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Crímenes de odio en EE. UU. registran la cifra más alta en casi 20 años, hay preocupación
Los crímenes de odio son delitos motivados por prejuicios contra personas con características específicas como raza, origen, género, orientación sexual, religión o discapacidad.
Los datos preliminares de más de tres decenas de departamentos de policía de Estados Unidos indican un aumento de dos dígitos en los delitos de odio el año pasado y un aumento continuo hasta 2022, con incidentes dirigidos a asiáticos y judíos estadounidenses que representan la mayor parte del aumento.
En promedio, los incidentes motivados por prejuicios en 37 ciudades importantes de EE. UU. aumentaron casi 39 %, y las 10 áreas metropolitanas más grandes informaron un incremento récord del 54,5 %, según un análisis de los datos de la policía nacional compilados por el Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo en la Universidad Estatal de California, San Bernardino.
Por su parte, Brian Levin, director ejecutivo del centro, dijo que la tendencia alcista en los delitos de odio se extendió hasta el primer trimestre de 2022, con un aumento de los incidentes de prejuicios en un promedio del 30 % en 15 grandes ciudades y es probable que continúe.
Si bien, las grandes ciudades representan una cantidad desproporcionada de incidentes de delitos de odio en Estados Unidos, pueden ser un pronosticador de la tendencia nacional general, dijo Levin.
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En el caso del condado de Los Ángeles, al menos 786 personas reportaron haber sido víctimas de crímenes de odio en 2021, con un aumento del 23 % respecto al año anterior, según un reporte de la Comisión de Relaciones Humanas del Condado Los Ángeles (LACCHR, por sus siglas en inglés). Esta es la mayor cifra que se ha registrado desde 2002.
Los crímenes de odio, según los define el Departamento de Justicia de Estados Unidos, son delitos motivados por prejuicios. La entidad aclara que “odio” no significa ira o disgusto, sino prejuicios contra personas con características específicas como raza, origen, género, orientación sexual, religión o discapacidad.
Mientras que la parte del “crimen” suele ser violenta, como un ataque o un asesinato. Los daños a la propiedad, las amenazas de cometer el delito o incluso la conspiración para cometer el delito también califican como crimen.
En el caso específico de California, una persona puede presentar cargos por crímenes de odio cuando existe evidencia de que la parcialidad, el odio o los prejuicios basados en la raza/etnicidad, religión, ascendencia, origen nacional, discapacidad, género u orientación sexual reales o percibidos de la víctima fueron un factor sustancial para cometer el crimen.
El reporte mostró que el 74 % de los crímenes de odio tuvieron una naturaleza violenta, alcanzando su nivel más alto en 20 años, mientras que las motivaciones detrás de los ataques fueron variadas. Sin embargo, los crímenes raciales registraron el mayor aumento.
En 2020, los crímenes de odio raciales en el condado Los Ángeles se dispararon 54 % (de 263 a 406), el mayor aumento desde 2003. Y en 2021, aumentaron 17 % constituyendo el 58 % de todos los crímenes de odio denunciados.
Según la LACCHR, las personas negras son el objetivo más frecuente de los crímenes de odio por motivos raciales, a pesar de que solo representan el 9 % de la población del condado Los Ángeles. La comunidad negra fue atacada de manera desproporcionada y constituyó el 46 % de las víctimas de delitos de odio racial.
Ahora bien, la comunidad más afectada es la negra, pero los latinos fueron el grupo más propenso a sufrir crímenes violentos por motivos raciales.
Según cifras de la LACCHR, los ataques contra la comunidad latina aumentaron 10 % y en el 78 % de los crímenes se utilizaron calumnias específicamente antimexicanas. “Ciudades importantes como Los Ángeles, Houston, Denver y Filadelfia han documentado disminuciones significativas en la cantidad de delitos denunciados por víctimas latinas desde el comienzo de la presidencia de Trump”, indica el reporte.
Sin embargo, este número podría ser mayor, ya que las víctimas latinas podrían no estar reportando los ataques con las autoridades por temor a ser detectados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés).
El reporte de la LACCHR indica que el 74 % de los crímenes de odio contra los latinos en el condado Los Ángeles fueron cometidos por afroestadounidenses, seguidos por blancos (23 %) y latinos (12 %).
Por su parte, los crímenes de odio contra la comunidad asiática alcanzaron su cifra más alta en al menos 20 años, con 77 casos hasta finales de 2021.
Stop AAPI Hate es una coalición que comenzó a rastrear el racismo y la discriminación contra los estadounidenses de origen asiático desde marzo de 2020, ya que comenzaron a ser agredidos verbal y físicamente porque se les empezó a culpar erróneamente por la pandemia de la covid-19.
En octubre pasado, el FBI informó que los delitos de odio aumentaron a 8.263 incidentes en 2020, el nivel más alto en más de dos décadas.
El aumento general de los delitos de odio en 2021 se produjo cuando los incidentes contra los asiáticos aumentaron un 224 % hasta un récord de 369 incidentes en 20 de las ciudades más grandes de EEUU, mientras que los incidentes contra los judíos y los homosexuales registraron aumentos de más del 50 % hasta los 373 incidentes, de auerdo a los datos.