VIDA MODERNA
En video: Cinco consejos para hablar bien en público
Millones de personas en el mundo tienen pánico de enfrentarse a los auditorios, sin embargo, por trabajo o por estudio deben hacerlo con frecuencia. El experto Andrés Cadena Guarnieri explica las claves para no fracasar en esta tarea.
Andrés Cadena Guarnieri es un conferencista que lleva más de una década entrenando a las personas para que desarrollen sus habilidades de comunicación y liderazgo a través de un concepto de su autoría: la Neuroemotion, que consiste en analizar el impacto que tienen las emociones en las acciones y los mensajes de las personas. SEMANA habló con él.
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SEMANA: Usted ha dicho que hablar es el arte de venderse a sí mismo. ¿Uno puede aprender a hablar en público ya siendo grande?
ANDRÉS CADENA GUARNIERI: Aprender la habilidad de hablar en público es algo que toda persona puede desarrollar. Yo soy un convencido de que todos somos grandes oradores por naturaleza. El punto clave es estar dispuesto a “dejar de ser” y a lo que me refiero con esta afirmación es a que cuando alguien se para frente a la audiencia necesariamente debe pensar, sentir y actuar por encima de cualquier circunstancia que esté viviendo. Esto hará que su presentación sea lo suficientemente impactante, o por el contrario será simplemente una conferencia más así haya un conocimiento claro de lo que se transmite. Creo que para tener éxito en cualquier actividad hay que identificarse totalmente con ella, no es suficiente el gusto, a uno le debe encantar lo que hace y desde esta premisa considero que hablar en público es un estilo de vida donde el objetivo principal es contribuir con conocimientos a una audiencia.
En video: Cinco consejos para hablar bien en público:
SEMANA: Pero no todas las personas que hablan en público lo hacen porque les gusta. Muchas lo hacen porque les toca…
A.C.G.: Sí. Existen dos ópticas desde donde abordar el tema de hablar en público: Las personas que deciden ser conferencistas o formadores y los que por su labor deben hacer presentaciones al público. En este segundo escenario tenemos a quienes les encanta hacerlo y a quienes les toca, como por ejemplo a un gerente que debe convencer a su equipo comercial de cumplir la cuota del mes. Y aun estos últimos pueden desarrollar la habilidad de hablar en público.
SEMANA: ¿Cómo se desarrolla la habilidad de hablar en público? Es decir: ¿Cuáles son los principales tips que se le pueden dar a una persona para que aprenda a hacerlo?
A.C.G.: Primero toca determinar lo que significa para alguien hablar en público. Hay que ser congruente entre lo que se dice y cómo se dice: Para un orador las palabras son la ruta a la excelencia si las dice con la emoción correcta, de lo contrario serán la ruta al engaño. Un mensaje carece de impacto si no es transmitido con la emoción correcta. Si se le habla a una audiencia sobre la pasión como clave del éxito y se hace con una postura tímida y un tono de voz bajo, se despierta en la audiencia la duda y este es el peor estado para lograr que las personas emprendan la acción.
SEMANA: ¿Qué cosas no se deberían hacer?
A.C.G.: También es importante enfocarse en el propósito antes de hacer la presentación y no en lo que no quiere que suceda y por eso debe tener claridad absoluta de lo que busca transmitir. Es común que muchas personas antes de salir a la tarima usen el lenguaje de una manera bastante pobre y si somos conscientes de que el lenguaje crea la realidad de una presentación ya podrá imaginar cómo saldrá todo si usa algunas de estas afirmaciones: “No me quiero bloquear”, “no quiero que me den nervios”… La energía responde a su atención y un gran conferencista se caracteriza por tener un nivel de energía bastante alto. Si no expone con energía podrá estar transmitiendo conceptos muy importantes y sin embargo el mensaje será confuso ya que quiere transmitir confianza a una audiencia, pero internamente la sensación es otra.
SEMANA: ¿Hay algún momento que sea más importante que otro durante una presentación oral?
A.C.G.: Los primeros tres minutos son fundamentales: Es necesario identificar cuál es la emoción ideal para iniciar la presentación, una emoción que permita la conexión con la audiencia desde el primer instante y ganar su confianza y es justo desde aquí que puede transmitir sus conceptos con mucho impacto. Recuerde: “La emoción es el máximo recurso para hablar en público”.
SEMANA: Un estudio que se hizo en Estados Unidos arrojó que para la mayoría de personas da más miedo hablar en público que la misma muerte. ¿Por qué a los seres humanos les da tanto miedo hablar en público?
A.C.G.: Esta es una gran pregunta. Tanto la muerte como hablar en público conllevan en sí mismos eso que llamamos incertidumbre (no sabemos lo que va suceder). Vemos ambas cosas como una experiencia negativa y pensar así hará que en nuestra sangre aparezca una sustancia que se llama cortisol, la cual nos lleva a un estado de ansiedad generando un estado mental limitado. Si a esto le sumamos un recuerdo negativo donde tuvimos una presentación que fue un desastre, es natural que cuando tengamos una nueva presentación estemos condicionados por ese recuerdo.
SEMANA: ¿Y cómo se puede luchar contra ese miedo de hablar en público?
A.C.G.: Aquí la clave radica en enfocarse en lo maravillosa que será la nueva experiencia de hablar en público. Esto puede llevar a un estado de expectativa que producirá en la sangre una sustancia denominada adrenalina, lo que dará vitalidad y hará que el enfrentamiento con la incertidumbre sea jugando a ganar.
SEMANA: ¿Pero el miedo cómo se maneja?
A.C.G.: También debemos atribuirle un significado diferente al miedo. Yo llevo más de 10 años entrenando equipos en varios países, he tenido audiencias desde 10 personas hasta 1.000 y siempre he sentido miedo pero eso no es necesariamente malo. Aquí el punto no está en no sentir miedo sino en cómo gestionarlo y en cómo convertirlo en fuerza y poder. El miedo más profundo que experimentamos los conferencistas es el miedo a no sentirnos los suficientemente capaces de hacer una gran presentación, entonces más que luchar con el miedo lo que debemos hacer es cambiar esa creencia limitadora. El miedo es el proceso de anticipación de algo que va suceder creyendo que será malo y ese pensamiento nos lleva a sentirnos de esa manera. Si cambia su forma de pensar cambiará su manera de sentir.
SEMANA: ¿Uno cómo puede ser un comunicador asertivo?
A.C.G.: Un principio fundamental: no existen comunicaciones buenas o malas, existen respuestas. Desde esta premisa para ser alguien asertivo hay que ser un gran observador de las respuestas tanto verbales como no verbales que va teniendo una audiencia a medida que avanza la presentación, para de esta forma modificar el estilo de comunicación en los momentos que se requiera.
SEMANA: Para usted, ¿quién es el mejor orador que tiene Colombia?
A.C.G.: El referente mío a nivel Internacional es Tony Robbins y a nivel país pienso que Diego Molano Vega, el exministro de las TIC, es un buen orador.
SEMANA: ¿Y a quién le recomendaría tomar clases?
A.C.G.: Como afirmaba Steve Jobs en algún momento, aprender a hablar en público es una necesidad que todas las personas deberían desarrollar. Comparto totalmente esta afirmación y considero que todos, desde los niños que hacen presentaciones escolares hasta los abogados que hablan en una audiencia, deberían desarrollar esta habilidad. De hecho en mi experiencia le he dictado clases (entrenamientos) a varios de estos grupos que he mencionado.
SEMANA: Para terminar, ¿en qué consiste el término acuñado por usted de Neuroemotion y de qué forma este concepto contribuye a ser un experto comunicador?
A.C.G.: Neuroemotion es el estudio del impacto que tienen las emociones en las acciones de las personas y cómo estas influyen en sus resultados. Desde esta definición puedo determinar que la “emoción es el máximo recurso de un ser humano” y en este caso específico de un comunicador. La emoción es el resultado de tres fuerzas:
- Fisiología (cómo usar el cuerpo durante una presentación: manos, gestos, posturas, tonos de voz)
- Enfoque (hacia dónde dirigir la atención_ pensamientos)
- Lingüística (lenguaje usado para comunicar)
El dominio de estas tres fuerzas hará un excelente orador. Aquí la clave radica en cómo usar las emociones durante toda la presentación, comprendiendo que es necesario pasar de emoción en emoción haciendo uso de las tres fuerzas (enfoque + fisiología + lingüística) para lograr que la audiencia experimente cada una de ellas.
SEMANA: ¿Una última recomendación?
A.C.G.: La audiencia debe ser el reflejo de lo que el conferencista piense, sienta y actúe y es por esta razón que concluyo que hablar en público es el arte de venderse a sí mismo. Hoy en día nos enfrentamos a audiencias más preparadas, exigentes y con más conocimiento, por lo cual no es suficiente solo dominar el tema: es necesario lograr que sus conceptos se conviertan en experiencias para cada uno de los asistentes.
Andrés Cadena será uno de los oradores del curso La Fuerza de Comunicar que organiza la revista SEMANA y el Locutorio. Para más información: Cursos Semana.