OPINIÓN
Hablar in english
Tenemos nuestro Little Miami en Bogotá. Solo que no lo pueblan mayamitas exiliados, sino bogotanos aspirantes a no ser de aquí.
Por favor: no más politiquería. Hablemos de otra cosa.
Los “creativos” de las agencias de publicidad están empeñados en que los colombianos aprendamos inglés a la fuerza: por el fast track. Basta con hojear una revista o un periódico para ver que la mayor parte de los anuncios están redactados en esa lengua. Passion for life.
All inclusive hotels & resorts. Showroom Bogota. The best or nothing. Go further: never just stay, stay inspired. For leather lovers. I feel now: motion & emotion. All new. Mamá es mi fashionist. The power to surprise. Harmony: Corona dinnerware. Innovation that excites. Del storytelling al storymaker. World Business Forum. Mom’s Day. Bogota Bridal Dream. 20% off. 30 % off. Sale. Sale. A veces con signo de exclamación: Sale!
Sale, como sabe todo colombiano de bien (y también el que no) que ha visitado Miami o ha soñado con visitarlo, quiere decir rebajas. Y off significa descuentos. Así que hasta ahí, cualquiera. ¿Pero cómo se traduce una frase tan misteriosa como Unbox your phone?
Unbox your phone. Test drive. Performance. Kids. This is living! Black weekend. Inspired by performance. How the world gets ready. Pantalla fullview. Blue Friday. Black Friday. Black Weekend. Dream Night. TV led Smart full HD. Función de one-touch. Perpetual date. Driving experience. Above & beyond. Always a pleasure. Diamond taste award (superior taste). Premium outlet. On leadership.
Hasta el chicharrón lo anuncian en inglés: Porkcolombia.
Por supuesto que sería deseable que los colombianos supieran hablar inglés, aunque también sería bueno que todos – empezando por los “creativos” publicitarios – hablaran español correctamente. Lo que en cambio me parece dudoso es que sirva de mucho que aprendan a decir “outlet” en vez de “concesionario”, “Mom’s Day” en vez de “Día de la Madre”, “kids” en vez de “niños” y “Black Friday” en vez de… ¿Qué diablos querrá decir eso de Black Friday? Viernes Negro. La expresión tiene una connotación siniestra, de mal agüero. Recuerda uno aquel trágico Septiembre Negro en que el rey de Jordania mandó matar a cientos de refugiados palestinos, y en su memoria los palestinos mataron en los Juegos Olímpicos a dos docenas de atletas israelíes. Se estremece uno entonces al imaginar lo que querrá decir Dream Night: ¿noche de pesadilla? ¿Y Blue Friday? ¿Y mini tres puertas Black Street?
Y después de hojear los periódicos sale uno (del verbo salir, en español) sale uno a recorrer las calles. Y es como… sí, como estar en Miami: todas las tiendas y locales tienen nombres y letreros en inglés (y algunas, como en Miami, en español). Porque así como en Miami hay un barrio que se llama Little Havana y en Nueva York otro que se llama Little Italy, así tenemos nuestro Little Miami en Bogotá. Solo que no lo pueblan mayamitas exiliados o emigrados, como los cubanos de Miami o los italianos de Nueva York, sino bogotanos anhelantes, aspirantes a no ser de aquí. Boots & Bags, Barber shop, Challeger store, Cantina & Food, Blessing, Tatoo Art Gallery. Una coqueta brasserie franco-british: Le Pub. Golden dagger. Fraternity rush. Otra brasserie resueltamente bogotana: Bogota Beer Company. ¿Cómo se pronuncia brasserie in english? The Happy Monk bar. Fitness Market. Sale outlet. Art style & Music. Market Colombina. Money Change. A través de la vitrina una advertencia: Wherever you are… Y en las puertas cuelga un cartelito: OPEN. O, a veces, CLOSED. Y el barrio, nos informan casi a la vez una laca en un muro y la choferesa del taxi que nos lleva, se llama Country.
Ah, qué bien. Es para eso entonces que los “creativos” publicitarios, tiernos protectores como mamás patas que enseñan a nadar a sus paticos, nos han puesto a practicar inglés leyendo anuncios: para que no nos perdamos si vamos a aventurarnos en las calles bogotanas.
Me aterra pensar que muy pronto esto mismo nos va a tocar en chino.
Pero entre tanto, y si es que las enseñanzas de los publicitarios sirven para algo ¿no debería el presidente Juan Manuel Santos cuando habla en Bogotá y en La Montañita (Caquetá) en Cartagena y en Anapoima y en Sincelejo y por la televisión colombiana, hablar en inglés como lo hace con tanto éxito en Londres y en Lisboa y en Oslo y en Abu Dabi, a ver si así logra por fin romper esa barrera de incomprensión mutua que lo separa de los colombianos?
Ah, no: dije al principio que por favor no siguiéramos hablando de política.