Hernán Cadavid Columna

OPINIÓN

Crónica de un sesgo anunciado

Que los prejuicios y el sesgo producto de la agitación política no nublen la sensatez de los jueces y su especial propósito en la sociedad.

Hernán Cadavid
7 de julio de 2021

Entre la colección de inconsistencias, falacias y violaciones de garantías fundamentales en el proceso que se adelanta en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez por supuesta manipulación de testigos, detallaré diez hitos que permiten concluir ante los ojos de cualquier lector que estamos en presencia de un sofisticado entramado que, por fortuna, empieza a desmoronarse.

Hito 1. En 2012 el expresidente Álvaro Uribe denunció al entonces representante a la cámara Iván Cepeda por la búsqueda de falsos testigos en las cárceles de Colombia, a los cuales –y según testimonios bajo juramento de muchos de ellos– les ofrecía beneficios jurídicos y carcelarios a cambio de incriminar al expresidente Uribe y su familia. En 2018, y contra toda evidencia, el exmagistrado José Luis Barceló cerró el caso contra Cepeda y en su lugar abrió investigación contra el denunciante, Álvaro Uribe.

Hito 2. Simulando un error de procedimiento, el exmagistrado Barceló chuzó ilegalmente las comunicaciones del expresidente Uribe durante más de un mes. El togado adujo una confusión al decir que pensó escuchar al congresista del Chocó Nilton Córdoba, a pesar de que funcionarios del CTI advirtieron desde el inicio de las interceptaciones que estaban escuchando a Álvaro Uribe.

Hito 3. Los magistrados Luis Hernández y Barceló se confabularon con Deyanira Gómez, esposa del llamado testigo “estrella” contra el expresidente Uribe y la cargaron con equipos de grabación antes de reunirse con el abogado Diego Cadena. Posteriormente el país conocería que Deyanira Gómez Sarmiento, según información de inteligencia, es alias La Chiqui, relacionada con el Frente 27 de las FARC.

Hito 4. Aun cuando Juan Guillermo Monsalve es denominado el testigo estrella y con base en sus declaraciones se privó de la libertad al expresidente Álvaro Uribe, el magistrado Barceló y posteriormente el magistrado César Reyes impidieron que la defensa pudiera contrainterrogarlo. El país recuerda a la magistrada auxiliar Sandra Yepes, hoy en la JEP, mientras le susurraba al oído las respuestas al “testigo estrella”.

Hito 5. No obstante las solicitudes formales de la defensa del expresidente Uribe al despacho del magistrado Barceló, la Corte Suprema de Justicia se negó a informar la existencia del proceso. De manera sorpresiva el día 26 de julio de 2018 anunció públicamente el llamado a indagatoria a Álvaro Uribe. Un día antes Deyanira Gómez, alias La Chiqui, salió del país con la ayuda de José Miguel Vivanco, director para las Américas de la ONG Human Rights Watch.

Hito 6. Una vez la Fiscalía General de la Nación anunció audiencia contra el abogado Diego Cadena el 6 de agosto de 2020 para imponer medida de aseguramiento, en tiempo coincidente, tres días antes, el magistrado César Reyes se aprestó a proferir un auto cargado de falacias que priva de la libertad al expresidente Álvaro Uribe, generando presiones indebidas sobre los demás operadores judiciales.

Hito 7. Mientras el magistrado César Reyes se negó a capturar a Jesús Santrich existiendo pruebas contundentes, si privó de la libertad al expresidente Uribe sin una sola prueba en su contra. Tampoco informó que fue contratado por Juan Manuel Santos en el año 2016 por más de 574 millones de pesos con el fin de revisar la situación jurídica de los miembros de las FARC.

Hito 8. El auto de 1.554 páginas en teoría redactado por el magistrado Reyes incorporó graves falsedades y hechos que nunca existieron, como por ejemplo decir que: “Álvaro Uribe buscó de manera directa y personal al Tuso Sierra (…)”, o inventar que una respuesta que se preparaba para un incidente de desacato por parte de abogados del expresidente era una carta para presionar a un testigo, o que cuando Uribe manifestaba en sus llamadas interceptadas que “se dijera la verdad”, para César Reyes, estaba aparentando legalidad.

Hito 9. En el marco del proceso resultó que las supuestas víctimas del expresidente Álvaro Uribe son todos sus acérrimos difamadores: el exfiscal Eduardo Montealegre, su segundo, Jorge Fernando Perdomo, el senador amigo de las FARC Iván Cepeda, e intentaron constituirse como víctimas Gonzalo Guillen y Deyanira Gómez, alias La Chiqui, presunto testaferro de Juan Guillermo Monsalve. Todos han tenido como finalidad la dilación injustificada, el saboteo procesal y el sistemático abuso del derecho con recursos improcedentes, tutelas, quejas, etc.

Hito 10. Contrariando el artículo 235 de la Constitución y la jurisprudencia, vulnerando el derecho fundamental de igualdad y contra tres compañeros de la Sala de Instrucción que salvaron el voto, el magistrado César Reyes impidió que el caso del excongresista Álvaro Hernán Prada pasara a la Fiscalía General de la Nación. Todo con el único propósito de afectar mediática y jurídicamente la audiencia de preclusión del expresidente Álvaro Uribe Vélez próxima a desarrollarse.

“Dadme un prejuicio y moveré al mundo” (Crónica de una muerte anunciada, 1981).

Que los prejuicios y el sesgo producto de la agitación política no nublen la sensatez de los jueces y su especial propósito en la sociedad.

Noticias Destacadas