Alberto Donadio  Columna

Opinión

Duver Dicson Vargas

No hay duda de que esta actuación de Supersalud pone en grave riesgo el sistema de salud y expone la vida de los pacientes, como ya se comprobó con la pésima intervención de Saludcoop.

Alberto Donadio
6 de abril de 2024

Olmedo López fue secretario de despacho en la Alcaldía de Itagüí y gerente, también en Itagüí, de la Corporación de Sistema de Comunicación Comunitaria El Palmar, cualquier cosa que eso sea. Sin tener experiencia para el cargo, el Gobierno Petro lo nombró director de la oficina de gestión de riesgo de desastres. Hoy está denunciado penalmente por el chanchullo de los carrotanques.

Duver Dicson Vargas Rojas fue interventor en un hospital en Valledupar y en otro de un pueblo de Sucre. Es obvio que no tiene experiencia para ser interventor de EPS Sanitas. En el caso de López y Vargas, es evidente la irresponsabilidad del Gobierno, aun si Duver Dicson Vargas por pura casualidad no resulta también pillo. Si alguien piensa que un ilustre desconocido como Duver Dicson Vargas puede administrar la EPS mejor que sus dueños españoles, es porque cree en pajaritos de oro. Es como si Gustavo Petro retira al presidente de Bancolombia y nombra en la presidencia del banco al director de una agencia de Bancolombia en el Putumayo. Si fuera así de fácil poner en la cabeza de una organización grande y compleja a cualquier ignoto personaje, no existirían las firmas cazatalentos. La inexperiencia de Vargas va a degenerar en decisiones fatales para los afiliados de Sanitas. Este aparecido no tiene experiencia en el ramo de seguros y todas las EPS son aseguradoras. Que Duver Dicson Vargas haya aceptado un cargo para el cual no está capacitado muestra además que no es una persona seria.

A raíz de la intervención de Sanitas, muchas personas comentaron en X: “Cuando intervinieron a Saludcoop, esta EPS era una de las mejores y contaba con 5,2 millones de usuarios. Además tenía sus propias clínicas. // Yo ya viví lo que es la intervención de una EPS que funcionaba perfectamente: Saludcoop. Pasé de estar en la mejor y más grande EPS del país a vivir un suplicio en el que no había citas, era imposible el traslado y solo podía acceder a servicios médicos por urgencias… DESASTRE”.

La gente recuerda que Saludcoop, fundada hace 30 años por Carlos Palacino, prestaba un buen servicio y sabe que manejada por el Gobierno, el servicio fue desmejorando y luego la entidad se quebró y la saquearon. Fue una decisión de Juan Manuel Santos, que se inventó en Saludcoop un falso caso de corrupción. Gustavo Petro sigue sus mismos pasos, con otros pretextos.

El año pasado, Sanitas, Sura EPS y Compensar EPS informaron al Gobierno que afrontaban una situación financiera difícil porque la suma que les gira el Gobierno por cada afiliado no alcanzaba para cubrir los costos de la operación y el Adres no les giraba a tiempo los dineros para pagar los servicios que no cubre el plan básico de salud. Estos hechos son el innegable origen de los incumplimientos que esgrime Supersalud para intervenir a Sanitas. El origen del problema nace en el Gobierno y no en los administradores de Sanitas. El Gobierno niega esta realidad y, como en su momento lo hizo con Saludcoop, procede injustamente a intervenir para administrar, labor para la cual el Gobierno ya ha demostrado su total ineficiencia. No hay duda de que esta actuación de Supersalud pone en grave riesgo el sistema de salud y expone la vida de los pacientes, como ya se comprobó con la pésima intervención de Saludcoop.

Saludcoop, cuando fue intervenida, tenía más o menos el mismo número de usuarios que Sanitas y sus obligaciones con los proveedores y prestadores de salud ascendían solo a 271.000 millones de pesos, pero el Fosyga (hoy Adres) le tenía retenidos o le adeudaba 452.000 millones de pesos, cifra muy superior a sus pasivos con los proveedores y prestadores de salud. La deuda del Fosyga con Saludcoop surgió de una deliberada e injusta retención de pagos de los reembolsos por servicios NO POS durante los años 2008 a 2010, previos a la intervención de Supersalud. La deuda de Sanitas es cercana a los 2 billones de pesos, pero también existían recursos que la Adres le tenía pendientes de giro a Sanitas, en cuantía que por lo pronto no conocemos, además del efecto adverso en la tesorería por la insuficiencia de la UPC.

Sanitas y Saludcoop fueron dos EPS que garantizaban el servicio de salud con altos criterios de calidad y por ello alcanzaron un elevado nivel de preferencia y permanencia de sus afiliados.

El presidente Petro acaba de declararles la guerra a los 5,7 millones de afiliados de la EPS Sanitas, pero particularmente a la mayoría de ellos que residen en Bogotá. Si a esos afiliados les desmejoran el servicio que conocían, culparán al presidente, no a Duver Dicson Vargas.

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