obituario
Se cerró el telón para Fanny Mikey
La gran promotora del teatro y la cultura en Colombia, falleció hoy en Cali, a los 76 años. El Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, será recordado como una de sus grandes obras.
La actriz y promotora mundial del teatro, Fanny Mikey murió en la
madrugada de este sábado en la clínica Sebastián de Belalcazar de Cali,
donde se encontraba recluida desde hacía 15 días por una complicación
renal. De origen argentino, pero colombiana por adopción, Mikey dedicó
gran parte de su vida a cambiar la cara teatro y la cultura en
nacional. El Festival Iberoaméricano de Teatro de Bogotá, un
evento de impacto mundial, quedará como una de sus obras más
importantes.
Fanny Mikey llegó a Colombia en 1959 detrás de un
amor. Se quedó en el país por amor, amor al teatro, su gran pasión. Esa
que nunca la dejó dormir más de cuatro o cinco horas cada noche. No
comía bien tampoco y por descuidar su salud sufrió casi toda la vida de
tensión alta. Aún así pocas cosas hacían que parara su acelerado ritmo
de trabajo. Estuvo varias veces en cuidados intensivos, pero aseguraba
que la salvó su devoción por María Auxiliadora de quien cargó siempre
una medallita al cuello. Lo curioso es que ella, hija de un inmigrante
Lituano en Argentina era judía. Soñaba con morir sobre el escenario del
Teatro Nacional de La Castellana, cómo escribió en su propio obituario
publicado en Soho en 2006, pero la muerte se la llevó en Calí, la
ciudad en la que vivió durante sus primeros años en Colombia.
Aunque
nunca perdió su acento porteño, se sentía completamente colombiana y
trabajó hasta el último día por la cultura de su país adoptivo. Gracias
a ella, Bogotá se convirtió en un epicentro del teatro mundial cada dos
años, cuando organizaba el Festival de Iberoamericano de Teatro que
celebró su onceava edición en marzo de este año. Esta gran empresaria
del teatro en Colombia fundó en 1981 la Fundación Teatro Nacional, la
cual cuenta con tres escenarios en Bogotá. Allí actuó y dirigió
innumerables obras y además se destacó por sus dotes administrativas
gracias a las cuales siempre logró, después de mucho patalear, pelear y
llorar, el apoyo del gobierno y la empresa privada para seguir
desarrollando todos los proyectos que tanto enriquecieron el panorama
cultural nacional.
A sus 76 años seguía igual de activa que
siempre, pero la complicación renal que desarrolló le impidió presentar
durante el fin de semana del 2 de agosto las presentaciones de su show:
“Perfume de arrabal y tango” en Cali. Espectáculo que tenía planeado
para celebrar sus 60 años de vida artística. Desde entonces estuvo
internada en la clínica Sebastián de Belalcázar en donde se tambaleó
entre un estado bastante grave a estable durante varios días. Dejó este
mundo en la misma ciudad en donde gracias al Teatro Experimental de
Calí, junto a Pedro Martinez, el amor que llegó persiguiendo, y Enrique
Buenaventura, empezó a cambiar la cara de este arte en el país.
Como
buena mujer de las tablas creía firmemente que “el show debe
continuar”. Expresó en varias entrevistas que no le temía a la muerte y
que al contrario, deseaba que en su funeral tocaran el grupo Niche y
Joe Arroyo para que todos pudieran bailar y celebrar su vida. El país
recordará su voz ronca, sus carcajadas, sus hermosas piernas, su pelo
rojo como el fuego y la explosión de emociones que se desprendían de
Fanny. Una visionaria que marcó la historia y que todos vamos a
extrañar.