OPINIÓN
Cadena y brazalete
Tanto la Corte Suprema como la Fiscalía tienen pruebas de que varias cartas de supuestos testigos a favor del senador Uribe no fueron escritas por ellos.
Mientras el expresidente Álvaro Uribe sostuvo en su indagatoria en la Corte Suprema de Justicia que aún no le ha pagado honorarios al abogado Diego Cadena y que va a retribuir sus servicios con un valioso lote de su esposa en un desarrollo urbanístico en Montería, el cuestionado Cadena afirmó ante la misma Corte –y bajo la gravedad del juramento– que ya ha recibido remuneración de Uribe por sus gastos y su tiempo. La declaración de Cadena contiene esta contradicción y varios vacíos.
PREGUNTADO: Senador Uribe, en el acuerdo que usted dice haber realizado con el abogado Diego Cadena de carácter profesional, ¿acordaron algún monto de los honorarios profesionales? CONTESTÓ: Ya se lo dije, honorable magistrado. Yo le dije que se le entregaba un lote de una urbanización, a propósito muy bonita, que todavía está en proceso, en un terreno de mi señora en Montería. Y se puso muy feliz. Él me dijo que tenía una novia en Montería, y se puso muy feliz. Es un lote que está llamado a tener mucho futuro. A valer dinero en el futuro.
En la misma diligencia, el indagado senador Uribe aseguró que la propiedad aún no había sido traspasada.
PREGUNTADO: ¿Pero no se le ha hecho la transferencia del dominio al abogado? CONTESTÓ: No, no.
Dos semanas antes, el abogado Cadena le había asegurado otra cosa a la Corte Suprema:
PREGUNTADO: Usted mencionó, en una de las respuestas al apoderado de la parte civil, que su gestión ya estaba remunerada. Preguntaron si era remunerada o no y usted dijo que sí. ¿A qué se refería, doctor Cadena? CONTESTÓ: El doctor Uribe me... me remuneró por estas gestiones, no recuerdo la fecha, pero sí recibí una remuneración. PREGUNTADO: ¿En qué momento el señor Uribe, Álvaro Uribe Vélez, le remunera a usted? CONTESTÓ: Yo manifiesto que necesito unos recursos para los gastos de mi desplazamiento y el tiempo empleado como apoderado en este tipo de actividades, señor magistrado. PREGUNTADO: ¿Y él le suministró esos recursos que usted refiere? CONTESTÓ: Sí, señor.
El abogado Cadena recordó ante el magistrado instructor la agradable compañía que tenía cuando fue a visitar a monseñor Julio César Vidal para recaudar una declaración a favor del expresidente Uribe. Pero en cambio olvidó por completo si la declaración la había escrito el obispo o él.
PREGUNTADO: ¿Qué año? CONTESTÓ: 2018. 2018 porque tuve una novia barranquillera y recuerdo que iba mucho a Barranquilla en el 2018 y ella me acompañó a hacer esa diligencia. PREGUNTADO: Pero recuerda la novia barranquillera y que ella fue, y ¿no sabe si usted hizo o no la carta? CONTESTÓ: Sí, señor. PREGUNTADO: ¿Como es eso ahí? CONTESTÓ: Sí, señor. Recuerdo la novia barranquillera, pero no recuerdo si el señor la hizo de su puño y letra. No recuerdo, señor magistrado, me disculpa.
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Tanto la Corte Suprema como la Fiscalía tienen pruebas de que varias cartas de supuestos testigos a favor del senador Uribe no fueron escritas por ellos. Una declaración de Carlos Enrique Vélez fue realmente escrita por Cadena. El abogado argumentó que el testigo, a quien le entregó varias veces dinero, no tenía el grado de instrucción para poder escribirla.
Tanto la Corte Suprema como la Fiscalía tienen pruebas de que varias cartas de supuestos testigos a favor del senador Uribe no fueron escritas por ellos.
En la diligencia, Diego Cadena reconoció que también escribió la carta de Elmo Mármol Torregrosa, un recluso de la cárcel de Cómbita que no debería necesitar que nadie escribiera por él porque se graduó de bachiller.
PREGUNTADO: ¿Esa es la que elaboró quién? CONTESTÓ: Diego Cadena. PREGUNTADO: ¿Quién la firma? CONTESTÓ: Elmo José Mármol Torregrosa. PREGUNTADO: ¿Aparece su nombre, el de Diego Cadena Ramírez, en esa carta? CONTESTÓ: No, señor.
El mismo día que Cadena fue a Cómbita para hacer firmar ese papel, recogió declaraciones de otros dos presos: Máximo Cuesta y Giovanni Alberto Cadavid. Las declaraciones tampoco fueron escritas por ellos, sino por una abogada llamada Ángela López. Según la versión de Cadena, se la encontró por casualidad en la cárcel de máxima seguridad y ella generosamente se ofreció a ayudarle para escribir a nombre de los presos:
PREGUNTADO: Y esa es la letra que usted en su declaración anterior... bueno, en una de sus respuestas dijo, que le conocía la letra a la doctora Gladis. CONTESTÓ: No, Ángela López, no… PREGUNTADO: ¿Ángela López? CONTESTÓ: No, no es que le reconozca la letra, señor magistrado, lo que pasa es que las mujeres regularmente escriben... Las últimas tres novias mías escriben parecido… Este tipo de letra.
La Fiscalía decidirá en los próximos días la suerte del abogado Diego Cadena. La Corte Suprema hará lo propio en el caso del senador Uribe.
En un escrito enviado por la defensa de Uribe a la Corte, y revelado por la Unidad Investigativa de El Tiempo, los abogados insisten en negar la existencia de pruebas contra él. Sin embargo, añaden que si la justicia decide dictarle medida de aseguramiento al expresidente, no deberían mandarlo a la cárcel, sino que bastaría con ponerle un brazalete electrónico.