Video | El “llanto” de una tigresa blanca tras la muerte de sus cacharros

Un emotivo momento se ha venido viralizando a través de las redes sociales. Se trata de la despedida de una madre que pierde a sus dos cachorros luego de un accidente en del zoológico santuario de vida silvestre Shalom, ubicado en Wisconsin. Pues bien, aunque la dolorosa escena quedó grabada, al poco tiempo las autoridades del centro animal decidieron eliminarla.

Según cuentan medios locales, la madre es una tigresa blanca conocida como Ginger, quien había dado a luz dos cachorros en agosto de este año y que fueron nombrados Nina y Khan; sin embargo, durante este fin de semana tuvieron un accidente que terminó quitándoles la vida, lo que dejó desconsolada a su progenitora.

En medio de un comunicado a la opinión pública, la organización indicó que los pequeños habían estado jugando sobre un tronco que, justamente, se encontraba en medio de un afluente congelado y en un momento cayeron al hielo que todavía se encontraba blando y murieron al caer al agua helada.

“Los tigres son excelentes nadadores, pero cuando trataban de subirse al hielo, este cedía. El agotamiento y la temperatura del agua helada era más de lo que sus pequeños cuerpos podían soportar”, explicó la organización sobre los intentos sin éxito de los pequeños en salvarse.

“Ginger está completamente destrozada y está llorando a la manera del tigre... Porque ellos también pueden sentir la pérdida”, afirmó el zoológico, recalcando que la pérdida de sus dos hijos fue un momento difícil para la tigresa, agregando que la mañana en que se dieron cuenta del accidente, la encontraron gimiendo muy fuerte y alterada.

La tigresa tiene otros dos cachorritos llamados Charlotte y King, pero ha estado en duelo tras su pérdida, aunque también ha tratado de estar presente para sus otras dos crías.

Joven pensó que su perro había muerto y ‘lo enterró’, pero horas después lo encontró vivo

Codie Hutton es el nombre de una joven inglesa de 26 años, quien en días pasados pasó del llanto a la alegría con el particular caso de su mascota, un perro identificado como Maisie, a quien la mujer creía muerto, pero que, sorprendentemente, después de días de haber sepultado el que se presumía era su cadáver, se encontró con que el animal seguía vivo y podrían recobrar su vida juntos.

Los momentos de pesadilla para la mujer comenzaron cuando, pese a tener en tierra firme, y atada con su respectiva correa a la mascota, esta salió a correr asustada, pues muy cerca del lugar en el que la mujer había parqueado su carro explotó un petardo de pólvora o fuego artificial que dejó aturdido al animal, el cual salió disparado del sitio, sin que su dueña pudiera controlarlo o incluso determinar su rumbo, temiendo a su vez que este pudiera ser atropellado por otros carros que circularan por la zona.

Según medios locales, el desespero de la mujer por encontrar a su mascota era tal que hasta decidió acampar en un lugar cercano al último sitio donde fue visto su perro, hasta que recibieron una llamada que les atemorizó, en la que señalaban que habían encontrado el cadáver de un perro con las características de Maisie, luego de que el animal fuera atropellado.

Tras acudir al lugar donde se presentó el reporte, la mujer advirtió que estaba convencida de que ese era su perro, advirtiendo algunos rasgos característicos como su cola y algunas señas en las patas.

Algunas afirmaciones del veterinario que examinó el cadáver que supuestamente pertenecía a Maisie, sembraron las dudas en la familia, más aún cuando el experto afirmó que las patas del animal enterrado parecían ser de un zorro, lo que impulsó a que se reactivara la búsqueda.

Gracias a esa llamada, la tarde siguiente una familia reportó haber encontrado, a una distancia de 27 kilómetros del lugar donde se había perdido el perro, a un animal visiblemente cansado y desorientado, que resultó ser la mascota.

Cinco días habían trascurrido desde la pérdida del animal cuando la mujer se dio cuenta de que había enterrado a la mascota de otro, y que su amado perro se encontraba vivo, logrando así el anhelado reencuentro.