Luis Carlos Vélez Columna Semana

OpiNión

Doble rasero

Como lo fue en la alcaldía, el presidente Petro es su peor enemigo. El mandatario está corriendo el riesgo de dilapidar rápidamente su capital político, y eso, sin duda, pondrá a prueba si tiene o no talante democrático.

Luis Carlos Vélez
11 de marzo de 2023

Los siete meses de gobierno de Gustavo Petro han sido de los más caóticos que ha tenido la historia reciente colombiana. Sin embargo, sorprende que para la mayoría de los medios de comunicación, opinadores e incluso políticos todo parece rondar dentro de los parámetros de la normalidad. Es más, sorprenden aquellos que dicen, sin vergüenza alguna, que estamos frente a una Presidencia bien intencionada, revolucionaria y hasta histórica.

Sospecho que el rasero con el que el establecimiento de opinión colombiano está midiendo al jefe de Estado no es el mismo con el que miden a todos los actores políticos del país.

Por eso, quisiera presentarle, querido lector, la siguiente inquietud: ¿qué pasaría si el presidente no fuera Gustavo Petro y estuviéramos en un universo paralelo donde el mandatario fuese, por ejemplo, Fico Gutiérrez?, ¿qué estarían diciendo si todo lo que le ha pasado al actual mandatario le hubiera pasado a él?, ¿cómo hubiera respondido el país? 

Por ejemplo:

– ¿Qué hubiera pasado si al presidente Fico le hubieran salido grabaciones y chats en los que se denuncia que su hijo recibió maletadas de efectivo por parte de narcos y personas de dudosa procedencia para su campaña, pero se los quedó?

– ¿Qué hubiera pasado si al hijo del presidente Fico le hubieran demostrado que vive mucho mejor de lo que sus ingresos pueden pagar?

– ¿Qué hubiera pasado si al presidente Fico le estuvieran investigando al hermano y hubiera indicios de que las autoridades estadounidenses lo indagan por supuestamente haber pactado beneficios en un futuro proceso de paz?

– ¿Qué estarían diciendo si, a solo siete meses de administración, el presidente Fico hubiera sacado a tres ministros, uno de ellos por posible traición y otro por sospechas de corrupción?

– ¿Qué hubiera pasado si el presidente Fico hubiera declarado insubsistente por firmar contratos dudosos a uno de sus ministros?

– ¿Qué hubiera pasado si el presidente Fico hubiera declarado un cese al fuego bilateral con todos los grupos al margen de la ley sin un marco jurídico para hacerlo y las principales organizaciones armadas lo rechazaran y siguieran en su actividad criminal?

– ¿Qué hubiera pasado si al presidente Fico le hubieran secuestrado a 77 policías?– ¿Qué hubiera pasado si el presidente Fico hubiera dado la orden de no rescatarlos?

– ¿Qué hubiera pasado si durante los primeros meses de administración del presidente Fico el dólar hubiera subido hasta casi 5.000 pesos?

– ¿Qué hubiera pasado si dentro de los primeros gastos de Palacio del Gobierno Fico se hubieran encontrado compras en cubrelechos de plumas y megatelevisores?

– ¿Qué hubiera pasado si Fico prefiriera gobernar por Twitter?

– ¿Qué hubiera pasado si la primera dama tuviera una agenda internacional tan intensa?

– ¿Qué hubiera pasado si su primera política pública fuera hacer una reforma tributaria?

Definitivamente, el presidente Petro goza de una profunda y generosa postura de la élite de la opinión colombiana. Incluso, quien debería ser su opositor acérrimo, el expresidente Álvaro Uribe, ha sido amplio en las maneras y se ha mantenido a raya en las críticas meramente de fondo en la política pública. Como lo fue en la alcaldía, el presidente Petro es su peor enemigo. El mandatario está corriendo el riesgo de dilapidar rápidamente su capital político, y eso, sin duda, pondrá a prueba si tiene o no talante democrático.

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