OPINIÓN

La grabación

El gerente del No dijo todo lo que aparece en la entrevista de ‘la república’ y algunas cosas más que los colombianos tienen derecho a conocer. Entre otras, el papel de Álvaro Uribe en la financiación de esas estrategias

Daniel Coronell, Daniel Coronell
3 de junio de 2017

Dura una hora, 33 minutos y 43 segundos. Es el registro completo de la entrevista de Juan Carlos Vélez Uribe, gerente de la campaña del No en el plebiscito, a la periodista Juliana Ramírez, en ese momento editora de asuntos legales del diario La República. Es también la confesión de que el No recurrió a una campaña engañosa basada en el fomento de la indignación, la exacerbación del miedo y el estímulo de la crispación.

La grabación habría podido seguir durmiendo el sueño de los justos si no fuera porque Juan Carlos Vélez Uribe no pudo soportar más su silencio de nueve meses y reventó dando a luz una nueva entrevista, esta vez a SEMANA. Después de admitir y disculparse por sus palabras en octubre, ahora Vélez quiere reescribir la historia y culpar a los periodistas de La República de presentarlas de manera “distorsionada y descontextualizada”. (ver:  “Ramos puede ser la carta ganadora del uribismo”: Juan Carlos Vélez)

No hay tal. El gerente del No dijo todo lo que aparece en la entrevista y algunas cosas más que los colombianos tienen derecho a conocer. Entre otras, mencionó el papel de Álvaro Uribe en la financiación de esas estrategias.

En primer lugar confiesa que la campaña no se basó en la evaluación real de los acuerdos de paz sino en el estímulo de la indignación. Según Vélez unos asesores gratuitos y no identificados –de quienes solo informa que eran amigos de Nubia Stella Martínez– le dijeron: “Ellos van a apelar a la esperanza, ustedes tienen que apelar a la indignación. Dejen de explicar los berracos acuerdos. Ya no jodan más con esos acuerdos”.

Cuando le preguntaron a Vélez por la identidad de los consultores, titubeó: “No, unos, unos, unos, unos tipos de Panamá que son asesores panameños…que tienen... que son como panameños brasileros. Tienen una sociedad. No, ahí tengo el nombre”.

Siguiendo el consejo de los misteriosos estrategas de dudosa nacionalidad, los del No se dedicaron a mantener iracundos a los votantes: “Montemos unas cuñas donde la gente da testimonios de por qué está berraca”.

Y da como ejemplo: “Una señora llorando. Ay yo fui víctima, ay no me han reparado –Vélez finge el llanto y continúa– Las Farc… Emberracar a la gente”.

En la grabación Juan Carlos Vélez afirma que su grupo de trabajo fue conformado por Ruby Chagüi y unos creativos expertos en hacer videos y colgarlos en las redes sociales.

Las cuñas en emisoras locales fueron pagadas con fondos que no están registrados en la contabilidad del Comité Nacional por el No: “Yo también cogí a cada uno de los senadores y parlamentarios y les dije me tienen que conseguir 10 millones de pesos en cuñas radiales. Ahí me levanté 400 millones. Digamos que eso no está totalizado porque esos entraron por comités regionales. Pero todos me cumplieron porque eso fue con orden de Uribe. Bueno presidente: mande pues. Y ahí mismo… tan”.

En la grabación Vélez también cuenta que una de sus misiones fue sabotear la ceremonia de firma de los acuerdos de paz en Cartagena: “Vamos a dañarle la fiesta a Santos. La fiestecita a Santos”.

Y cuenta cómo y con quién lo hizo: “Yo mandé dos carros vallas con fotos de Timochenko y de Venezuela y el No y los mandamos tres días antes pa ponerlos a andar por la ciudad vieja, ¿para qué? Para que las delegaciones internacionales vieran otra cosa”.

Luego vino la marcha en Cartagena. Vélez relata que acarrearon gente en diez buses desde el sur de Bolívar pero el grueso de la manifestación la aportó un polémico personaje: “Eso estaba con mucha fuerza porque eso sí, el mejor trabajo que yo le hice al Centro Democrático fue traernos al pastor Miguel Arrázola, Miguel es hermano de ‘La nena’ y es un líder pa Cartagena impresionante. Ese tipo va a ser alcalde de Cartagena, se va a lanzar y el tipo va a ganar”.

La mezcla de desinformación, fanatismo religioso y rabia dio el resultado esperado. Tal como lo dice Vélez no se trataba de apelar a la razón: “Sí... a la indignación. Entonces la gente votó berraca. Nosotros lo que estábamos buscando es que la gente saliera a votar así”.

La joven y rigurosa reportera que hizo la entrevista ganó el Premio Nacional de Periodismo. Cuando se lo entregaron ya no trabajaba en La República.

Juan Carlos Vélez, el gerente exitoso del No, fue obligado a renunciar al Centro Democrático. Muchos de sus antiguos compañeros de causa le reprochan no por haber hecho lo que hizo, sino por haberlo contado. Y eso que no saben todo lo que contó.

El expresidente Uribe censuró la entrevista de Vélez en un trino que no necesita comentarios “Hacen daño los compañeros que no cuidan las comunicaciones”. 



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