OPINIÓN
Cayó la joya de la corona
El panorama no pinta bien para el país y mucho menos para la región. Esto será mucho más rápido que en Chile.
Lo que muchos no creían que sucedería: llegó el socialismo del SXXI a Colombia y para quedarse.
Cuando un populista demagogo de izquierda consigue llegar al poder no lo suelta por nada del mundo. Las transformaciones que quieren meter serán catastróficas para la economía de un país que necesita del fracking y de los hidrocarburos. El imponer el suspender estas actividades pensando que un país sobrevivirá a punta de aguacates y de maíz está completamente equivocado. ¿De qué va a vivir Colombia?
Su principal fuente de ingresos: Petróleo crudo (27,1%), hullas (10,6%), café (7,7%), oro (7,6%), petróleo refinado (5,2%), flores (4,2%).
De estas, las principales son las que quiere frenar el exguerrillero y hoy presidente electo, Gustavo Petro. ¿Hacia dónde pretende llevar al país?
Tendencias
Después de la grave crisis generada por la pandemia la inflación en todos los países está imparable y nuestro país no es la excepción. Leyendo un artículo de The Economist donde se confirma que se avecina para Estados Unidos una recesión leve, pero a largo plazo, la cual afectará también a Colombia, el presidente electo no hace nada para calmar a los mercados y mucho menos a los empresarios e inversionistas, ¿quién invierte en un país donde su amenaza latente es la persecución a los generadores de riquezas, empresas y empleos?
Gracias a muchos factores y al efecto Petro el dólar está pasando la barrera de los $4,600, donde ya muchos dicen que no se consiguen.
La debacle del país empezó sin el Chávez colombiano haberse posesionado, pero como no, si desde que quedó electo, él y sus más allegados colaboradores ya dicen de frente que en Colombia no habrá fracking, su ministra de Agricultura electa, Cecilia López, amenaza con expropiar a punta de impuestos altos a todos aquellos terratenientes que no hagan con sus tierras lo que el gobierno decida y los forzarán a venderlas al Estado, y ni hablar de la futura Ministra de Salud que confirma la reforma a la salud la cual acabará con las EPS.
Otro de los factores que no genera confianza es la confirmación de la no fumigación a los cultivos ilícitos -toca esperar a la fotografía de la DEA el 31 de diciembre para que confirme exactamente cuantas hectáreas hay-, pero el cálculo es aproximadamente mas de 220 mil hectáreas de coca sembradas. Colombia, ¿se convertirá en un narco Estado?
El presidente electo no se ha posesionado y ya anuncia un paquete de reformas (impuestos) para sostener su régimen, el cual convertirá en un barril sin fondo el bolsillo de los colombianos en un momento de crisis social bastante alto: impuesto a los planes de celular de más de $40,000. Impuesto a las bebidas azucaradas para pagar la salud. Impuesto de $15,000 por cabeza de ganado. Reforma Tributaria de más de $50 billones. Los grandes afectados y perdedores serán los colombianos. Y pensar que por una reforma de $20 billones (que echaron para atrás) incendiaron el país, pero ahí si todos mudos con las medidas que tomará el “mesías”. Las incoherencias que toca ver en la política. ¡Bienvenidos al gobierno de los impuestos!
Hubo algo más preocupante y fueron las declaraciones de esta semana en La FM del nuevo presidente del Senado, Roy Barreras.
Barreras dijo lo siguiente: “Tendremos un nuevo Fast Track, una receta jurídica que permitirá sacar adelante proyectos de ley rápidamente. Nos permitirá poner el pie en el acelerador”. Tengo entendido que el Fast Track ya no opera.
Fue un mecanismo que usaron para aprobar a pupitrazo limpio el acuerdo de “paz” con los narcoterroristas Farc pasando por encima de la voluntad popular al ser rechazado en las urnas el plebiscito, pero que ya no se puede usar, ¿lo revivirán? ¿O qué tipo de mecanismo se inventarán para aprobar las reformas profundas que cubanizarán a Colombia?
Roy Barreras también confirmó que el 7 de agosto presentarán la Reforma Tributaria, Agraria, política y electoral. Cabe recordar que el libreto como ya viene escrito y aplicado en países como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Argentina, Perú y ahora Chile, tiene unos pasos que ya todos conocemos: arman la Constituyente, se toman el Congreso, a la oposición la vuelven dócil (la aniquilan), se toman el sistema electoral para hacer creer que hubo elecciones libres, meten la reforma agraria para expropiar y se toman la justicia.
El panorama no pinta bien para el país y mucho menos para la región.
Esto será mucho más rápido que en Chile. Definitivamente los colombianos no voltearon a mirar al vecino: nadie aprende en socialismo ajeno.