OPINIÓN ON-LINE
Pasos de animal grande
La lucha entre Hillary Clinton y Donald Trump está candente.
La atención de los colombianos ha estado dedicada en los últimos días a la firma del Acuerdo de La Habana y a la Copa América Centenario. Por esta razón hemos desatendido dos trascendentales temas: el Brexit y la elección presidencial en Estados Unidos de Norteamérica; hechos que pueden llegar a tener una gran repercusión en la economía colombiana.
El primero de ellos, fue aprobado y ha causado un enorme revuelo en los mercados internacionales, generando volatilidad en las monedas y en el mercado accionario. En cuanto a las elecciones en la primera potencia del mundo, los resultados solo se conocerán en el mes de noviembre, cuando éstas se lleven a cabo en ese país.
La lucha entre Hillary Clinton y Donald Trump está candente. Esta semana, en Pennsylvania, el candidato republicano pronunció un discurso que denominó “Declarando la Independencia Económica Americana”. Por las consecuencias que puede tener para Colombia, quiero mencionar algunas de las frases utilizadas por el señor Trump:
“La globalización ha acabado nuestra clase media. Y esto no tiene porqué ser así. Podemos voltear esta situación y hacerlo rápidamente”.
“Nuestros amigos británicos recientemente votaron para volver a tomar control de su economía, política y fronteras… Llegó la hora para que el pueblo americano retome su futuro”.
“A nivel mundial, America se volvió la economía dominante, al hacerse el productor dominante a nivel global. Pero luego América cambio su política para promover el desarrollo en otras naciones… Como resultado, más que en ningún otro momento, nos hemos vuelto más dependientes de otros países”.
“Le voy a anunciar a nuestros socios en NAFTA (Canadá y México), que yo me propongo renegociar los términos del Acuerdo, para mejorar las condiciones para nuestros trabajadores. Y no pretendo pequeños ajustes, quiero una mejora notable. Si no están dispuestos a la renegociación, les notificaré la intención de abandonar el Acuerdo”.
“Instruiré a mi Secretario del Tesoro para que etiquete a China como manipulador de tasas de cambio. Cualquier país que devalúe su moneda para tomar ventaja de los Estados Unidos será confrontado, y esto incluye aranceles e impuestos”.
Muchos dirán que este problema se arregla si Hillary gana las elecciones. No comparto esta apreciación. Una vez el tema comercial esté en la agenda política, de ahí no lo saca nadie.
Los términos de la intervención de Trump, no dejan duda de su decisión de enfrontar los tratados de libre comercio, que han permitido a naciones como Colombia crecer y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Por eso quisiera volverle a insistir a las autoridades públicas colombianas la importancia de impulsar otras actividades económicas, que no dependan del mercado internacional. Hay varias de ellas que considero nos pueden dar la mano en estos momentos de turbulencia. Una de éstas es en el sector agropecuario, donde el país tiene inmensas posibilidades de sustituir cerca de diez y medio millones de toneladas de alimentos que hoy importamos y que se podrían cultivar en la altillanura y en otras regiones de Colombia. Para lograr lo anterior, se requiere una decisión de Estado, que permita adecuar suelos e infraestructura para realizar esta osada tarea y de acciones encaminadas a alcanzar este fin. No podemos esperar a que llegue la crisis. De ahí la importancia de reglamentar prontamente la ley de Zidres, de habilitar líneas de crédito (Banco Agrario y Finagro), expandir los distritos de riego y de garantizar la compra de los producido con los importadores actuales. En esencia lo que aquí se busca es habilitar más tierras, posibilitar su siembra y surtir el mercado nacional. Ahí generaríamos puestos de trabajo, alimentos y suprimiríamos el déficit comercial. Esta decisión no da espera.