OpiNión
Alucinación de turismo por petróleo
Para que el visitante forastero pueda reemplazar la “economía fósil” han de multiplicarse por seis los paseantes e incrementar el gasto individual entre 550 y 600 dólares.
En el 26 Congreso de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), Petro reiteró: “El turismo extranjero para llegar a Colombia puede ser sustituto (parcial) de la economía fósil” y “estar a la vanguardia de la economía descarbonizada” (26/8/22).
Al contar con la “paz total”, que liga al turismo, “potencia” a Colombia como gran destino turístico, a “comerciar su belleza”, para reemplazar los dólares percibidos por exportaciones minero-energéticas.
Se proyecta en la reforma tributaria de 2022 hacia 2030, como afirmó el vocero del Pacto Histórico y empresario hotelero, Gustavo Bolívar, con tarifa de renta preferencial a hoteles del 15 por ciento, en tanto se alza hasta 45 a las mineras con Ecopetrol a la cabeza y sobre una base mayor (Blu, 5/10/22).
¿De dónde arrancar? Desde 2017 hasta 2021, las exportaciones de petróleo promediaron al año 14.808 millones de dólares; los dividendos anuales trasladados por Ecopetrol a la nación fueron 4,57 billones de pesos (cálculos de Ecoportal), equivalentes a 1.350 millones de dólares (con tasa de cambio promedio de $3.384) y los impuestos pagados por periodo gravable por la industria petrolera, solo en exploración y producción, por renta, regalías, derechos a la ANH y otros, fueron $13,2 billones (ACP), cerca de 3.900 millones dólares.
Las contribuciones anuales del petróleo a la balanza de pagos son de más de 14.000 millones y de ingresos a la Hacienda, por distintas fuentes, superiores a 5.000. La sustitución de este “fósil”, sin contar áreas de transporte, servicios, distribución y consumo, exigiría facturar 20.000 millones de dólares cada 365 días por las fuentes sustitutas.
Las exportaciones de carbón, otro “fósil”, entre 2017 y 2021, promediaron 6.064 millones de dólares y los impuestos y regalías $2,3 billones, que son 700 millones de dólares, a la tasa de cambio promedio (ACM-Upme). Entre ventas externas y tributos diversos, el aporte cada 12 meses supera 6.800 millones. En conclusión, la suma anual, entre exportación y contribución fiscal, en la fase primaria de la economía “carbonizada”, es 30.000 millones de dólares, cuyo sucedáneo se porfía al turismo por encargo de Petro.
¿Dónde arranca la actividad turística para potenciarse? Datos del Dane y Migración Colombia entre 2017 y 2021 dicen que los ingresos por turismo internacional (viajes), gastos de visitantes foráneos, pagos a agentes nacionales por transporte y bienes o servicios recibidos en destino fueron para Colombia de 4.255 millones de dólares al año, traídos por 3,64 millones visitantes extranjeros que declararon el turismo como razón de viaje.
Así, el gasto en el servicio por cada turista es de 1.200 dólares, de lo que puede estimarse que, para reemplazar al menos 20.000 millones de dólares de exportaciones minero-energéticas, deberían venir 17 millones de personas más, que, agregados al flujo actual, da un total de 21 millones año. Sextuplicar lo de hoy, que exige crecer la inversión en infraestructura y demás servicios.
Para inyectar al fisco otros 10.000 millones de dólares faltantes, el importe en impuestos como IVA o consumo u otros gravámenes indirectos o relacionados al turismo debería subir el gasto personal a 1.750 y 1.800 dólares, 50 por ciento adicional al importe presente. Para que el visitante forastero pueda reemplazar la “economía fósil” han de multiplicarse por seis los paseantes e incrementar el gasto individual entre 550 y 600 dólares.
Obliga a morder un pedazo mayor de la torta del gasto mundial del turismo, que es 9,6 billones (millones de millones) de dólares (WWTC, 2019), desde el que tiene Colombia, menos del 0,0005 por ciento. Hay que subir del puesto de destino 80, por número de arribos, al 14 donde están los países que reciben 20 millones de turistas (IndexMundi). Para el próximo decenio y con ese fin Petro conjura a Hermes, dios griego del viajero, en ámbitos de una “paz total”.
Con una amarga faceta. Varias publicaciones clasifican a Colombia entre los más atractivos por turismo sexual (https://hookupguru.com/) y la Unesco contabiliza, sin subregistros, 35.000 menores explotados en ese sucio negocio que prendió las alarmas en Medellín, donde en 2021, de 1.647 delitos sexuales, 1.192 son víctimas menores de edad (notion.so). Superó a Cartagena en número de visitantes extranjeros hasta agosto de 2022, con 400.000, varios atraídos por indeseables atributos como “sexo y drogas” (Alcaldía, Informe El Poblado, 2016) en zonas calientes que El Colombiano ha destapado y expuestos en emisión reciente de Los informantes (2/10/2022), apetito desordenado que además disparó los precios de la finca raíz.
La lección de Grecia enseñó que el turismo solo no financió su deuda pública. Y peor es si –con modalidades abominables– se suplen el petróleo y el carbón.