Estados Unidos
Una pareja vive en un crucero porque, asegura, es más barato que habitar en una casa normal
Los estadounidenses viajan por el mundo en diferentes embarcaciones.
El caso de una pareja que dejó su vida en tierra para vivir de crucero en crucero está siendo el centro de atención en las redes sociales. Se trata de los estadounidenses identificados como Angelyn Burk y Richard Burk, quienes revelaron para medios australianos que habían planeado una vida con pocos gastos, para poder ahorrar y luego, en su jubilación, poder viajar y conocer el mundo.
“Hemos sido frugales toda nuestra vida para ahorrar e invertir con el fin de lograr nuestro objetivo. No nos interesan las cosas materialistas, sino las experiencias”, indicó la pareja en entrevista para el medio 7news, en el que se agregó que esta pareja es proveniente de Seattle, Estados Unidos.
“Nos encanta viajar y buscábamos una manera de viajar continuamente durante nuestra jubilación, que tuviera sentido financiero”, indicaron, mientras se explicó, que la aventura de esta pareja comenzó en 2021, luego de que Angelyn se diera cuenta de que vivir en cruceros era más rentable que vivir en una casa normal.
Al parecer, las cuentas de Angelyn indicaban que un día en un crucero les representaba unos 43 dólares al día, es decir, unos 200.390 pesos colombianos aproximadamente. Así entonces, decidieron vender sus bienes y con el dinero viajar por el mundo y pasar sus días de jubilados.
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“Nuestro plan original era permanecer en diferentes países durante un mes y eventualmente retirarnos a los cruceros a medida que envejecíamos”; indicó Angelyn para el medio citado, aseverando que no tenían ni idea del cambio que tendría su vida, pues después de hacer cuentas, decidieron llegar directamente a los cruceros.
“No planeamos vivir permanentemente en la tierra en el futuro”, sentenció la mujer en la entrevista, resaltando que les ha ido tan bien en los cruceros que, esperarían seguir su rumbo descubriendo cada vez más lugares del mundo.
La italiana que viaja 8 horas diarias para ir a trabajar
La historia de la italiana Giuseppina Giugliano ha conmovido a cientos de personas, tanto en las redes sociales como a quienes pudieron tener un acceso más próximo al día a día de esta mujer. Medios internacionales recogen que su historia es una muestra del esfuerzo y realidad que atraviesa un número incierto de gente para cumplir sus objetivos.
En el caso en cuestión, esta mujer (de 29 años) hace un recorrido diario de 1.600 kilómetros, es decir, más de cuatro horas desde la casa que comparte con sus padres en Nápoles hasta Milán, donde trabaja como conserje en un instituto. Por más inverosímil que pudiera parecer, la italiana confirmó que, al menos por ahora, es una alternativa más rentable en lugar de alquilar una habitación.
Al hacer cuentas, rentar una alcoba en Milán le resulta aproximadamente por 650 euros (poco más de 3.100.000 pesos colombianos), valor que al promediarlo con su salario (1.165 euros) no le dejaría libre el dinero suficiente para sus otros gastos. Así las cosas, encontró como un estilo de vida recorrer 800 kilómetros de ida y otros 800 de regreso, una medida que podría ser tildada como “extrema”.
“Traté de encontrar una casa que no costara demasiado porque mi salario mensual es de 1.165 euros, pero una habitación cuesta 650 euros. Ahora, en Milán es más fácil encontrar una aguja en un pajar”, dijo al diario Il Giorno. A ese diario le confesó que no siente su trabajo como una carga, aunque aseguró que a veces se torna complejo, a raíz de una dificultad en sus pulmones que la aquejan desde niña.
“Estoy decidida a seguir adelante y satisfecha con el hecho de que puedo ahorrar dinero con mi salario; por supuesto, el precio a pagar es caro en términos de comodidad porque me doy cuenta de que no todos están viviendo la vida que estoy haciendo”, explicó.
Su rutina comienza a las 3:30 a. m., tiempo en la que se levanta y prepara lo necesario para emprender un trayecto en tren por unas cuatro horas y media, hasta que comienza como tal sus funciones a las 10:30 a. m. La jornada laboral termina a las 5:00 p. m. y emprende la ruta para regresar a casa, antes de lo cual la espera el mismo camino de retorno.
Según Telecinco, finalmente suele llegar a su vivienda sobre las 11:30 p. m., casi a medianoche y con el tiempo justo para descansar unas pocas horas antes de que el reloj marque las 3:30 a. m. y, nuevamente, retoma lo que se convirtió para ella en un hábito. Por ahora, Giuliano no descarta continuar con esa rutina, aunque es consciente de que el paso de los años no permitirá que sea una opción a largo plazo.