OPINIÓN

El intocable

Álex Char no da entrevistas y, como los reyes, no le responde a nadie. Todo el suroccidente de Barranquilla está sin agua porque el tanque no se ha terminado.

María Jimena Duzán, María Jimena Duzán
14 de marzo de 2020

La fiscalía no solo engavetó los audios de la investigación en contra del asesinado Ñeñe Hernández, en los que este lavador de dinero habla de un posible fraude electoral en favor de su amigo personal, el presidente Duque.

También tiene engavetada desde 2017 una investigación contra el exalcalde de Barranquilla Álex Char por haber recibido una coima de 2.300 millones de pesos correspondiente al contrato del tanque de agua de la ciudad.

La investigación está sustentada en una denuncia hecha por Luis Enrique Guzmán Chams, que es la misma persona que confiesa haber pagado la coima. ¿Quién es Luis Enrique Guzmán Chams? Un ganadero que terminó enredado en este escándalo del tanque de Barranquilla por cuenta de Carlos Bengal, uno de los contratistas más beneficiados bajo el reinado de los Char, junto con los Daes y la familia de Javier Torres. (Este último está implicado en el escándalo de Odebrecht por haber servido como intermediario para el desvío de cerca de 14.000 millones de pesos que habrían salido de la Ruta del Sol 2, presuntamente, con destino a la campaña de Álex Char. Este proceso también está dormido luego de que fue trasladado a Barranquilla, y, aunque Torres fue llamado a una audiencia de imputación por la Fiscalía en agosto de 2019, misteriosamente esa audiencia se ha ido dilatando y dilatando).

Según la denuncia, esta es la historia de la coima: el contratista Carlos Bengal le dice a Guzmán Chams que le adjudicaron el contrato para la construcción del tanque, pero que todavía le debe a Álex Char 2.300 millones de pesos y que necesita de él para que lo ayude a pagar esa “deuda”. Esos 2.300 millones de pesos corresponden al 10 por ciento del costo de la obra que en ese momento era de 23.000 millones de pesos. Guzmán Chams aceptó el negocio y entendió que esa “deuda” era en realidad el pago de una coima por el contrato.

¿Cómo y en dónde pagó la coima Guzmán Chams?

Él dice que se reunió en varias ocasiones con Héctor Amaris, reconocido en Barranquilla por ser el brazo derecho de Álex Char, y que en una de esas reuniones Amaris habló con Alejandro Char por altavoz y acordó entregar la plata en la oficina de Luis Fernando Vásquez, dueño de Autotropical. Vásquez, además de ser muy cercano a Álex Char y de ser socio de los Daes, es también dueño de un bar privado, conocido como La Puerta Negra, en el que se solían encontrar de manera furtiva Álex Char y Aida Merlano.

A los pocos días, Guzmán Chams asegura que fue con Bengal a la oficina de Luis Fernando Vásquez a entregar la plata en efectivo. Aunque Guzmán Chams entendió que era el pago de una coima, dice que accedió al negocio confiando en que iba a recuperar su plata, cosa que nunca sucedió. Al ver que no le pagaron, fue a la Fiscalía y denunció la coima.  

El proceso fue trasladado de Barranquilla a Bogotá durante la administración de Néstor Humberto Martínez a la Fiscalía Especializada Primera. Desde entonces han pasado dos fiscales por el ente acusador sin que la investigación se haya movido.

El proceso debe estar en algún estante empolvándose, dándole razón a Aida Merlano cuando dijo que la Fiscalía estaba capturada por quienes la echaron al agua y la mostraron como si ella se hubiera inventado en Colombia el delito de la compra de votos, cuando bien es sabido que las castas políticas para sostenerse en el poder dan contratos para pedir coimas y que esos empresarios favorecidos después ayudan a las castas a ganar las elecciones poniendo plata debajo de la mesa, como lo dejó claro el audio del Ñeñe Hernández.  

“Métete algo en la cabeza: al alcalde Char no lo toca nadie… ¡El alcalde Char es intocable!”. Esa frase, según asegura Guzmán Chams, se la dijo Álex Char hablando de él en tercera persona en una de las citas para tratar de solucionar el pago de la “deuda”.  

La verdad es que hasta ahora Álex Char ha sido el gran intocable de la política de la costa, en la que hasta Kiko Gómez terminó encanado. Estuvo metido hasta el cuello en el escándalo de los Nule, pero salió indemne gracias a que su padre, Fuad Char, lo sacó de todos los escándalos de corrupción y pagó sus deudas. Su nombre ha sido vinculado al escándalo de Odebrecht, pero, como recordé, ese proceso está dormido en la justicia. Y las investigaciones sobre el escándalo de la Triple A de Barranquilla, que también lo señalan, se están hundiendo en la Fiscalía y en la Procuraduría.

Álex Char no da entrevistas y, como los reyes, no le responde a nadie. Todo el suroccidente de Barranquilla está sin agua porque el tanque no se ha terminado –su valor supera los 40.000 millones de pesos y ya lleva nueve prórrogas–, pero la justicia no lo toca. Él no se mosquea. Sigue campante, preparando su candidatura a la presidencia y viendo cómo borra de su Instagram las fotos comprometedoras con el Ñeñe y Álex Saab. Con eso basta, dirán sus asesores. Los intocables como él no necesitan de nada más. No sé si Álex Char es culpable de haber recibido esa coima, como asegura Guzmán Chams, pero es inaudito que la Fiscalía mantenga esta investigación engavetada. 

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