Derriban otros seis búnkeres de Hitler en Alemania.

La derribación de búnkeres del Muro Occidental, conocido también como la Línea Siefied, corresponde a una serie de reestructuraciones que pretenden evitar accidentes como el sucedido en la década de los 70, cuando una niña de nueve años murió al caer sobre una barra de acero al descubierto cerca de un búnker. Otra de las preocupaciones del gobierno respecto a las construcciones, es que puedan servir de punto de reunión para neonazis. Veteranos e historiadores se oponen a la destrucción de los monumentos, debido a que constituyen parte de la tradición alemana. Los veteranos aseguran también que destruir los búnkeres es una falta de respeto hacia los miles de soldados que murieron en la guerra. El gobierno pretende demoler todos los búnkeres excepto unos cuantos que ya han sido designados monumentos históricos y fueron conservados a un costo de 36,7 millones de dólares.