INFORME ESPECIAL

"Recibí una gran lección de dignidad"

El actor, director y dramaturgo Fabio Rubiano habla sobre ‘Las brujas de Salem’ (1953) de Arthur Miller.

26 de diciembre de 2015
| Foto: Daniel Reina

La obra literaria que más me ha marcado, al punto de que no he encontrado otra que la supere, es Las brujas de Salem por las lecciones de dignidad absoluta que da a la humanidad. Los personajes son ambiguos y cometen errores, pero mantienen, justamente, esa dignidad, y esto convierte al libro en una clase de moral, más vigente hoy que nunca. Lo he leído más de 20 veces por el impacto que me causa, porque siempre me produce las mismas emociones y, además, porque fue un referente para mis alumnos cuando dictaba la maestría de Dramaturgia en la Universidad Nacional. Me encontré con la obra a finales de los años noventa. Tenía unos 30 años y buscaba mi propia voz para escribir. Entonces, yo estaba muy lejos de usar el realismo como técnica, pero Las brujas de Salem me dio un giro y logré ver al realismo desde otra perspectiva. Mi línea favorita reza: “No me pida que firme, yo soy mi nombre”.