¿Crisis interna? Aún no es electo un nuevo presidente de la Cámara en Estados Unidos, luego de dos días de votaciones

En la sesión del 5 de enero de 2022, la Cámara Baja de los Estados Unidos decidió postergar hasta mediodía la séptima votación para decidir a su nuevo presidente.

Desde el 3 de enero, la Cámara de Representantes de Estados Unidos inició un nuevo proceso en la elección de un presidente para la Cámara. Esto debido a la salida de Nancy Pelosi, la única mujer del Partido Demócrata en ser electa como presidenta. Desde 2007 hasta 2011, tuvo su primera experiencia en este cargo, pero repitió presidencia del 2016 hasta 2023.

Elecciones sin rumbo

El martes 3 de enero, se inició el proceso para la elección del presidente de la Cámara. El principal candidato es Kevin McCarthy, líder del Partido Republicano en la Cámara. Se esperaba que fuera electo en una sola votación, dado que contaba con la mayoría republicana en la Cámara (222 sobre los 212 demócratas). Sin embargo. una resistencia por parte de 20 representantes de su partido, McCarthy no fue electo. Hace más de un siglo no ocurría la no elección en una primera votación de un presidente de la Cámara Baja.

El candidato republicano intentó en dos ocasiones más ser electo, pero en ninguna logró los votos necesarios, obteniendo 203 y 202 votos, respectivamente. Es tanta la difracción entre McCarthy y algunos miembros del partido, que se postularon otros candidatos: Andy Biggs y Jim Jordan. Al día siguiente, se intentó nuevamente la elección. Tanto la votación cuarta como quinta no resultaron aún con un ganador. Aunque Donald Trump le solicitó a los republicanos elegir a McCarthy, la elección no se logró. Para la sexta votación, él obtuvo 201 votos, estando lejos del margen reglamentado y vio como Bryon Donalds se lanzó como candidato independiente, aunque perteneciente al Partido Republicano.

El motivo de la división interna surge de la diferencia entre McCarthy y la ala extremista y conservadora del partido. Tanto así que formaron una corriente opositora llamada Freedom Caucus. Adicionalmente, estos senadores ya no creen ni confían en Donald Trump, debido a que representó una pérdida para ellos. Sin embargo, McCarthy aún es seguidor del exmandatario.

El 5 de enero, tercer día de votaciones y con una Cámara bloqueada, se lleva a cabo la séptima votación para elegir finalmente al presidente del órgano legislativo. Por su parte, el Partido Demócrata tiene a Hakeem Jeffries, quien en todas las elecciones ha obtenido los 212 votos de su bancada, aunque siendo insuficiente para vencer. Aparte, el candidato republicano ha sido crítico y desafiante con los senadores de su partido al no elegirlo, afirmando que priorizan su bienestar personal que el del país.

Nancy Pelosi, la última presidenta electa

Durante su primer mandato, se le recuerda por haber sido opositora de la reforma a la Seguridad Social que propuso el presidente de aquel tiempo, George W. Bush. Pelosi se opuso a la idea de permitirles a los trabajadores reorientar una porción de su retención a la Seguridad Social en inversiones de acciones y bonos, con el fin de solventar la crisis. Ella sostuvo que no había crisis y lideró la decisión de no aprobar el proyecto.

Otra de las disputas entre Bush y Pelosi ocurrió cuando ella se opuso a la política de aumentar las tropas estadounidenses en Iraq. Junto con el senador Harry Reid, le enviaron una carta al presidente que decía: “No existe una solución puramente militar en Irak. Solo existe una solución política. Agregar más tropas de combate solo pondrá en peligro a más estadounidenses y extenderá a nuestro ejército hasta el punto de ruptura de no obtener ganancias estratégicas. (...) En lugar de desplegar fuerzas adicionales en Iraq, creemos que el camino a seguir es comenzar la redistribución gradual de nuestras fuerzas en los próximos cuatro a seis meses, mientras la misión principal de nuestras fuerzas pasa del combate a la capacitación, la logística, la protección de la fuerza y el contraterrorismo”.

Años después, con el mandato de Barack Obama, Pelosi lideró una reforma de salud, la cual contó con el apoyo de Obama. Esta reforma contempló que los estadounidenses tuvieran un seguro para antes de 2013, a través de empleadores, programas gubernamentales u otros métodos financieros. Adicionalmente, presentó la expansión del Medicaid, el sistema federal de salud para personas de escasos recursos. Por último, la reforma obligó a los empleadores a ofrecerles seguros médicos a sus trabajadores. El apoyo del presidente funcionó, dado que en el Congreso la reforma se aprobó.

Finalmente, Pelosi fue una de las principales opositoras del Gobierno de Donal Trump. Fue la cabeza del intento de destitución de Trump y del juicio en su contra ante el Senado. La presidenta de la Cámara, con el apoyo de senadores, afirmó que durante su mandato en 2017, él había estado involucrado en el Russiagate, proceso el cual presuntamente lo relacionaba con servicios rusos secretos durante la campaña de 2016. A pesar que no se aprobó la destitución, ella se mostró opositora durante el mandato de Trump.