Estados Unidos
Estados Unidos l Número de migrantes muertos en la frontera sur registra un nuevo récord
Se indicó que en el año fiscal 2020, hubo 247 muertes y 300 muertes en 2019, lo que marca un aumento significativo récord en 30 años de cruces fronterizos.
Las autoridades migratorias de Estados Unidos están preocupadas porque a pesar de las medidas que se han adoptado para frenar la migración hacia ese país, especialmente desde Latinoamérica, muchas personas siguen arriesgando sus vidas para intentar llegar a través de la frontera sur.
Pero no solo son las difíciles condiciones que deben atravesar hasta llegar a ese punto fronterizo que implica, en muchos casos, enfermedades, ser víctimas de delincuentes o de personas que se aprovechan de su condición, el desierto, las aguas peligrosas y las caídas desde el muro fronterizo, lo que significa que en muchos casos antes de cumplir con su sueño pierden la vida.
En medio de ese panorama se conoció un informe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sis siglas en inglés) en el que se indicó que más de 830 migrantes murieron en la frontera sur de Estados Unidos en el año fiscal 2022, un 36% más, lo que significó un nuevo récord en relación con esos mismos casos que se presentaron el año pasado.
Se indicó que en el año fiscal 2020, hubo 247 muertes y 300 muertes en 2019, lo que marca un aumento significativo récord en 30 años de cruces fronterizos. Las cifras de la agencia sobre muertes datan de 1998.
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“Las organizaciones criminales transnacionales continúan poniendo en peligro imprudentemente las vidas de las personas que transportan para su propio beneficio financiero, sin tener en cuenta los costos humanos”, señaló, por su parte, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. en un comunicado.
Y añadió que “las organizaciones de traficantes están abandonando a los migrantes en áreas remotas y peligrosas, lo que lleva a un aumento en el número de rescates, pero también, trágicamente, a un aumento en el número de muertes”.
La cifra incluso puede ser mayor, debido a que otras agencias estatales y locales a veces recuperan cuerpos sin que haya presencia de miembros de la Patrulla Fronteriza.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., señaló que en el año fiscal 2022 fueron más de dos millones de migrantes los que intentaron ingresar a ese país, incluso, algunos de ellos en más de una oportunidad, lo que se convirtió en el mayor número de cualquier año fiscal.
La entidad también destacó en su reporte que los arrestos de migrantes en ese punto se mantuvieron altos este año.
En el año fiscal 2022, hubo más de 22.000 búsquedas y rescates a lo largo de la frontera sur de EE.UU., según detalló, lo que significó un aumento de 12.833 en el año fiscal 2021.
Tumbas anónimas, el final de algunos migrantes
El cementerio de la fronteriza Eagle Pass, con estatuas y arreglos florales, a primera vista luce como cualquier otro. Pero al fondo, unas 40 cruces improvisadas con tuberías de PVC develan la tragedia en el sur de Texas, donde el sueño americano de muchos migrantes termina en tumbas anónimas.
En un mar de lápidas con nombres hispanos, las pequeñas placas rotuladas con “John Doe” -fórmula anglosajona para una persona sin identificación- y una bandera estadounidense clavada en la tierra junto a las rudimentarias cruces, acentúan la paradoja de estos migrantes enterrados sin identificación en el país donde buscaban una segunda oportunidad.
Por miedo a ser deportados, muchos siguen a los “coyotes”, arrastrando la mortalidad Texas adentro.
A 112 kilómetros de la frontera, el año pasado 119 cadáveres fueron encontrados en el pequeño condado de Brooks, el 21 % de todas las muertes fronterizas en 2021.
Para evitar a las autoridades en los puestos de control de Falfurrias, principal ciudad del condado, los migrantes se internan en las haciendas y sucumben ante temperaturas de más de 30 ºC, perdidos entre densa vegetación árida y arenas traicioneras.
“Es mortal ahí afuera”, aseguró el sheriff Urbino Martínez. Conocido como “Benny” en Falfurrias, fue apodado de “El enterrador” en Washington.
Añadió que “comenzamos a registrar los cadáveres encontrados desde 2009″, mientras señalaba veinte gruesos volúmenes, en los que su departamento archivó las informaciones de 913 casos.
“Yo multiplicaría eso por 5 o 10, para considerar los cuerpos que jamás vamos a encontrar”, dijo el sheriff que el año pasado inauguró una morgue móvil.
Las carpetas están rotuladas como “restos humanos”, y algunas fotos hacen justicia a la leyenda mostrando apenas torsos, cráneos o unos huesos.
“Con este calor, un cuerpo se descompone completamente en 72 horas. Y los animales destruyen lo que queda. Javalíes, ratas, lo que sea que esté allá afuera los destroza”, dice el sheriff, de 66 años, en su oficina. “Hemos encontrado huesos hasta en cuevas de ratas”.
La mañana que recibió a AFP, Martínez volvía de recuperar un cadáver, elevando el saldo a 80. “Es menos comparado con [los 119 de] 2021. ¡Pero 80 son 80 de más!”, narró.
“Te pasa factura, no solo física pero mentalmente”.
Sin identificación
“La causa más común de muerte es insolación o deshidratación”, explicó la forense Corinne Stern, a cargo de la principal morgue en el sur de Texas.
Agregó que “hasta cinco años atrás, la frontera ocupaba 30 % de mi tiempo. Ahora, 75 %”.
En la morgue hay una pizarra con una lista de decenas de “John Doe” y “Jane Doe”. “Más del 95 % de los casos fronterizos que recibimos no tienen identificación”, dijo Stern.
“El año pasado tuvimos unas 296 muertes relacionadas con la frontera. Este año vamos en 250″, aseguró después de analizar un cuerpo, aún con ropa, pero reducido a huesos, casi sin piel ni órganos.
La “paciente” llevaba una pequeña mochila verde oliva. Cuando la doctora la levanta, caen dos chupetas de envoltorios brillantes y coloridos que desentonan escandalosamente con el ocre terroso que impregnó la ropa y los huesos.
Para intentar identificarla, se extraen muestras de ADN, pero por ahora será rotulada como otra “Jane Doe”.
* Con información de AFP