El apoderado

¿Qué valioso contacto tiene el promotor del referendo contra la extradición, para que un licitante de El Dorado le pague 2.000 millones de pesos?

Daniel Coronell
19 de agosto de 2006

El presidente de la fundación que promueve la eliminación de la extradición se convirtió en el abogado mejor pagado de Colombia. Abelardo de la Espriella Otero conformó hace dos años la Fundación Iniciativas por la Paz (Fipaz). Esa fundación impulsa la realización de un referendo para que el Estado reconozca el mismo estatus político a todos los actores armados y para que la Constitución prohíba la extradición de colombianos.

Como los dos puntos son exactamente los mismos que vienen buscando los paramilitares, a nadie le asombró que el primer foro de Fipaz se realizara en Santafé Ralito. Seiscientos estudiantes, que recibieron transporte y estadía gratis, conformaron la audiencia de ese evento en el que fueron aplaudidos Salvatore Mancuso y 'Ernesto Báez'.

Los foros se han repetido en varias ciudades con un formato común: la aparición 'sorpresiva' de 'Ernesto Báez' en los auditorios universitarios y el discurso de Abelardo de la Espriella, invitando a los estudiantes a sumarse al referendo contra la extradición.

El joven monteriano, según el sitio de Internet de su fundación, ha tenido resonantes éxitos en esos encuentros. "De la Espriella robó aplausos de la multitud, ah y más de un suspiro entre las universitarias", reza uno de los boletines de Fipaz.

Sin embargo, no todos creen que el galán actúe solo. El Tiempo publicó el 28 de octubre del año pasado una noticia sobre los foros de Fipaz, bajo el título 'Políticos afines a las autodefensas están impulsando referendo contra la extradición'.

Casi tan interesantes como Abelardo son sus compañeros en la junta directiva de Fipaz. Allí está, por ejemplo, el antiguo alcalde de Pasto Jimmy Pederos, ex huésped de la cárcel La Picota de Bogotá. También aparece José Antonio Rocha Cardozo, asistente del rector de la Universidad Gran Colombia y candidato al Senado por el partido de La U. Su propuesta principal consiste en que los paramilitares desmovilizados se conviertan en guardianes de las mismas regiones que han azotado.

Podría seguir contándoles detalles de Fipaz, pero no me quedaría espacio para la más reciente proeza de su presidente, Abelardo de la Espriella.

Hace unos días, SEMANA reveló los cuantiosos honorarios de los abogados contratados por el consorcio ASA Internacional, proponente en la licitación del aeropuerto El Dorado de Bogotá. ASA, que tiene entre sus socios a las familias Nule y Char, le comunicó a la Aerocivil que la mayor comisión de éxito se la llevará Lawyers Enterprise Ltda. Esa empresa cobrará 800.000 dólares, cerca de 2.000 millones de pesos. Mucho más que otras compañías de abogados, con mayor trayectoria y prestigio, que asesoran al consorcio.

La cuantía es llamativa porque Lawyers Enterprise no está entre las firmas más reconocidas del ámbito jurídico. Fue fundada hace un poco más de dos años y sus primeros ingresos los reportó apenas el año pasado. Facturó en promedio 11 millones de pesos mensuales y tuvo utilidad operativa de 1.250.000 pesos, en el mismo período.

Semejante salto en la escala de sus negocios era ya suficientemente exótico, pero más reveladora aun resultó la identidad de los propietarios de la firma.

Abelardo de la Espriella, poseedor de una tarjeta profesional de abogado con menos de cinco años de antigüedad, es el mayor accionista, con el 60 por ciento. Su mamá, María Eugenia Otero de de La Espriella, que no se graduó en ninguna facultad de derecho, es titular del 20 por ciento. El porcentaje restante le pertenece a una abogada llamada Yoli Illidge Pimienta, con tarjeta aun más reciente que la de Abelardo.

¿Cuál es el importante servicio que esta pequeña firma le está prestando al licitante para que le paguen 2.000 millones de pesos? ¿Qué valioso contacto tiene el promotor del referendo contra la extradición, para que lo remuneren de manera tan espléndida?

Dos preguntas que se quedarán sin respuesta, porque lo más probable es que Abelardo gane para sus clientes la licitación y quizá también la no extradición para sus compañeros de causa.