Opinión
Creatividad e innovación a través de Lego
Lego no es solo un juego para niños, también es una poderosa herramienta para la innovación en el ámbito educativo y empresarial.
¿Quién no ha disfrutado alguna vez de la magia de construir con Lego? Estos pequeños ‘ladrillos’ de colores nos han acompañado desde nuestra infancia, estimulando nuestra imaginación y nuestra capacidad para crear. Detrás de esta empresa, cuyo nombre surge de las palabras danesas “leg godt” (“jugar bien”), hay una historia de esfuerzo y perseverancia. Su fundador, el carpintero danés Ole Kirk Christiansen, empezó fabricando juguetes de madera en su taller en 1932, que años más tarde se convertirían en un referente mundial gracias al icónico Brick Lego, reconocido como el juguete del siglo en varias ocasiones.
Pero Lego no es solo un juego para niños, también es una poderosa herramienta para la innovación en el ámbito educativo y empresarial. Así lo demostraron los profesores Johan Roos y Bart Victor, quienes introdujeron el concepto de “Serious Play” a mediados de la década de 1990, base de la metodología Lego Serious Play (LSP) desarrollada por Robert Rasmussen, quien era líder de investigación y desarrollo de productos en el equipo de educación de Lego.
¿Por qué es tan atractiva esta metodología? La respuesta es clara: Los resultados pedagógicos que se pueden lograr son sorprendentes.
1. Permite la solución de problemas concretos en una organización. Los participantes “construyen” con el Lego las soluciones a los retos que se plantean, utilizando la conexión entre las manos y la mente para plasmar sus ideas con claridad.
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2. Promueve la creatividad y la innovación gracias a la cooperación entre los equipos de trabajo, donde no hay jerarquías ni barreras. Todos aprenden de todos y participan activamente, aportando sus talentos y perspectivas. Es una metodología muy valiosa para desarrollar el pensamiento estratégico a través de las historias o construcciones narrativas que se generan en los ejercicios. En mi caso, siempre me sorprendo y disfruto mucho el momento en el que se cuentan las historias de cada modelo, ya que reflejan una capacidad increíble para pensar fuera de la caja a la hora de resolver problemas.
3. Favorece la comunicación entre los equipos. La combinación de los desafíos, el trabajo manual y la escucha activa en la construcción de prototipos generan un ambiente de confianza y motivación en el que se comparten las ideas con fluidez y de manera asertiva.
4. El acompañamiento de trainers o facilitadores certificados con experiencia en la metodología permite convertir las ideas en innovaciones al servicio del bien común de una forma organizada y sistemática. Ellos son los encargados de guiar el proceso a través de unas preguntas prediseñadas que los participantes responden construyendo con lego. Luego, los equipos explican el significado de su modelo y se genera una reflexión colectiva.
5. Al ser una metodología de código abierto, facilita la colaboración entre pares, un factor esencial para la innovación. De hecho, se podría afirmar que existe una comunidad Lego Serious Play alrededor del mundo que comparte sus experiencias y aprendizajes.
Desde una perspectiva pedagógica, esta metodología basada en el juego favorece la atención y la motivación de los participantes, siendo un escenario en el que los errores se convierten en oportunidades de aprendizaje y en el que los participantes experimentan alegría mientras imaginan y fortalecen su autoconfianza, como los niños cuando juegan. ¡A los adultos parece que se nos olvidó jugar!
Sin duda, LSP es una forma inspiradora de aprovechar la innovación pedagógica en la vida cotidiana. Una oportunidad para aprender y solucionar desafíos mediante el juego, desarrollando a su vez competencias extraordinarias al construir y compartir ideas.
@alejandrocheyne. Rector Universidad del Rosario