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Tras nueve meses en coma, despertó joven al que le extirparon una parte del cráneo luego de insólito accidente
Ángel Figueroa sufrió una lesión cerebral traumática tras ser empujado delante de un Tesla.
Un hecho insólito ocurrió en California, Estados Unidos, donde después de estar inconsciente por nueve meses, un adolescente de 16 años se despertó de un coma provocado por un grupo de jóvenes que lo empujaron delante de un auto en una carretera.
En febrero, Ángel Figueroa sufrió una lesión cerebral traumática tras ser empujado delante de un Tesla. Según dijo su familia a KNBC, el adolescente hoy está volviendo a aprender tareas simples como levantar las piernas y abrir los ojos.
“No puede responder ni comunicarse con nosotros, pero solo hacer pequeños movimientos nos da una señal de esperanza, ¿sabes? Hay esperanza de que va a salir de esto”, dijo al medio su tía Belki Brizuela.
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Todo comenzó el 28 de febrero cuando Figueroa estaba montando su patineta en Stetson Avenue antes de que se produjera el altercado y fuera empujado, de acuerdo con el Departamento de Policía de Hemet.
El informe policial afirma que el “grupo de jóvenes huyó de la escena luego de este incidente” y que la patineta de Figueroa estaba desaparecida.
“No pude reconocerlo, estaba tan hinchado. Su cabeza era realmente grande. Tenía tantas cicatrices y moretones por todas partes, y cortes… No puedo entenderlo. ¿Por qué? Ya sabes, ¿cuál fue la razón para hacer eso?”, dijo Brizuela.
También explicó que la adolescente que empujó a su sobrino fue sentenciada a seis meses en un centro de detención juvenil, y los otros tres involucrados en el accidente fueron sentenciados a arresto domiciliario.
Sin embargo, a la tía de Figueroa estas sentencias le han parecido “un simple tirón de orejas” y una “broma”.
Su familia creó una campaña en GoFundMe para ayudar con sus gastos médicos. “Desde que sucedió el incidente, toda la vida de mi familia ha cambiado, incluso financieramente”, escribió la tía en la petición. “Cualquier cosa puede ayudar. Lo aprecio mucho. Nos ayudará mucho”, añadió.
Estudiante que sobrevivió a ameba ‘come cerebros’ en Florida contó su historia
En otros hechos, Sebastian Deleon, de 22 años, perdió la mayor parte de sus habilidades motoras hace seis años luego de sobrevivir a una ameba devoradora de cerebros.
Fue un largo camino su recuperación. “Durante los primeros años, fue un poco difícil. La parte que más recuerdo es la parte en la que estuve en rehabilitación. Fue difícil. Tuve que aprender a caminar, a escribir de nuevo, a hacer todas las cosas básicas de nuevo”, recordó Deleon en News 6.
“Este dolor de cabeza era diferente. Se sentía más como una roca lisa en la parte superior de mi cabeza y que alguien la estaba empujando hacia abajo”, dijo el joven.
“No podía levantarme, y no podía moverme y cosas así, así que mis padres dijeron, ‘OK, hay algo mal con este chico’. Tenemos que llevarlo a algún lado. Nos subimos al auto. Me sentí como si estuviera en una de esas montañas rusas dando vueltas y vueltas y tenía que usar gafas de sol y el sol ni siquiera había salido”, agregó Deleon.
Desde su casa en Weston, Florida, Deleon dijo que contrajo la ameba después de nadar en un estanque cerca de su casa. “Era más un estanque, pero le decíamos el lago porque era un estanque enorme, lo único diferente era que su agua quieta”, recordó el estudiante universitario.
En ese momento, Deleon afirmó que nunca había escuchado sobre la condición o el riesgo de nadar en agua dulce.
“Entré, creo, como tres o dos veces. Probablemente fue entonces cuando lo entendí: salté allí, y no me tapé la nariz, y simplemente me lancé como una bala de cañón”, relató Sebastián. Por su parte, los médicos le dijeron que fue una de esas veces que la ameba subió por su nariz y llegó a su cerebro.
Ahora bien, en el último informe de Centers for Disease Control and Prevention muestra que desde 1962 hasta 2021, han habido 154 casos conocidos de personas que contrajeron amebas devoradoras de cerebros, y solo cuatro personas sobrevivieron.
Tres de los sobrevivientes, incluido Sebastián, fueron tratados con la droga conocida comercialmente como Impavido.