Estados Unidos
Estados Unidos denuncia que detectó otros cuatro aviones rusos cerca del espacio aéreo de Alaska
Entre los aviones interceptados se encuentran bombarderos TU95, un caza Sukhoi SU30 y un caza SU35.
Estados Unidos alertó este jueves que interceptó otros cuatro cazas rusos cerca del espacio aéreo del estado de Alaska, un día después de que cuatro aeronaves fueran rastreadas en la misma zona, aunque Washington afirma que son actividades rutinarias.
“La actividad rusa cerca del espacio aéreo norteamericano ocurre regularmente y no se ve como una amenaza o como una actividad provocativa”, indicó en un comunicado el Mando de Defensa Aeroespacial de Defensa Aeroespacial (Norad, por sus siglas en inglés).
Según informó, entre los aviones interceptados el pasado martes se encuentran bombarderos TU95, un caza Sukhoi SU30 y un caza SU35.
Igualmente, señaló que se rastrearon otros cuatro cazas rusos el pasado lunes, entre los que se encontraban aviones TU95 BEAR-H y SU35, dentro del espacio aéreo de Alaska.
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“Los aviones rusos permanecieron en el espacio aéreo internacional y no ingresaron al espacio aéreo soberano estadounidense o canadiense”, agregó.
“Norad (...) evalúa que esta actividad de vuelo rusa no está relacionada de ninguna manera con las operaciones recientes de Norad y del Comando Norte de Estados Unidos asociadas con objetos aerotransportados sobre América del Norte durante las últimas dos semanas”, indicó.
Se indicó que Norad registra una media anual de seis a siete interceptaciones de aeronaves militares rusas, aunque ya son ocho naves las interceptadas en dos días.
Aviones estadounidenses derribaron este mes un presunto globo espía chino y tres objetos no identificados, una acción ofensiva poco común para los aviones de combate estacionados en América del Norte.
Advertencia de Biden
La alerta se conoció justo en el momento en el que el presidente Joe Biden anunció que no dudará en mandar a derribar cualquier objeto aéreo que amenace la seguridad nacional.
“Si algún objeto representa una amenaza para la seguridad de los estadounidenses, lo derribaré”, advirtió días después de ordenar el derribo de un globo chino y de otros tres objetos volantes no identificados.
El mandatario afirmó que prevé hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, pero que no se disculparía por derribar el globo que entró en el espacio aéreo estadounidense.
Según las autoridades locales, tenía objetivos de vigilancia y recopilación de datos importantes para la seguridad del país.
“No queremos una nueva Guerra Fría” y “seguiremos hablando con China. Espero hablar con el presidente Xi y llegar al fondo de esto”, agregó el presidente Biden.
Estados Unidos busca disipar preocupaciones
El pasado martes, Estados Unidos señaló que tres objetos voladores no identificados derribados días atrás por aviones estadounidenses no parecen estar vinculados a China o a algún programa de espionaje extranjero.
Ese país ha estado en alerta desde que a finales de enero detectó un enorme globo blanco sobrevolando sitios de armas nucleares, que Washington atribuyó a China y consideró “de vigilancia”, antes de derribarlo finalmente frente a la costa Atlántica el 4 de febrero. Pekín reconoció que el globo era chino, pero dijo que tenía fines científicos.
A raíz del incidente, el Ejército estadounidense ajustó la configuración de los radares para detectar elementos más pequeños y descubrió rápidamente otros tres objetos voladores no identificados, que el presidente Joe Biden ordenó derribar: uno sobre Alaska el 10 de febrero, otro sobre Canadá el 11 de febrero y el tercero sobre el lago Hurón, frente al estado de Michigan, el 12 de febrero.
Biden ordenó las tres operaciones de destrucción consecutivas en nombre de la seguridad del transporte, que según la Casa Blanca podría haberse visto comprometida por estos “objetos” que volaban a altitudes cercanas a las de los aviones.
Ante las especulaciones del Congreso, los medios de comunicación y la opinión pública, que mencionaban desde una ofensiva coordinada de espionaje chino hasta la llegada de extraterrestres, la administración de Biden ahora afirma que los tres nuevos objetos no parecen ser chinos ni estar involucrados en tareas de espionaje.
Las autoridades estadounidenses hasta ahora “no han visto ningún indicio ni nada que apunte específicamente a la idea de que estos tres objetos formaran parte del programa de globos espía (de China) o estuvieran involucrados en intentos de recopilación de inteligencia externa”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
“Podrían ser globos que simplemente estaban vinculados a entidades comerciales o de investigación y, por lo tanto, inofensivos”, señaló.
Pekín niega usar globos espía y asegura que el enorme aparato derribado frente a las costas de Carolina del Sur el 4 de febrero era para investigación meteorológica, mientras que otro avistado en Sudamérica a principios de febrero era para entrenamiento de pilotos.
Las autoridades chinas subieron la apuesta al acusar a Washington de enviar sus propios globos espía sobre China, algo que las autoridades estadounidenses niegan.
La disputa ya ha resentido la relación entre las superpotencias rivales. La detección del globo chino motivó la abrupta cancelación de un viaje a Pekín del secretario de Estado, Antony Blinken, que habría sido la primera visita de un jefe de la diplomacia estadounidense desde octubre de 2018.
Búsqueda complicada
En diálogo con periodistas, Kirby sostuvo que China está llevando adelante un “programa deliberado y bien financiado” con globos de gran altitud y difíciles de detectar para espiar a Estados Unidos y otros países.
Pero admitió que no se sabrá definitivamente si los últimos tres objetos derribados formaban parte de ese programa hasta que se analicen los restos. Y eso no será fácil.
Debido al clima y a condiciones geográficas “bastante duras” en los tres casos, “reconocemos que podría pasar algún tiempo antes de que ubiquemos y recuperemos los restos”, dijo Kirby.
“Todavía no los hemos encontrado”, precisó.
La siguiente pregunta será cómo calibrar a futuro los radares militares.
Si los tres objetos destruidos resultan ser aeronaves privadas o inofensivas, entonces el Pentágono tendrá que decidir si debe responder de manera tan agresiva después de algún avistamiento.
Se está llevando a cabo una revisión de seguridad interinstitucional, dijo Kirby, y mientras tanto no hay razón para esperar una respuesta similar. “Nunca dije que había algún tipo de principio general para derribar cosas en el cielo”, advirtió.
*Con información de Europa Press y la AFP.