OPINIÓN
Cadena de pistas
La médica Deyanira Gómez, esposa del testigo Monsalve, tuvo que irse de Colombia con sus dos pequeños hijos.
En poder de la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia hay 12.500 reportes de monitoreo al abogado Diego Cadena. Las interceptaciones fueron efectuadas por agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, dentro del caso por manipulación de testigos que involucra también al expresidente Álvaro Uribe. Los organismos judiciales tienen registros de ubicación, llamadas y mensajes de texto entrantes y salientes, además de videos y audios.
Entre los interlocutores de Cadena está el testigo Juan Guillermo Monsalve que ha declarado sobre presuntos nexos de Uribe con paramilitares, su esposa la médica Deyanira Gómez, el secuestrador Enrique Pardo Hasche quien intentó insistentemente persuadir a Monsalve de cambiar su versión. Y desde luego el senador Álvaro Uribe que recibe reportes de Cadena e imparte instrucciones en algunas de las conversaciones.
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Cadena, conocido abogado de narcos y patinador de cartas de delincuentes para absolver a políticos y hostigar contradictores, fue a la cárcel Picota para pedirle al testigo Juan Guillermo Monsalve que volteara su declaración para favorecer los intereses del expresidente Uribe. Quería que le entregara un papel firmado antes del vencimiento del plazo que tenía el expresidente para presentar un recurso en contra de la apertura de la investigación.
Con una cámara oculta en un reloj, el testigo lo grabó diciendo entre otras cosas: “Lo que yo digo es… redactemos el hijueputa documento. Si no, yo vengo mañana. Mañana a primera hora presento el recurso. Eso es importante. La más importante de todas las declaraciones que hizo falta. Llevo cuatro… Las tengo ahí afuera en la camioneta”
Eso ocurrió el 22 de febrero de este año. La retractación de Monsalve no llegó dentro del plazo, Cadena siguió insistiendo y citó a la esposa del testigo en una cafetería del centro de Bogotá para hablar nuevamente del documento que esperaba le fuera entregado por ella a la corte. En la llamada para arreglar la cita, Cadena ofrece: “Yo les puedo ayudar con un recurso de revisión al tema de la condena”.
Para ese momento ya los agentes del CTI estaban documentando las presiones al testigo y grabaron tanto las llamadas como el encuentro. Cuando Cadena se percató de la presencia de los investigadores también grabó y le informó al expresidente Uribe en estos términos:
La médica Deyanira Gómez, esposa del testigo Monsalve, tuvo que irse de Colombia con sus dos pequeños hijos.
−Hablando con el señor de La Picota que compartió celda con él (Enrique Pardo Hasche) o estuvo preso con él, pensamos que es la esposa la que no ha permitido que esto llegue a feliz término porque el señor alcanzó a enviar la carta. Presidente ahí yo fui muy claro y le dije no, no, no, olvidémonos de eso si esas son sus pretensiones no, él lo único que me pidió fue su seguridad.
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−Era una trampa ahí, del fiscal y de la Corte Suprema – sostiene Álvaro Uribe grabado por el teléfono de su abogado.
−Sí, llegaron cuatro personas a la reunión –apunta Cadena- mis escoltas me estaban informando aquí hay gente rara, seguramente estaban filmando, grabando, qué se yo, pero fui muy prudente presidente.
Poco después, la conversación da un giro cuando el senador Uribe pregunta:
¿Y la señora de dónde es?
La señora es médico –responde el abogado Cadena- tenía acento paisa, creo que trabaja en Bogotá. De todas formas presidente si un peligro, un peligro.
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La charla continúa sobre el mismo tema y minutos después el senador Uribe vuelve con una pregunta aparentemente irrelevante:
¿Y la señora dónde trabajará en Bogotá?
No sé, presidente –responde Cadena- no sé dónde trabaja. Se llama Danixa (sic). Me dijo que era médico, decente, bien hablada. No sé más de ella. ¿Qué piensa?
Esa pregunta de Cadena se quedó sin respuesta. De eso da fe la grabación del 8 de abril.
Nueve días después, el 17 de abril, la médica Deyanira Gómez empezó a notar que era espiada por un hombre vestido como indigente que empezó a rondar su casa.
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El 27 de abril, cuando transitaba por la carrera 30 de Bogotá acompañada por un chofer y un guardaespaldas asignados por petición de la Corte Suprema de Justicia, sufrió un terrible susto. Un hombre manejando una motocicleta sin placas se acercó, golpeó el carro con la mano y les cerró la vía. Los escoltas lo reportaron a la Unidad Nacional de Protección como un episodio de intimidación.
Eso sucedió un viernes. Cinco días después, el 2 de mayo, cuando la doctora Deyanira llegó a su oficina en Coomeva Medicina Prepagada, donde había trabajado como auditora médica por seis años, se encontró con una carta de despido sin justa causa.
Las presiones de seguridad continuaron. La médica Deyanira Gómez, esposa del testigo Juan Guillermo Monsalve, tuvo que irse de Colombia con sus dos pequeños hijos.