OPINIÓN ONLINE

Una oportunidad de cuatro meses

Tal vez en los cuatro meses que el presidente ha mencionado, las FARC contemplen que su participación sin armas abriría la posibilidad de un proceso político que transforme el statu quo.

Semana.Com
13 de julio de 2015

Por fin la mesa ha anunciado el acuerdo para avanzar en la construcción de un cese bilateral definitivo y acelerar la negociación, acuerdo que el presidente ha salido a explicar rápidamente, buscando detener el fuego que incendia la pradera de la esperanza del fin de la guerra.

Entonces, ¿volverán las aguas a su nivel? Creo que no.

El daño provocado es grande y aunque la Nación ha sido comprensiva en los procesos de paz anteriores, los vientos sembrados por las FARC en las dos últimas décadas y el odio alimentado por el uribato traerán más tempestades.

Por ello, en la mesa, el Gobierno y las FARC deben lograr el acuerdo definitivo en lo que resta del año. Esto es inapelable. Y debemos ser firmes todos, porque en tiempo electoral habrá provocaciones a granel: a la mesa, al Gobierno, a las Fuerzas Armadas, a la opinión, a las propias FARC, por parte de los enemigos definidos de la paz que son los seguidores de Uribe y quienes a su sombra se acogen.

Templanza y celeridad son las palabras.

¿Este anuncio servirá para tener unas elecciones tranquilas en las que la coalición del Gobierno resulte vencedora? Apuesto a que sí. Serán tranquilas porque los enemigos del proceso saben que no se pueden reeditar de manera impune los años de plomo. Ganará las elecciones la coalición del Gobierno porque son los que están más organizados logística y financieramente y han mostrado ser maduros para asumir alianzas con sus viejos enemigos hasta hace apenas unos meses. El tipo de alianzas que se corresponde a la política.

En el Valle, Roy ahora se da abrazos con Angelino. El fajardismo oficialista de Antioquia se reparte entre Alonso y Federico para la Alcaldía: “no son alonsistas ni federiquistas”. En Santander, los liberales, sectores del viejo PIN y Convergencia Ciudadana andan en matrimonio con quienes eran sus enemigos jurados. En la costa Germán Vargas el vice tripleministro, sin taparse la nariz aceita la maquinaria de ahora que le servirá después en función de la derrota de los uribistas. En Arauca, Caquetá, Norte de Santander y Putumayo, el cese unilateral tendrá efectos directos sobre la coyuntura electoral porque las FARC y sus formas de organización social saldrán a votar y a elegir en coalición con aliados del Gobierno.

Los que deseamos un país más allá del que se ha construido hasta hoy, quienes pensamos que se debe poner fin a la guerra en que continúan las FARC y el ELN, los que conservamos la esperanza y los que la perdimos, de ver un frente amplio, respetable y respetado en Colombia, volvemos a sentir el sinsabor de la frustración anterior y a dudar de la repetición de la película.

Tal vez y aunque suene hoy ridículo, en los cuatro meses que el presidente ha mencionado, las FARC, sus seguidores y aliados puedan contemplar que su participación sin armas en el país abra para todos la posibilidad de organizar un proceso político que transforme el statu quo.

Las FARC deben pensar en esto, además de los retos logísticos y metodológicos que significa la tregua bilateral y el fin de la guerra.

Si lo piensan bien, a lo mejor no necesitamos los cuatro meses que se han puesto en la mesa para anunciar las más relevantes decisiones.

ajimillan@gmail.com
@alvarojimenezmi