POLÍTICA

Crece brecha entre Uribe y la Corte Suprema

El presidente la Corte Suprema, Francisco Ricaurte denunció ante el delegado de la ONU, amenazas a la independencia de la Justicia, durante el XI encuentro de la Jurisdicción Ordinaria, y el presidente Uribe respondió que prefería el diálogo eficaz a sacar la bandera blanca.

5 de septiembre de 2008
De izquierda a derecha: Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, Presidente de la Corte Suprema, Francisco Ricaurte.

 La distancia entre la Rama Judicial y el Ejecutivo parece insalvable. Así quedó en evidencia este jueves al comienzo del XI encuentro de la Jurisdicción Ordinaria, en el que los presidentes de las Altas Cortes, se reúnen con el Ministro del Interior y de Justicia, el Fiscal General, un delegado de la ONU y representantes del gobierno de Bolívar.

En su discurso de instalación, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Ricaurte, cuestionó nuevamente el proyecto gubernamental de Reforma a la Justicia argumentando que no resolvía los problemas más importantes de la justicia, como la impunidad. El Presidente de la Suprema también dijo que el proyecto estaba condenado al fracaso, “porque no tiene como objetivo central a su principal beneficiario: la ciudadanía”.

Ricaurte denunció además que el presidente Álvaro Uribe amenaza la independencia judicial “cuando dirige críticas a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, en la que nos tilda de prevaricadores, de golpistas, de tener un sesgo ideológico, de comparar nuestras decisiones con pescas milagrosas y de señalarnos de cohonestadores del terrorismo y de calificar nuestras actuaciones como un coletazo agónico del terrorismo”.

“La Corte, así como, hace más de dos décadas, no se dejó amedrentar de los violentos que quisieron acallarla y consumirla en llamas, tampoco lo hará ahora frente a quienes pretenden silenciarla para que campee la impunidad”, advirtió Ricaurte al final de su discurso, en respuesta a los ataques que han recibido del gobierno.

Más tarde, Ricaurte en compañía de los presidentes de del Consejo Superior, de la Corte Constitucional y del Consejo de Estado, presentó la denuncia de las amenazas contra la independencia de la justicia ante el Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Independencia de los Magistrados y Jueces, Leandro Despouy, quien está de visita en Colombia.

En respuesta a las declaraciones de Ricaurte, esta mañana el presidente Álvaro Uribe sostuvo una larga entrevista con RCN Radio (escuche al Primer mandatario en la Revista de radio de Semana.com). Primero deploró el hecho de que la Corte Suprema no lo hubiera invitado al encuentro de la Justicia Ordinaria, encuentro en el que el primer mandatario ha participado en años anteriores.

Después, Uribe indicó que los avances de la Justicia en los casos de la parapolítica eran producto de las garantías que ha ofrecido la Seguridad Democrática. “Los delitos de parapolítica que se cometieron antes de esta gobierno, no se habían investigado antes y ahora sí gracias a los esfuerzos que ha hecho el Estado para que la gente declare”, dijo Uribe.

Así mismo hizo un recuento del aumento del presupuesto de la rama judicial en un 90 por ciento durante su gobierno.

El jefe de Estado dijo que las declaraciones del presidente de la Corte Suprema en el encuentro de la Jurisdicción Ordinaria, habían sido muy políticas. Uribe dijo que el deber del Presidente de la Corte era discutir la Reforma a la Justicia. “Lo que tiene que hacer la Corte Suprema es decir qué no le gusta y qué cambios se deben efectuar (en el proyecto de reforma a la Justicia), en lugar de descalificar y de andar en esa actitud incomprensible, debería dar los argumentos y decir este punto es inconveniente por esto y aquello”, dijo el primer mandatario.

El primer mandatario recordó su visita a la Corte Suprema, en julio pasado, en la que durante una conversación que se extendió hasta la madrugada, intentaron limar asperezas. “Yo pensé que con mi humilde visita a la Corte Suprema una noche, hasta la una de la mañana, con la franqueza que allí se trataron los temas, iba a haber un diálogo eficaz”, y reiteró su pesar por no poder asistir a la asamblea de las cortes en Cartagena. “Habría añorado que con la asamblea de las Cortes en Cartagena hubiéramos tenido un diálogo”.

Es muy probable que después de la duras acusaciones que había hecho el Primer Mandatario a los magistrados en las semanas anteriores, y luego de que se conociera la aquiescencia del Ejecutivo a las movidas de ex paramilitares para complotar contra la Corte, las altas Cortes resolvieran no invitarlo a su encuentro en Cartagena.