipse’, sobre la habilidad de su mascota.

Tras divulgarse su fallecimiento, hasta la propia compañía de transporte que utilizaba la perrita para movilizarse extendió un mensaje de despedida con una fotografía en la que le agradecen por “tantas sonrisas”.

“Eclipse era una perra súper dulce, mundialmente famosa, que viajaba en autobús y un verdadero ícono de Seattle. Trajiste alegría y felicidad a todos y nos mostraste que los buenos perros pertenecen al autobús”.