OPINIÓN
¿Cuál es la verdadera causa?
Nuquí y el Chocó requieren soluciones estructurales al problema de orden público. El presidente Iván Duque debería generar las condiciones para que el Estado tenga mayor presencia en este territorio.
El vil asesinato de la lideresa social Juana María Perea Plata, nos conmovió a todos. Aun no hay resultados de la investigación, y ante la ausencia de evidencia contundente que permita esclarecer las causas y dejar absolutamente claro quien planeo y ejecutó dicho asesinato, es una ligereza asegurar que estos hechos ocurrieron por su activismo en contra de la construcción del puerto de Tribugá.
Juana era una empresaria y activista colombo-española. Venía ejerciendo un rol como líder del gremio de hoteleros de Nuquí, y a raíz de la pandemia, impulsaba un proyecto de elaboración de elementos de bioseguridad en la comunidad. Tristemente, el cuerpo sin vida fue arrojado en la playa, frente de la estación de policía del municipio, al parecer los autores materiales e intelectuales del homicidio quería enviar un mensaje de terror a los pobladores de Nuquí.
Todavía no me termino de convencer de que la principal causa del asesinato de Juana haya sido a raíz de su rol activista por oponerse a la construcción del puerto de Tribugá, debido a que el proyecto hasta el momento está parado. Las personas que no estamos de acuerdo con la construcción de dicha obra, nos alegramos de que, en septiembre del presente año, la ANI declaró el desistimiento tácito de la solicitud para la concesión portuaria que presentó la Sociedad Promotora Proyecto Arquímedes. Sumado a que La ANLA negó la licencia ambiental de alternativas por el incumplimiento de requisitos ambientales, sumado a que previamente, CODECHOCÓ estableció la inviabilidad del proyecto por sus efectos negativos en el medio ambiente.
Ante este panorama, me surge la duda, ¿Cuál es la verdadera causa del asesinato de la lideresa Juana Perea? Para contestar esta pregunta es necesario primero conocer los resultados de la investigación, es irresponsable asegurar motivos sin tener evidencia a la mano que lo sustente, sin embargo, podemos abordar tres puntos claves que pudieron incidir en dicho acto, a la luz del contexto actual en materia de orden público que atraviesa el Chocó.
Lo más leído
1) Los problemas de orden público de Nuquí y el Chocó son estructurales y se han mantenido desde hace muchos años. En lo que va de 2020, Quibdó, es la ciudad capital con mayor tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, tres veces más que la media nacional. Así mismo en todo el Chocó y en Nuquí ha habido muchos homicidios, algunos de ellos en circunstancias parecidas a la de Juana Perea, los cuales quedan en la impunidad porque no hay quien los investigue.
2)Tanto Chocó como Nuquí son lugares aislados del resto del país. Solo es posible llegar a Nuquí por mar o por avión (a 15 minutos de Quibdó). Es un lugar olvidado por el Estado, pero estratégico para los grupos criminales. En esta zona del Chocó, reina la presencia de varios grupos al margen de la ley; no solo del ELN, sino también del Clan del Golfo, Autodefensas Gaitanistas y otras bandas dedicadas al narcotráfico.
3) Incapacidad del gobierno en el combate a la delincuencia común y en el control del territorio. Los grupos criminales extorsionan a los pobladores, comerciantes y dueños de hoteles, porque la presencia del Estado y la fuerza pública es paupérrima. Nuquí a la fecha, tan solo cuenta con 9 policías para una comunidad de más de 7.000 habitantes.
Nuquí y el Chocó requieren soluciones estructurales al problema de orden público. El presidente Iván Duque debería generar las condiciones para que el Estado tenga mayor presencia en este territorio; no solo a través del incremento del pie de fuerza, sino también con soluciones de fondo para que esta región cierre brechas socioeconómicas. La promesa de provisión de bienes públicos básicos como; hospitales, seguridad, agua potable, energía eléctrica, educación de calidad, infraestructura, entre otros, no puede estar supeditada a que la comunidad avale la implementación de megaproyectos que, en últimas, no están pensados para mejorar las condiciones económicas y sociales de los habitantes del municipio.
La semana pasada lamentablemente le ocurrió a Juana, la justicia y la fuerza pública tienen que actuar con rapidez, para que mañana no les ocurra lo mismo a otros habitantes de Nuquí en particular o del olvidado Chocó en general.
Twitter: LeynerMosquera