OPINIÓN
Contratos de papel
Desde que se destapó el escándalo en Colombia, José Elías Melo es el único alto ejecutivo que ha sido acusado por la Fiscalía de NHM de haber presuntamente conocido u ordenado el pago de sobornos que ya superan los 50 millones de dólares.
Según documentos obtenidos por esta columna, que también reposan en la SIC y la Fiscalía, el dinero que Odebrecht utilizó para el pago del soborno de 6,5 millones al exviceministro de Transporte del gobierno Uribe Gabriel García, en 2010, habría salido de la Ruta del Sol II a través de un contrato de papel.
Las primeras puntadas de cómo habría sido el mecanismo urdido para hacer esos pagos sin levantar sospechas fueron reveladas por una investigación hecha por Gerardo Reyes de Univision Investiga, aparecida el 4 de abril de este año. El periodista tuvo acceso a una confesión judicial inédita del director de Odebrecht en Bogotá para la época, Luiz Antônio Bueno Júnior, en la que por primera vez hace referencia a un contrato que no estaba en el radar de la Fiscalía colombiana: el que se firmó entre Odebrecht-Colombia y la empresa española DCS Management S.A. en 2009 con el objetivo de que esta última asesorara a la multinacional brasileña en la licitación de la Ruta del Sol II.
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Según Univision, Bueno confesó que ese contrato era de papel y que habría sido elaborado por instrucciones de Marcos Grillo a quien la justicia brasileña ha identificado como el gran operador de un fondo de sobornos, evasión de impuestos y contribuciones políticas ilegales de Odebrecht, conocido internamente como “La Caja Dos”. (Ver contrato e informe de Univision en el que se explica cómo la plata nunca llegó a DCS Management S.A.).
Tanto Bueno como Grillo se declararon culpables de cargos de corrupción como parte de un acuerdo de cooperación judicial con la Justicia brasileña.
Univision no encontró ninguna evidencia de que el pago por este contrato hubiese llegado a la firma española DCS Management S.A., pero esta columna sí encontró tres pagos que se habrían hecho desde la constructora Ruta del Sol II en 2010 a la firma española DCS Management S.A. en 2010. El primero se pagó con la factura 140201 por valor de 10.473.839.000 pesos que para el 4 de junio –fecha de la erogación– eran 5.341.000 dólares; el concepto por el que se pagó es el de “Diseño de Honorarios Exterior Primera Cuota 50 %”. El segundo se hizo con fecha del 31 de agosto de 2010 y con la factura 205 por el valor de 6.150.128.000 pesos –3.373.630 dólares y el tercero, con la factura 246 por 3.970.167.000 pesos –2.177.820 dólares de la época.
Según el acuerdo de socios de la Ruta del Sol II, los pagos que salían de la constructora debían ser autorizados por tres funcionarios: uno de Episol y dos de Odebrecht. Por Episol lo hizo Mauricio Millán Drews, gerente de la administración contractual de Consol para la época, y por Odebrecht Manuel Ricardo Cabral Jiménez y Luis Claudio Texeira. Ninguno de estos tres nombres han sido investigados por la Fiscalía colombiana.
Desde que se destapó el escándalo en Colombia, José Elías Melo es el único alto ejecutivo que ha sido acusado por la Fiscalía de NHM de haber presuntamente conocido u ordenado el pago de sobornos que ya superan los 50 millones de dólares.
Los casi 11 millones de dólares que se habrían pagado a través de este contrato de papel exceden significativamente los 6,5 millones de dólares en sobornos que Bueno ya había confesado en su delación de enero de 2017 con el propósito de lograr un principio de oportunidad con la Justicia colombiana; un acuerdo que los jueces todavía no le han aprobado. ¿A dónde fueron a parar los otros 4.300 millones de dólares restantes? A las campañas políticas de 2010? ¿A las manos de los funcionarios del gobierno Uribe? Preguntas sin respuesta.
Esta columna también ha podido establecer que este contrato de papel por casi 11 millones de dólares no fue detectado ni por el controller de Corficolombiana ni por el gerente contractual de Epysol, quienes sí detectaron contratos sospechosos por cerca de 55.200 millones de pesos entre 2013 y 2014, los cuales fueron pagados por la concesionaria y la constructora Ruta del Sol II a contratistas. Aunque la Fiscalía tiene presos a varios de los representantes legales de estas empresas porque se prestaron para hacer contratos de papel para repartir sobornos a políticos, hay todavía muchos contratos irregulares o sospechosos que podrían ser de papel que todavía no ha investigado la Fiscalía. (Ver copia de ese informe del controller).
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Desde que se destapó el escándalo en Colombia, José Elías Melo es el único alto ejecutivo que ha sido acusado por la Fiscalía de NHM de haber presuntamente conocido u ordenado el pago de sobornos que ya superan los 50 millones de dólares. (La Fiscalía le imputó cargos por el delito de cohecho y de celebración indebida de contratos, pero solo por el soborno de 6,5 millones. Su juicio está a punto de comenzar).
Hasta el momento, tanto Melo como el Grupo Aval han negado haber sabido del pago de sobornos. Sin embargo, con este contrato de papel pagado en 2010 por la constructora Ruta del Sol II por casi 11 millones de dólares, con el visto bueno del delegado de Episol, les va a quedar muy difícil seguir insistiendo en que todo fue a sus espaldas.