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Insólito: restaurante exclusivo para perros, el menú de degustación vale más de 300.000 pesos. ¿Dónde queda?
El paté de corazón de antílope y las croquetas aderezadas con aceite de oliva son algunos de los platos ofrecidos por el chef.
Los perros también podrán degustar menús de lujo en restaurantes suntuosos. En la ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, abrió el restaurante Dogue, cuyo nombre se pronuncia de forma muy similar a la marca de cosméticos Vogue, el establecimiento ofrece comida gourmet exclusiva para perros.
El local comenzó operaciones en marzo pasado y aunque ha producido cientos de críticas, también ha atraído a cientos de clientes, dueños de perros, quienes son residentes del lujoso barrio Mission, en donde está ubicado.
De acuerdo con el diario británico The Guardian, el copropietario Rahmi Massarweh es chef de formación clásica, pero inició su emprendimiento después de concluir que los humanos jamás apreciarían sus creaciones culinarias como lo hacen los perros.
“Si me hubieras preguntado hace 20 años, cuando iba a la escuela culinaria, si abriría un café para perros, te habría mirado como si estuvieras loco”, afirma Massarweh a The Guardian, y asegura que su idea de emprendimiento ha sido criticada decenas de veces, y decenas de veces él la ha defendido.
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Menú de degustación
El menú de degustación es una opción que existe en restaurantes de lujo, en la que ofrecen al comensal un grupo relativamente grande de platos distintos, pero en una versión pequeña cada uno. La idea de este menú es que el cliente pueda probar una gama de sabores distintos, del mismo establecimiento, en una sola comida.
En Dogue, el menú de degustación tiene un valor de 75 dólares, lo que equivale en moneda colombiana a cerca de 360.000 pesos.
Dentro de las opciones de comida que ofrece el restaurante para sus caninos comensales está el paté de corazón de antílope, envuelto en una caja azul Tiffany. Están también las croquetas aderezadas con un chorrito de aceite de oliva y un poco de queso parmesano o una pizca de katsuobushi, además ofrecen la tortilla francesa con huevo frito.
Otra opción es el flan de hígado de res con perlas de calabaza, bajo una jaula de panal comestible, o pueden pedir el pastel de sardinas silvestres y sepias, así como la costilla de ternera estofada de 14 horas. El agua se puede servir sola o con rodajas de pepino.
“Cuando hacemos nuestra comida, es un proceso. Es muy lento. Hay mucha técnica. Hay mucho método y detalle en lo que hacemos” cuenta el Chef, orgulloso de sus creaciones al diario New York Post.
El estilo de Dogue
Los platos son servidos sobre la mesa, sobre cartones de forma rectangular que son sostenidos por sus dueños a medida que las mascotas van consumiendo el plato, algunas preparaciones específicas se sirven en platos de porcelana.
Los perros pueden quedarse sentados sobre las lujosas sillas forradas en cuero o pararse sobre la mesa para disfrutar más cómodamente las diferentes preparaciones.
El restaurante maneja un tema distinto cada mes para sus recetas, en noviembre, por ejemplo, el menú estaba inspirado en el Día de Acción de Gracias, por eso llevaba camote y arándanos como ingredientes principales. “Otras veces es más un sentimiento o una emoción que quiero evocar con un plato. A veces, tal vez es un olor o una fragancia que realmente quiero transmitir, ya sabes, la inspiración es tan aleatoria”, dice el chef.
Massarweh tiene ahora dos perros, Grizzly y Luna, pero la historia del restaurante inició con Grizzly, un cachorro al que adoptó y a quien se negaba a alimentar simplemente a punta de croquetas. Fue con Grizzly con quien comenzaron las creaciones culinarias para perros, y son ellos, Grizzly y Luna quienes prueban todos los platos antes de pasar al menú.
El mismo chef también les da una probada, asegura que no utilizan condimentos ni aromáticos que no se adapten a las constituciones caninas. “La comida no está hecha para el paladar humano”, dice.