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Juicio del caníbal cibernético: raro y difícil
Jueves 4, 8:45 horas. El juicio contra el hombre que se comió a otro que acudio a su cita por internet tiene los ojos del mundo encima. No tanto por el amarillismo que despierta, sino porque el victimario podría salir libre.
Es la primera vez que se presenta un caso en el mundo donde un hombre llama a otro por internet para ser devorado y la víctima acude. Por eso no hay recursos penales sólidos para castigar al caníbal cibernético.
Así lo ha conocido el mundo. Su nombre real es Armin Meiwes, un alemán de 42 años y técnico informático, ahora famoso por confesar haberse comido en parte a un hombre al que conoció por internet.
Se trataba de Bernd Juergen Brandes un ingeniero de 43 años que vivía en Berlín. Según las pruebas recogidas, Brandes viajó hasta Rotemburgo para responder a un anuncio publicado por Meiwes en internet en busca de "hombres dispuestos a ser devorados".
Meiwes efectivamente "lo devoró". Primero lo asesinó y luego cortó el cadáver, congeló algunas de sus partes y enterró el resto. Lo que hace la situación más extraña es que Brandes, minutos antes de morir, escribió una nota en la que declaro que se sometió voluntariamente al ritual caníbal.
Por que la víctima aceptó ser asesinada y el canibalismo no es castigado penalmente en Alemania -el delito es tan raro y extremo que nunca se ha creado una legislación al respecto- Meiwes está a punto de quedar libre.
A pesar de que expertos judiciales estiman bastante elevado el riesgo de que Meiwes vuelva a cometer un crimen semejante, en caso de que se le condene será difícil por que no tiene precedentes penales.
Además, un informe siquiátrico certifica que él domina plenamente sus facultades mentales, por lo que no podría aplicársele una condena larga como las que cumplen los enfermos síquicos en centros especiales.