Estados Unidos
Museo Tributo al 11-S de Nueva York cerrará sus puertas
Sus directivos confesaron que han tenido problemas de financiación, lamentan “que la falta de apoyo de nuevos socios, o de autoridades locales y nacionales, se convirtieran en su ‘estocada’ final”.
De acuerdo con una información divulgada el pasado miércoles por el diario local The New York Post, la pandemia y los efectos económicos derivados de esta dieron ‘la estocada final’ al museo en tributo a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Debido a su situación financiera, la exposición ha decidido cerrar.
El denominado Tributo al 11 de Septiembre se encuentra ubicado a escasas tres cuadras del World Trade Center de Nueva York; contaba con un espacio de cerca de 30.000 pies cuadrados de área, como un escenario para honrar la memoria de las víctimas de uno de los ataques más dolorosos que ha sufrido Estados Unidos en toda su historia, se convirtió en el punto cero para el comienzo de la reconfiguración del Sistema Internacional.
El anuncio del cierre se conoce a escasos días de que se cumpla el 21 aniversario de aquella fatídica mañana, en la que aviones, desviados por terroristas, colisionaron y produjeron el desplome de las torres gemelas, uno de los grandes símbolos de la denominada capital del mundo en 2001.
Según recoge el medio, el museo, también conocido como Greenwich Street, ubicado cerca a Liberty Street, es actualmente una de las víctimas de los efectos económicos que derivaron del estallido de la pandemia de covid-19 en 2020, pues sus ingresos, fuente de su financiación, se desplomaron a niveles mínimos con ocasión del cierre de varios atractivos turísticos, y las medidas de aislamiento previstas por los gobiernos para intentar mitigar la expansión epidemiológica.
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De acuerdo con un testimonio entregado por Jennifer Adams-Webb, cofundadora del museo y directora ejecutiva de la Asociación de Familias del 11 de septiembre, al Post, dos terceras partes de los dineros que sostienen el museo se derivan de las entradas de los asistentes, quien lamentó que ahora, dos años después, y luego de la lucha por mantener abierto el espacio de memoria, este tenga que cerrar por falta de ingresos.
Según la directiva del museo, antes de la pandemia, los ingresos al espacio era de cerca de 300.000 personas anuales, las cuales se vieron reducidas a solo 26.000 tras su reapertura, lo que los ha obligado a enfrentarse a la realidad y tener que despedirse.
“No hay forma de que podamos salir de esto a este ritmo”, afirmó la directiva del espacio de memoria, quien explicó al New York Post que, actualmente, el único salvavidas que podría rescatarlos del naufragio sería la decisión de autoridades del orden nacional o local para aportar para la conservación del museo, o la aparición de otros socios que, como ellos, entendieran la necesidad, e importancia histórica de mantener viva la memoria de tan lamentable episodio de la historia mundial.
“No podemos seguir cavando un hoyo”, dijo la mujer, refiriéndose al grado de endeudamiento al que están sometidos actualmente en su intento por mantener a flote el museo que, ahora, estaría sentenciado también a su desplome.
Según el New York Post, este lugar se había convertido, antes de la pandemia, en uno de los puntos obligados a visitar por parte de los turistas y amantes de la historia, antes de llegar a la Estatua de la Libertad, o de conocer el National September 11 Memorial & Museum, monumento ubicado en el mismo lugar donde otrora se erigían majestuosas las Torres Gemelas.
Con la decisión de cerrar el museo tributo, varios de los elementos allí consignados se están desmontando con el objetivo de ser reubicados en otros museos, como el Museo del Estado de Nueva York, en Albany, donde se espera que quede custodiado ahora la mayoría de los elementos que reconstruyen la historia.
Con el cierre del lugar, y la pérdida del espacio, los directivos del museo tributo han señalado que tienen casi nulas sus esperanzas de lograr volver a funcionar, lamentando cómo se desplomaron frente a la mirada inoperante de las autoridades.
“Es una gran pérdida para aquellas personas que llamaron a este su segundo hogar, donde podían venir y compartir su historia… No hay museo que tenga la doble misión que tenemos de apoyar a la comunidad y también educar a los visitantes que vienen aquí”, lamentaron sus directivos en declaraciones entregadas al Post, ante la inminencia del cierre del espacio esta semana.