Mesero con mascarilla mientras recibe un pago sin contacto en un restaurante: conceptos de estilo de vida COVID-19. ** EL DISEÑO DE LA TARJETA DE CRÉDITO FUE HECHO A PARTIR DE NOSOTROS **
Los dueños del restaurante confiaron en la transacción del cliente y le dieron un cheque por el total de la propina recibida a Mariana. | Foto: Getty Images

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Propina exorbitante resultó siendo una estafa: la insólita historia que se volvió viral en Estados Unidos

Sucedió en Pensilvania, cuando un cliente pagó la transacción y generó inconvenientes entre el establecimiento y los empleados.

6 de octubre de 2022

Mariana Lambert, una mesera estadounidense, como muchas otras, pensó haber tenido el mejor día de su vida cuando uno de sus clientes le dejó una millonaria propina.

Ocurrió en la famosa ciudad de Scranton en Pensilvania, después de que uno de sus clientes dejara una remuneración de 3.000 dólares, más de 13.000.000 de pesos colombianos al cambio actual, como gratificación por el servicio prestado por Mariana.

El cliente no es propiamente un ciudadano de Scranton, pero se conoció que viajaba dentro del estado de Pensilvania y en diferentes restaurantes dejaba un mensaje en común en los recibos con su propina (“Tips for Jesus” que en español significa: “propinas para Jesús”).

Este es el momento en el que el canal de noticias News Watch, del canal WNEP, registra la historia de Mariana Lambert:

$3,000 tip left for Scranton waitress

‘Propinas para Jesús’ fue un movimiento que se hizo viral en las redes sociales y se originó entre el año 2013 y 2015, cuando comensales que usualmente eran clientes y que tenían un alto poder adquisitivo, proponían entregar generosas (“propinas para Jesús”) a meseros o personal de bares y restaurantes de diferentes partes de los Estados Unidos.

Al ver este mensaje en el recibo que dejó el cliente, junto con su firma y la propina, le resultó a Mariana un hecho creíble que un comensal hubiera dejado una propina tan exorbitante; a diferencia de los demás empleados del restaurante Alfredo’s Pizza y compañeros de trabajo de Mariana, quienes se sorprendieron tanto como ella, pero permanecieron escépticos sobre la veracidad del total de la propina.

Los dueños del restaurante confiaron en la transacción del cliente y le dieron un cheque por el total de la propina recibida a Mariana; para sorpresa de la vicepresidenta del restaurante, Minicozzi Galacci, el cliente había intentado reversar el giro realizado con su tarjeta de crédito, y esto lo confirmó debido a que en el restaurante recibieron un aviso 45 días después de lo sucedido.

Luego de comunicarse con el banco, los dueños del restaurante se dieron cuenta de que la propina jamás fue desembolsada de la tarjeta de crédito del cliente y la transacción fue cancelada inmediatamente después.

Al intentar contactarse con el cliente, identificado como Eric Smith, no tuvieron ningún tipo de respuesta de su parte y decidieron interponer una demanda en su contra para que respondiera por el dinero que no solo había sido entregado en su totalidad a Mariana, quien además ya lo había gastado.

El gerente del restaurante, Zachary Jacobson, aseguró que intentó contactarse con Smith vía Facebook, pero no logró respuesta alguna. ”Espero que reconozca sus acciones y se presente y pague esto, porque él no debió haber hecho eso si este iba a ser el resultado final”, dijo.

Mariana ha servido como mesera desde que estaba en el colegio y asegura que siempre espera que los clientes puedan dar “un poquito más” de lo que se sugiere en la factura final, para así poder pagar sus facturas y vivir dignamente.

“Realmente significó mucho para mí, porque todos están pasando por muchas cosas. Realmente tocó mi corazón. Todavía no puedo creerlo. Todavía estoy en estado de shock”, así se refirió Mariana en un medio de comunicación local que estaba registrando este insólito hecho.

A parte de los problemas económicos que esta estafa trajo al establecimiento, el movimiento ‘Tips for Jesus’, fundado en 2013, dejó de generar confianza en los ciudadanos.

Recordemos que si bien la propina no es obligatoria en Estados Unidos y que no hay ninguna ley que obligue al consumidor a dejarla, está muy arraigado en los establecimientos comerciales. Por eso, no dar una propina es percibido como una anomalía, algo de mal gusto, ya que el salario básico de los meseros oscila entre los 7 y los 9 dólares la hora en la mayoría de los casos y la propina ayuda al mesero a juntar la remuneración que los norteamericanos en general pueden obtener en otro tipo de trabajos.