Opinión
El gota gota de la muerte
La necesidad de cumplir con las obligaciones diarias en los hogares y la exclusión o barreras que se considera tiene el sistema financiero, son razones que llevan a que la opción del gota a gota siga creciendo.
La alternativa del prestamista gota a gota es la única posibilidad para los ciudadanos que consideran que no pueden acceder al sistema financiero legal y formal. Quienes acuden principalmente al gota a gota son dueños de micronegocios, empleados informales, ciudadanos de bajos ingresos o en condiciones de pobreza y aquellos que tienen reportes negativos en las centrales de riesgo. De acuerdo con el IPES 9 de cada 10 vendedores informales acuden a esta modalidad de crédito por considerarse de acceso fácil. En Bogotá esta modalidad de préstamos mueve entre $2.500 y $3.800 millones diarios.
Al estudiar el comportamiento del gota a gota se identifican las realidades a afrontan los micronegocios. En Colombia de acuerdo con las cifras del DANE se pasó de 6 millones a 5,8 millones de micronegocios de 2020 a 2021, más el 90 % total de micronegocios cuenta con tres empleados. En cuestión de financiación en 2019 los préstamos gota gota representaron el 13,9 % de las fuentes de financiación de las microempresas y para el 2021 este porcentaje aumentó al 24,4 %. En el caso de Bogotá se encuentra que para 2021 la ciudad tenía 571.329 micronegocios es decir 9.9 % del total nacional. En la ciudad el 86,7 % de los micronegocios son de trabajadores por cuenta propia el 13,3 % son de patrones o empleadores que para financiar sus trabajos y necesidades recurren a los préstamos gota a gota a pesar de que sus tasas de intereses son exageradas e insostenibles. Esta práctica es considerada en el Cogido Penal como delito de usura porque supera los límites que da la Superintendencia Financiera.
Según expertos, los cobros y medios que realizan las estructuras de préstamos gota a gota para acosar a sus deudores están relacionados con el delito de extorsión que aumentó 68 % en los últimos tres años pasando de 908 casos (2019) a 1.528 (2021). En 2022 esta cifra asciende a 593. También la presión que resisten quienes no pueden cumplir con su obligación ha derivado en suicidios y asesinatos, como ocurrió el pasado mes de junio en la localidad de Bosa donde le quitaron la vida a una madre delante de sus dos hijos cuando iban camino al colegio por presuntas demoras en su pago al prestamista.
La necesidad de cumplir con las obligaciones diarias en los hogares y la exclusión o barreras que se considera tiene el sistema financiero son razones que llevan a que la opción del gota a gota siga creciendo. Esto implica fortalecer alternativa que expertos consideran como Fintech o el nano crédito, en 2019 Bogotá fue reconocida como la tercera mayor ciudad fintech de América Latina, lo que indica que la ciudad cuenta con un ecosistema que incentiva el crecimiento y desarrollo de negocios basados en tecnología financiera.
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Se debe trabajar de la mano con sector financiero y gobierno nacional para minimizar las opciones que tienen las estructuras de los gota a gota, a partir de la generación de empleo formal, difundir información, llegar a los hogares que trabajan en el sector informal. Esta realidad socioeconómica la debe gestionar la administración distrital cumpliendo con sus metas de formalización a microempresas.
Es momento de entender las oportunidades de Bogotá, y a partir de estas alternativas basadas en innovación y educación financiera, reducir el número de personas que se ven obligadas a limitar sus ingresos económicos a las imposiciones de los gota a gota. Las cifras y el diagnóstico de la ciudad lo tienen las entidades y las cifras son la base para garantizar que los servicios y programas sean efectivos. Un punto de partida son las cifras de la Encuesta Multipropósito 2021 que indicó que el 26,5 % de los jefes del hogar en la zona urbana de Bogotá se consideran pobres, esta cifra aumenta al 46,5 % en la localidad de Tunjuelito. Datos que permiten entender el comportamiento socioeconómico de la ciudad y así perfilar el portafolio del sector Fintech de acuerdo con las necesidades de los ciudadanos.