Nicole Levy. Columna Semana

Opinión

El dólar, un problema que hay que resolver

También existirá un aumento en el valor de la deuda externa. Es de suma importancia que el presidente electo se posesione en su cargo para mermar la incertidumbre y dar tranquilidad a los inversionistas.

13 de julio de 2022

En el último mes el dólar no ha parado de subir en el país. Hoy 12 de julio el dólar cerró a 4,608.66, lo que es una locura. La mayoría de los colombianos están preocupados por dicha devaluación tan abrupta del peso colombiano y se están cuestionando el porqué de esta situación. Hay que tener en cuenta que existen factores a nivel mundial. Por ejemplo, la inflación en Estados Unidos es una de las causas del incremento del dólar en una escala global. A eso hay que agregarle la subida de las tasas de interés ejecutada por la Reserva Federal de Estados Unidos para tratar de frenar la inflación. Otro factor que contribuye a la devaluación del peso colombiano es la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que hay escasez de suministros. A eso se suma que, dada la situación del mundo, las personas prefieren tener su dinero en una moneda fuerte como lo es el dólar en estos momentos. Colombia no es el único país que se ha visto afectado por estos factores. En Chile, Argentina y Perú México, entre otros países, la moneda local se ha venido devaluando.

Si bien es cierto que existe una tendencia global a la subida del dólar, también existen razones locales para dicho fenómeno. En Colombia, por ejemplo, hay mucha incertidumbre en cuanto a lo que pasará con el nuevo gobierno y sus proyectos, entre esos la propuesta de una nueva reforma tributaria y la propuesta de frenar nuevos contratos para la exploración del petróleo. Esto crea incertidumbre en los mercados y conlleva a un aumento del precio del dólar. El presidente electo, Gustavo Petro, escribió el día de ayer en su cuenta de Twitter: “A quienes hoy están comprando dólares en Colombia, con el mayor respeto tengo que anunciar, que cuando los ponga de nuevo a la venta, valdrán menos en ese momento. ¡ojo! No pierdan sus dineros”, dando a entender que cuando se posesione como presidente el dólar bajará. Ojalá al posesionarse el nuevo gobierno consiga establecer seguridad en el mercado y evitar que el dólar siga subiendo y posiblemente logre bajarlo.

En las redes sociales se leen comentarios de personas como Laura que dice:” A mí me tiene sin cuidado si el dólar sube ya que no tengo planeado viajar a Estados Unidos”. O el de Freddy que dice: “no importa si el dólar sube si nosotros gastamos en pesos”. La realidad, y lo que muchos no entienden, es que si el dólar sube, el valor de la vida diaria también sube, ya que los insumos y materias primas suben, lo cual se traduce inmediatamente en un alza de precios general.

También existirá un aumento en el valor de la deuda externa. Es de suma importancia que el presidente electo se posesione en su cargo para mermar la incertidumbre y dar tranquilidad a los inversionistas. En este punto, la realidad es que el dólar no para de subir y hay que tomar medidas para contrarrestar lo que está ocurriendo. No se trata de buscar culpables, se trata de frenar el problema por el bienestar del país y de sus ciudadanos. Ojalá que con el tiempo los factores globales y regionales cesen y se pueda volver a la normalidad.

Como dijo John Finley: “La madurez mental es la capacidad para tolerar la incertidumbre”. Amanecerá y veremos.

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