OPINIÓN
Los amigos de Uribe
La creación de la Convivir de Luis Alberto Villegas se ajustaba al ideario de esas polémicas asociaciones: defenderse del terror de la guerrilla. Sin embargo, tampoco trajo paz a la zona.
Por su Twitter Álvaro Uribe es siempre el general que comanda la batalla para sacar al país de la impunidad en que nos sumió el acuerdo de paz, pero el Uribe que habla por teléfono es bastante menos moralista y exigente. El Uribe de las interceptaciones, el de la lengua viperina, habla de tú a tú con personas del bajo mundo que según él son colombianos honorables.
Uno de esos colombianos de bien con quien aparece hablando el expresidente Uribe, en esas interceptaciones ordenadas por la Corte Suprema de Justicia, es Juan Guillermo Villegas. En la fogosa rueda de prensa que dio el viernes pasado a la salida de la Corte Suprema de Justicia, luego de presentar el recurso de reposición contra el fallo que ordenó investigarlo por su presunta manipulación de testigos en contra del senador Iván Cepeda, el expresidente se refiere a Villegas en muy buenos términos y acepta incluso que ha mantenido con él una vieja amistad.
¿Pero quién es en realidad Juan Guillermo Villegas? El contertulio del expresidente Uribe es el hermano de Luis Alberto Villegas, un paramilitar y narcotraficante que según la Fiscalía pertenecía al bloque Metro de las Autodefensas que se instaló en el nordeste antioqueño, y que fue asesinado en 2004 por orden de Julián Bolívar, jefe del bloque Central Bolívar. Julián habría ordenado su asesinato cuando supo que Villegas estaba incriminando a su bloque de ser el dueño de un laboratorio de coca que había sido desmantelado por el ejército, pero que en realidad era de propiedad de Villegas.
Según la Fiscalía, Luis Alberto Villegas formó parte de las estructuras de las autodefensas desde 1998 cuando investigadores del CTI lograron establecer que desde el local comercial que él administraba en Medellín, llamado Lácteos El Paisa, se administraba una Convivir registrada bajo el nombre de El Cóndor, cuyo representante legal era el mismo Luis Alberto Villegas.
Esta Convivir había recibido su personería jurídica el 18 de noviembre de 1996 en una resolución firmada por el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, y su creación se ajustaba al ideario que estas polémicas asociaciones, que ahora quiere volver a revivir el Centro Democrático, fueron concebidas: fue creada para defenderse del terror y de la intimidación de la guerrilla que tenía sometidos a los ganaderos y a los campesinos de la región.
En esa zona las Farc cometieron muchos abusos contra la población, y sin duda la familia de Uribe Vélez fue una de las más afectadas: en 1983 las Farc asesinaron al padre de Álvaro Uribe en la finca Guacharacas y, posteriormente, en 1996, cuando Uribe ya era gobernador de Antioquia, el ELN incendió la finca y se robó cerca de 600 reses. Algún tiempo después, estando activa la Convivir, los Villegas Uribe les compraron a los Uribe Vélez parte de la finca de Guacharacas.
Sin embargo, esta Convivir tampoco trajo la paz a la zona porque empezó a ser cuestionada por algunos ciudadanos, quienes reportaron varios atropellos y abusos ante la Fiscalía, lo cual derivó en una apertura de investigación en contra de Luis Alberto Villegas. Ante el cúmulo de evidencias, un fiscal regional de la época lo vinculó a una investigación penal por el delito de concierto para delinquir y fue detenido el 4 de junio de 1998. Un año después, un juzgado especializado de Medellín lo absolvió de los cargos, pero los hallazgos de esa investigación terminaron siendo corroborados años después por el exparamilitar Julián Bolívar cuando confesó haber ordenado el asesinato de Luis Alberto Villegas.
Su hermano Juan Guillermo Villegas intentó llegar a la Cámara en 2002, avalado por el Partido Liberal y el Partido Conservador, pero desistió de hacerlo luego de que Juan Camilo Restrepo, quien en ese momento era aspirante presidencial, lo mencionó como uno de los candidatos que podrían estar apadrinados por los paramilitares, según información aparecida en El Tiempo el 19 de febrero de 2002. “El exministro dijo que los habitantes del nordeste antioqueño relacionaban el nombre de Villegas con las autodefensas y que las autoridades deberían establecer si esas denuncias eran verídicas o falsas”, dice la nota.
Uribe dijo en la rueda de prensa del viernes que él llamo a Juan Guillermo Villegas a preguntarle si era cierto lo que decían los testigos aportados por Iván Cepeda, en el sentido de que en la región donde quedaba la finca Guacharacas había habido paramilitares. Uribe dijo en la rueda de prensa que Villegas le había respondido con un rotundo no y que él entonces le había dicho que le ayudara a probar la verdad.
Decir que no hubo paramilitares en esa zona del nordeste antioqueño como lo afirmó el expresidente Álvaro Uribe en la rueda de prensa del viernes pasado desafía todas las evidencias probatorias que ha encontrado la Fiscalía a lo largo de años de investigaciones. Pero, además, dar como prueba de que no hubo paramilitares en la zona la palabra de Juan Guillermo Villegas, quien es el hermano de un paramilitar que según la Fiscalía fue miembro integrante del bloque Metro de las AUC que controló la región, desafía la inteligencia.