SOCIEDAD
'La maldición de la droga': ¿Una campaña efectiva?
Con un ataque verbal a la súper modelo Kate Moss, el vicepresidente Santos inició una campaña internacional para que los países consumidores asuman su responsabilidad en el problema del narcotráfico. ¿Es válido el señalamiento? ¿Qué tanto éxito tendrá esta iniciativa?
Las palabras de Francisco Santos Calderón sobre la modelo Kate Moss causaron gran impacto. “Para mí es increíble que alguien que ayuda a crear tanto sufrimiento en Colombia le está yendo mejor y está firmando más contratos... me encantaría que Moss viera lo que el consumo de cocaína le hace a Colombia”. Las declaraciones del vicepresidente fueron hechas al comienzo de su recorrido por Europa en el lanzamiento de la campaña ‘la maldición de la cocaína’. Y claro, de entrada su mensaje tuvo una amplia repercusión mediática.
Con la imagen de personas que en vez de cara tienen una gran nariz y están con motosierras talando bosques, poniendo minas antipersona o con niños armados, se pretende concienciar a los países consumidores de su responsabilidad en los efectos que produce el dinero de la droga en Colombia.
Sin embargo, las declaraciones del Vicepresidente contra la supermodelo Kate Moss, quien el año pasado estuvo envuelta en un escándalo luego de que el tabloide The Daily Mirror publicara unas fotos suyas consumiendo cocaína, fueron vistas como un hecho innecesario.
¿Por qué el vicepresidente escogió a la modelo de referente para iniciar la campaña? Seguramente porque ella sintetiza en Europa, mejor que nadie, parte de la problemática del narcotráfico. Al fin y al cabo es el último eslabón en la cadena.
Tras meses de recuperación y de haber perdido el trabajo con marcas tan exclusivas como Chanel, Moss salió a flote y ha firmado más de 10 contratos publicitarios con distintas compañías, incluso fue portada de la Revista Vogue. La indignación de Santos con la supermodelo está precisamente en que con toda la fama ganada, las figuras públicas como ella hacen parecer el consumo de cocaína algo elegante y de elites, muy lejos de la estela de droga y destrucción que deja el dinero que entra por el narcotráfico en Colombia.
El problema está en que la acusación se puede convertir en un bumerán. Si bien es cierto que los efectos del consumo de cocaína son nefastos para quien la consume, meterse directamente con una figura pública como Moss y en su vida privada es exagerado. El problema del consumo en Colombia ha ido en aumento y en muchos círculos sociales también es ‘in’ o normal utilizarla en fiestas y reuniones exclusivas. Y hasta ahora nadie del Gobierno ha salido a señalar a los consumidores nacionales como responsables de la situación de violencia que vive el país.
Si ella es adicta o no, depende de ella. Lo que sí es rescatable de toda esta campaña es el efecto político que tendrá. Por eso, al margen del ‘caso Moss’ vale la pena preguntarse qué tan efectiva será la campaña.
Darío Vargas, presidente de Dattis Comunicaciones, explicó a SEMANA.COM la importancia de ‘la maldición de la cocaína’. “Luego de la muerte de Luis Carlos Galán, el presidente Virgilio Barco lanzó una campaña internacional para cambiar la imagen de Colombia como país del lado de los malos, para que lo empezaran a ver como una víctima del narcotráfico”. La campaña tuvo gran efecto en Estados Unidos y de ahí surgió mucha de la ayuda que todavía llega al país para la lucha contra las drogas.
Para Vargas, con esta campaña se busca generar algo parecido, especialmente en Europa, “que haya más apoyo y oídos abiertos a la hora de pedir ayuda y apoyo para lucha antidrogas, pero no habrá efecto en el consumo”. De hecho, aparte de ofrecer la imagen publicitaria, Santos va a pedir ayuda para financiar proyectos sostenibles en el reemplazo de cultivos ilícitos.
Los panelistas invitados al espacio de Hora 20 de Caracol Radio en su emisión de la noche del martes trataron el tema. Y hubo una conclusión, más o menos general. Dijeron que una iniciativa de éstas no tendrá una repercusión total mientras no se tome el toro por los cuernos y se busquen otras alternativas como la legalización. Citaron por ejemplo que paralelo al aumento de las campañas y de la inversión en la lucha contra el narcotráfico y del número de muertos, el consumo ha ido en aumento en todo el planeta.
En el Gobierno creen lo contrario. Para el ejecutivo, sí es posible ganar la batalla. Por eso, Santos se reúne este 2 de noviembre en Londres con los zares antidrogas de once países europeos, representantes de Estados Unidos, Europol, y el director de la Oficina de la ONU contra la Droga y el delito. Busca más respaldo en su iniciativa. Si la campaña resulta, redundará en beneficios para el país, cree él. Por eso, el Vicepresidente reivindica su señalamiento contra los que considera co-responsables del problema. “Que los consumidores entiendan que cada gramo de coca que se meten en su nariz, está untado de sangre de colombianos que han muerto por el tráfico que financia minas, desplazados, actos de terrorismo, secuestros y asesinatos”.