OPINIÓN
Sin Bustos no hay paraíso
Bustos no parece trabajar mucho. Sus informes de ejecución del contrato son de apenas dos hojitas hechas de afán pero nadie puede discutirle que su presencia protectora ha librado de todo mal al gobernador Rey.
Una mano lava la otra. En la anterior columna hablamos, entre otros temas, de la maravillosa suerte que tuvieron los defendidos por Luis Gustavo Moreno en la Corte Suprema de Justicia mientras Leonidas Bustos fue magistrado de la Sala Penal y aún después. Su influencia ha sido tanta que -en buena medida- fue él quien logró la elección de Néstor Humberto Martínez como fiscal general. El nuevo fiscal muy pronto nombró a Luis Gustavo Moreno, el hombre de confianza de Leonidas Bustos, como director nacional anticorrupción de la Fiscalía.
Fue entonces cuando se invirtieron los papeles. Moreno pasó de litigante a funcionario judicial mientras Bustos mutó rápidamente de magistrado a asesor legar de poderosos personajes que tenían procesos pendientes o incluso preocupaciones por eventuales casos que se veían venir en la Fiscalía.
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Uno de esos personajes es el gobernador de Cundinamarca Jorge Emilio Rey, mencionado en esta misma página hace unas semanas.
El lunes 9 de enero, en la práctica el primer día hábil de este año, Luis Gustavo Moreno recibió un correo electrónico con ampliación de informaciones sobre una denuncia ciudadana por varios hechos de corrupción el Cundinamarca, incluyendo “volteo” de tierras, una millonaria empresa criminal para cambiar con sobornos el uso de suelos. Las denuncias iniciales habían llegado a la fiscalía el año anterior. De ese correo tengo copia pero no lo voy a publicar para proteger una fuente de información.
En esos documentos hay señalamientos y pruebas sobre posibles delitos en los que habrían incurrido el gobernador de Cundinamarca; su jefe de gabinete Nicolás García Bustos, el ex alcalde de Funza y actual gerente de la licorera Jorge Enrique Machuca, también los ex alcaldes de Mosquera Raúl Emilio Casallas, Álvaro Rozo y Álvaro Rincón; y el ex alcalde de Madrid Giovanny Villarraga, entre otros.
La investigación empezó y -por una casualidad inexplicable- tres semanas después la Gobernación de Cundinamarca inició un veloz proceso para contratar al ex magistrado Leonidas Bustos como asesor.
El 8 de Febrero mientras el fiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno recibía la radicación de las denuncias. Su padrino burocrático, el ex magistrado Leonidas Bustos, pasaba una propuesta de contrato a la gobernación de Cundinamarca.
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El contrato por 87 millones 500 mil pesos fue firmado el día 20 de febrero entre la gobernación y el magistrado Bustos como representante legal de la empresa Bustos Martínez.
3 días después la fiscalía ordenó la captura del exalcalde de Madrid Giovanny Villarraga. Ya han caído Casallas y Rincón pero al gobernador y a su círculo inmediato no les pasa nada.
Bustos no parece trabajar mucho. Sus informes de ejecución del contrato son de apenas dos hojitas hechas de afán pero nadie puede discutirle que su presencia protectora ha librado de todo mal al gobernador Rey.
Similar suerte han tenido la ex gobernadora del Quindío, Sandra Paola Hurtado, y su esposo César Augusto Pareja conocido como “Toto”. A pesar de la existencia de denuncias de irregularidades contractuales y favorecimiento de familiares con recursos públicos, nada les ha sucedido. Bustos los ampara.
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Otro caso emblemático es el del exgobernador del Cauca, Temístocles Ortega. Hay pruebas del uso y abuso de recursos oficiales para sus campañas políticas. El caso en contra del ex gobernador se detuvo súbitamente con la llegada de Luis Gustavo Moreno a la fiscalía anticorrupción.
Nadie se explicaba el frenazo hasta cuando los periodistas acuciosos de Caracol Radio descubrieron que Temístocles también estaba asesorado por el ex magistrado Leonidas Bustos, invicto en esta fiscalía.
Temístocles, que se conoce los tejemanejes de la justicia porque antes de ser gobernador fue magistrado de la judicatura, no se conformó con contratar a Leonidas Bustos sino que además tuvo por cosa prudente cambiar de partido político. Ahora está con Cambio Radical, el mismo grupo del fiscal Néstor Humberto Martínez, pero esa es otra historia.