Opinión
De bodegas, bodegueros y mentiras
Es mi único propósito concientizar a los colombianos de la importancia de seguir trabajando, cada uno desde sus posiciones, para que NO nos digan y escriban mentiras, para que NO se dejen vender “esperanzas chimbas”.
Cuando a los perversos se les acaban los argumentos para demostrar la razón sobre un tema, de manera inescrupulosa acuden a las groserías, acompañadas de blasfemias, engaños y mentiras que, repetidas muchas veces, empiezan a causar efecto en la retina y tímpanos de quienes las leen y escuchan. En tal virtud, he querido traerles en esta columna de opinión, a los que se toman el tiempo de leerla, algunos aspectos que considero de muchísima importancia para NO dejarnos arrastrar de quienes se han dedicado a esta actividad tóxica colectiva.
1. Al retirarme quise materializar uno de mis sueños y hoy agradezco a quienes en su momento hicieron posible este último logro, que me motivó tanto que ya estoy trabajando en un segundo esfuerzo. Hablo del libro de mi autoría El Honor del deber cumplido: una vida construyendo país. En esta obra expliqué con detalle cada momento de mi vida militar, aspecto este que seguramente incomodó mucho a los detractores, que han buscado por todos lados la manera de manchar mi carrera como soldado de esta patria. Y pues hoy, tal como lo detallan algunas noticias, NO escatiman esfuerzo maquiavélico alguno para obtener información mal habida y a como dé lugar, con el propósito de emplearla a su libre antojo, sin respeto a las leyes ni a NADA, porque simplemente así actúan los que toda su vida han vivido en la oscuridad del MAL.
2. Recuerdo que un día me encontraba acompañando un acto muy especial (el lanzamiento de un libro de una persona cuyo nombre me reservo). Me encontré en ese acto con unas personas que me dijeron: “General Zapateiro, la verdad, lo felicitamos y los animamos a seguir escribiendo; ya leímos su libro”. Y cada uno de ellos me dio a conocer sus impresiones de este. Pero me llamó la atención que ellos me dijeran: “Pero lo más importante, general, es seguir escribiendo porque es de la única manera que NO permitirá que otra persona le escriba su vida y, mucho menos, que nadie les diga a los colombianos quién fue, ha sido y sigue siendo usted.
3. Hoy, cada vez que escribo un artículo y lo comparto en las redes, de manera inmediata se disparan quienes están dedicados al “BODEGAJE”. Sí, esos que se suman a la mediocridad y les duele que con argumentos les desarme la telaraña que quieren formar para atrapar incautos. Las BODEGAS sirven para crear una narrativa mentirosa, y tuvieron su máxima expresión en la época de la conflictividad social que vivió Colombia entre el 2019 y el 2021, la que no tuvo otro propósito que desprestigiar a las Fuerzas Militares y de Policía y al gobierno del presidente Iván Duque Márquez con fines electorales. Todos recordamos al hoy presidente afirmar en Francia: “El Ejército fusiló a 100 jóvenes en el marco de las protestas “sociales”, afirmación que faltó a la verdad, pues ello jamás ocurrió. Quienes lo vivimos sabemos que dichas protestas fueron VIOLENTAS e infiltradas por criminales con la alcahuetería y anuencia de quienes se ufanaron de haberlos patrocinado. Por ello, desmentí al presidente desde España, recordándole a él y a todo el país que el Ejército Nacional, en ese entonces, y siempre, ha sido fiel a su mandato constitucional.
4. Las Bodegas le seguirán haciendo “el favor” a quien quiera que les pague. Por ello, desde mi retiro, sin ningún tipo de arma, respetando la Constitución y las leyes de la República de Colombia, decidí dejar conocer mis posturas y pensamiento crítico sobre todo lo que observo en el acontecer nacional desde el momento mismo en que NO quise hacer parte de la cúpula que acompañaría este “gobierno”. El porqué sobra escribirlo y explicarlo en este artículo, pero les recuerdo que, fiel a mi juramento, preferí hacerme a un lado antes que desconocer mis deberes como ciudadano de bien y como militar frente al nuevo gobierno.
Es mi único propósito: concientizar a los colombianos de la importancia de seguir trabajando, cada uno desde sus posiciones, para que NO nos digan y escriban mentiras, para que NO se dejen vender “esperanzas chimbas”. Nada ni nadie puede llegar de la Luna y mucho menos del cosmos para venirnos a engañar con discursos salidos de la realidad y que NO han servido para nada en otros países y, peor aún, a tratarnos como si la estupidez nos hubiese alcanzado. ¡NO, colombianos, NO!
5. Cuando salió el documental de Caracol, al día siguiente me llamaron varios medios de comunicación, preguntándome qué sabía yo de esos temas. Les dije que llamaran a los actuales comandantes, pues son ellos los que deben atenderlos y dar sus opiniones o respuestas a sus inquietudes. Debe entenderse que los generales en retiro somos respetuosos de quienes hoy están asumiendo la responsabilidad de las Fuerzas Militares, así pues, en ese entendido, yo no doy órdenes y mucho menos los mandos estarían dispuestos a cumplirlas.
6. Bien vale la pena aprovechar este breve escrito para ilustrar cómo al interior de las Fuerzas Militares, NO es el comandante del Ejército quien toma la decisión final de retirar algunos miembros de la institución. Ello atiende a la estructura de la Fuerza y, finalmente, quien los llama a calificar servicios es el Gobierno nacional. Así ha sido en gobiernos anteriores y continúa siendo así en el actual gobierno, correspondiendo a todos los miembros de cada una de ellas respetar y acatar la decisión del comandante en jefe.
¡Ay de aquellos a quienes el dolor los ha llevado a vender hasta el HONOR por un cargo!, a los TRAIDORES, después de esta Semana Santa de reflexión, les puedo decir lo que podrán leer en la biblia:
“Cuando somos honrados, estamos a salvo del mal; pero a los TRAIDORES su ambición los domina. Cuando mueren los malvados, mueren con ellos su esperanza y sus sueños de grandeza. A los malvados les cae la desgracia, pero los buenos quedan a salvo.”
Sin más, un saludo especial para los colombianos después de una semana de REFLEXIÓN y a los soldados de las Fuerzas Militares y policías, un saludo y un fuerte abrazo de HERMANDAD.