OPINIÓN

Corrupción en Sanidad Militar y Hospital Militar Central

Es preocupante que la salud de los miembros de las Fuerzas Militares se vea afectada por actos de corrupción permitida por quienes administran los recursos asignados para tal fin.

Uriel Ortiz Soto, Uriel Ortiz Soto
19 de diciembre de 2017

Analizando los contratos: 060 - DGSM y 203 de 2014, con el objeto específico de: adquirir, suministrar, dispensar y ejercer el control de medicamentos, a favor de la firma: Droservicios Ltda,-entidad que tiene en su historial varias sanciones con resoluciones motivadas en firme, por incumplimiento de contratos anteriores-, se llega a la conclusión que tanto el director de la Dirección General de Sanidad Militar, DGSM; como del Hospital Militar, Homic, tienen mucho que ver en el principio de tolerancia e inadecuado manejo del contrato, que por la suma de: 590.567.984.11 millones de pesos, se firmó el 26 de diciembre/2014, el cual fue distribuido así: 434.326.984.911 millones de pesos para el primero y 156.241.000.000 millones de pesos, para el segundo, ambos bajo la modalidad de monto agotable.

Los contratos desde sus inicios han tenido serias irregularidades de tipo legal y administrativo, puestos en conocimiento del Ministerio de Defensa, sin que a la fecha se observe el más mínimo resultado de investigación por parte de los organismos de control interno y de la Contraloría y Procuraduría General de la República.

De conformidad con el artículo 6º de la Ley 1150 de 2007, las entidades estatales deben reportar mensualmente a las cámaras de comercio el listado con las providencias en firme de las empresas contratistas que hayan sido sancionadas. Durante el tiempo de la sanción deben permanecer en el certificado del RUP, en consecuencia no existe ninguna justificación para que las directivas de las entidades adjudicatarias hubiesen hecho caso omiso de esta disposición legal para la continuidad de dichos contratos con: Droservicio Ltda, Nit: 800.099.283-5.

Lo más grave es que no obstante las anomalías presentadas que dan mérito a sanciones administrativas, civiles y penales, los contratistas responsables, pese a los incumplimientos, continúan con los contratos como si nada hubiese pasado, puesto que con el consentimiento de los directivos de DGSM y Homic, siguen prorrogándose y otorgando anticipos por fuera de lo establecido por la ley.

¿Cuál será la fuerza política o qué intereses representa este contratista para que goce de tantos privilegios por fuera de las normas legales y del Estatuto anticorrupción?

En nuestro poder reposan las actuaciones administrativas y las denuncias que se han interpuesto ante los organismos de control, de las cuales se ha hecho caso omiso.

urielos@telmex.net.co

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