Estados Unidos
Hombre perdió cirugía de trasplante de corazón a causa de tormenta invernal que azotó a EE. UU.
La cancelación de varios vuelos le impidió llegar a Washington en el tiempo establecido por los doctores para alcanzar a ser beneficiario de un trasplante que había esperado por meses.
En medio de las fuertes tormentas que azotaron a Estados Unidos el mes pasado, se conoció la historia de un hombre que, pese a haber permanecido en la larga lista de espera para recibir un trasplante de corazón, terminó perdiendo la oportunidad de ser operado debido a las complicaciones propias del temporal invernal.
El protagonista de la historia es un hombre de 50 años identificado como Patrick Holland, habitante de la localidad de Fairbanks, Alaska, quien, el pasado mes de diciembre pasó de la alegría y esperanza extrema, a tener que sufrir la desilusión, la angustia y la incertidumbre sobre sus esperanzas reales de vida.
Ese día y tras ser parte de la lista de trasplantes por cerca de un año, los expertos del Centro Médico de la Universidad de Washington, en Montlake, lo sorprendieron con la grata noticia de que habían encontrado un órgano compatible con él y que podría así acceder a una cirugía de trasplante coronario que podría significar alargar su vida por hasta 30 años.
No obstante, había un requisito urgente que debía cumplir si deseaba ser operado, y era llegar al lugar de la cirugía en máximo 8 horas.
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Según precisó su esposa a través de las redes sociales, sin vacilar, el hombre y ella, en medio de la alegría salieron presurosos con dirección al aeropuerto local con el ánimo de hacer efectiva una reserva que ya tenían con la firma Alaska Airlines.
No obstante, al llegar al aeropuerto, se encontraron con que, debido a la tormenta invernal que estaba azotando a Estados Unidos, el vuelo que debía abordar, se había cancelado por mal tiempo en la ciudad de Seattle.
La desilusión lo tocaba entonces por primera vez. No obstante, tras conocer su historia, la aerolínea dispuso cupo en el siguiente vuelo, cuya espera aún lograba darle tiempo para llegar oportunamente al centro asistencial dentro del tiempo requerido.
La esperanza le volvía al cuerpo en una espera que si bien era de miles de kilómetros, no era nada frente al año en que había estado esperando para que le fuera informada la existencia de un órgano apto para serle trasplantado.
Una vez en el aire, Patrick Holland, y siendo consciente de su delicado estado cardiaco, el hombre nuevamente tuvo que pasar del júbilo y la ilusión de ser operado, a la desilusión, pues una vez en el aire, la tripulación del avión en que viajaba informó que debido a la persistencia del mal clima, la aeronave en que él viajaba, y que tenía el tiempo justo para llegar a su operación, iba a tener que desviarse.
Anchorage era el destino previsto para la desviación del vuelo.
Sin bajar los brazos, el hombre seguía con la remota esperanza de lograr llegar a Seattle para practicarse la intervención que prometía librarlo de la insuficiencia cardíaca congestiva que ha venido mermando su salud.
No obstante, la tragedia ‘invernal’ seguía estando presente, si bien esta no le arrebató a ninguno de sus siete hijos, ni a su esposa, sí le arrebató la esperanza, pues en el aeropuerto al que fue desviado alcanzaron a cancelar tres vuelos más con su destino.
El tiempo pasaba, los vuelos se cancelaron y su esperanza de acceder al corazón que tanto había anhelado se iban con el pasar de los segundos y tic tac del reloj que finalmente marcó el fin del plazo establecido por los médicos para llegar.
“Creo que ese fue el día en el que he llorado más en mi vida”, le confesó el hombre a la estación de noticias King 5 en Estados Unidos, medio que recogió su historia.
Por su parte, Haley Holland, su esposa, reveló la historia a través de las redes sociales, explicando los motivos por los que su esposo finalmente no logró acceder al trasplante de corazón.
Tras la desilusión, el hombre decidió permanecer algunos días en Washington a la espera de que los expertos del Instituto del Corazón en el Centro Médico de la Universidad de Washington, en Montlake, pudieran confirmar la disponibilidad de otro órgano.
Si bien el anhelo navideño del hombre no se ha podido cumplir, pues este finalmente fue dado a otra persona, mientras él sigue en la lista de espera, anhelando que su corazón logre los latidos necesarios para alcanzar a ser reemplazado.
En declaraciones citadas por NBC News, el paciente hombre ha advertido que “no veo el momento de que llegue el día en que me hagan el trasplante y pueda volver a disfrutar de la vida”.