VIDA MODERNA

¿Por qué Colombia ya no es el país más feliz del mundo?

En el marco de la celebración del Día de la Felicidad, World Happiness Report publicó su informe mensual en el que Colombia quedó en el puesto 36. Resultado que contrasta con otras mediciones en las que Colombia se ha llevado la medalla de oro.

20 de marzo de 2017
| Foto: Jorge Restrepo

Todos los 20 de marzo de cada año la ONU publica el World Happiness Report en el que realiza una medición para conocer los países más felices del mundo. El listado coincide con la celebración del Día Internacional de la Felicidad y para este 2017 el gran ganador fue Noruega, con un índice de felicidad de 7,54 puntos.

Colombia quedó en el puesto 36, muy por debajo de otros países de Latinoamérica como Costa Rica, el mejor calificado de la región, que quedó en el puesto 12. A este lo siguen Chile, que obtuvo el escalafón 20, Brasil en el 22, Argentina está en el 24 y México 25.

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Esa medición contrasta sobremanera con otro informe internacional que midió la misma temática a inicios del año pasado.

En esa ocasión el Barómetro Global de Felicidad y Esperanza en la Economía preguntó a 66.040 personas en 68 países del mundo: ¿usted se siente personalmente muy feliz, feliz, ni feliz ni infeliz, infeliz o muy infeliz con su vida?

Para Colombia la medición la efectuó el Centro Nacional de Consultoría y los resultados no dejaron de ser sorprendentes. Obtuvo el índice de felicidad más alto, con un 85 %. Nos seguía Arabia Saudita, con un 82 %, Azerbaiyán con un índice de 81 %, Vietnam con 80 % y Argentina con el 79 %.

De acuerdo con el informe presentado, en Colombia el 77 % de los colombianos dijo ser feliz, mientras que 2 % afirmó que no lo era.

¿Pero por qué los resultados tan diferentes? Lo primero que hay que destacar es que la misma medición del año pasado reveló también la cifra del optimismo de los colombianos. Para esa vez Colombia obtuvo un índice de optimismo por debajo del promedio mundial: el 48 % pensó que el 2016 sería mejor, el 22 % consideró que sería peor y el 28 % aseguró que ese año sería igual que el anterior. Lo que dejó demostrado que ser feliz no es lo mismo que ser optimista.

En la medición de World Happiness Report midió 155 países mientras que la del año pasado 68 y fue un informe que realizó el Centro Nacional de Consultoría, que se acopló a uno internacional.

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Otro factor que podría ayudar a entender la diferencia son las variables con las que se estableció el estudio de la ONU: cuidado, libertad, generosidad, honestidad, salud, ingresos y buen gobierno. En esta última variable, por ejemplo, los recientes hechos de corrupción en las campañas presidenciales del 2010 y 2014 parecen haber generado un ambiente de desconfianza y desilusión en la opinión pública frente a la política tradicional.

En esa misma medición, el año pasado Colombia obtuvo el puesto número 31, lo que se podría explicar en que la clase política del país aún no había sido golpeada por el escándalo de Odebrecht.

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Otra de las variables es ingresos y en esa Colombia tampoco tiene muchas expectativas. El mismo presidente Juan Manuel Santos lo confirmó este fin de semana en una entrevista para el periódico El Tiempo en la que aseguró que el año pasado no fue muy bueno el crecimiento económico del país debido a la crisis, pero -según él- fue superior al de muchos países de la región.

Es más, el informe del año pasado entregó la percepción de los colombianos en  educación, la salud y el empleo, que hacen parte de la calidad de vida. El Ranking Global de Prosperidad, mide justamente esa variable. A Colombia no le fue muy bien: ocupó el puesto 68 entre 142 países, medición que refleja mucho más el negativo resultado dado a conocer por la ONU este lunes, en el Día de la Felicidad.

Lo cierto es que para muchos psicólogos, la explicación a los medidores positivos de felicidad en el país está en que a pesar de vivir problemas de desigualdad y corrupción en altas esferas de la sociedad, en Colombia las expecativas son altas: los niveles de proyección de las personas hacen que busquen alternativas para mejorar su situación. Es decir, es esa inventiva colombiana la que puede explicar los resultados tan disímiles en las mediciones.

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