OPINIÓN
¿El metro para cuándo?
Esta semana participé en el club El Nogal en un evento sobre el metro de Bogotá. Me impactó la cantidad de asistentes y el interés que despierta dicho proyecto. Como fue un evento cerrado, me parece importante compartir tres de los elementos centrales de mi intervención.
¿Qué tan atrasada está Bogotá con el metro?
Décadas. Mientras que en 1913 Buenos Aires inauguraba la primera línea del “subte”, en Bogotá teníamos el tranvía de mulas en la década de 1910, y presenciamos la guerra entre el tranvía eléctrico y los buses durante la primera mitad del siglo XX.
Mientras que se inauguraban las primeras líneas de metro en México (1969), Sao Paulo (1974), Santiago de Chile (1975), Rio de Janeiro (1979), Caracas (1983), en Bogotá se consolidaba el imperio de los buses.
Mientras que en 1995, con todos los problemas de sobrecostos, Medellín le daba la bienvenida al metro, en Bogotá se construyó la troncal de la Caracas de Pastrana (1988 – 1990) y la troncal de Transmilenio de Enrique Peñalosa (1998 – 2000).
Mientras que en Bogotá debatíamos sobre si metro subterráneo o elevado, en Quito el metro subterráneo iniciaba su operación de prueba en 2019.
¿Por qué Bogotá no tiene metro (aún)?
Uno. Por una planeación ilusa con la que los gobernantes de turno, durante décadas, han abordado a Bogotá como una maqueta intentado que sea la expresión de sus sueños urbanos. Sin embargo, han olvido que la ciudad es un cuervo vivo con grandes tensiones que no necesariamente responden a lo que los técnicos imaginan. Durante la segunda mitad del siglo XX, Bogotá tuvo por lo menos catorce planes urbanos. Aunque con ellos se intentaba poner orden al desarrollo de la ciudad, desafortunadamente llegaban tarde. La planeación era atropellada por la realidad.
Dos. Por falta de voluntad política y capacidad financiera, nacional y distrital, que impidió que, a pesar de por lo menos once intentos, el metro fuera una realidad. Diversas propuestas de trazados, estudios, tecnologías y tipologías han estado presentes. Pero ninguna se construyó. Desde Carlos Sanz de Santamaría (1942 – 1944), pasando por Fernando Mazuera (1948 – 1949), Jorge Gaitán Cortés (1961 – 1966) y Hernando Durán Dussán (1978 – 1982); hasta Samuel Moreno (2008-2011), la propuesta de metro subterráneo de Gustavo Petro (2012 – 2015) y el metro elevado de Enrique Peñalosa (2016 – 2019). Éste último, finalmente se adjudicó en medio la polarización ciudadana.
Tres. La incapacidad que hemos tenido para desarrollar soluciones de fondo a los problemas estructurales de la ciudad. En Bogotá nos hemos especializado en pañitos de agua tibia.
Cuatro. La dificultad de continuar, ajustar y continuar. Esto último es muy diferente al construir sobre lo construido que por ejemplo nos dejó embarcados en un sistema integrado de transporte mal diseñado, mal adjudicado y mal puesto en funcionamiento.
¿Cuándo estará el metro de Bogotá?
Aunque el alcalde Peñalosa dijo que estaría funcionando en 2024, el gerente técnico del Metro calcula que estará listo para 2027. Sin embargo, las cuentas tampoco dan:
- Julio de 2020 se firmará el acta de inicio con el consorcio chino.
- 2 años y medio para la realización de los estudios que hacen falta, la construcción del patio taller y un paso subterráneo en la 72 con Caracas. Es decir, empezando 2023.
- 4 años y medio para la construcción que terminarían a mediados de 2027
- 6 meses para pruebas.
Aunque en el cronograma del metro no están contemplados los contratiempos, en el mejor de los casos solo hasta 2028 estaría rodando el metro de Bogotá. ¿Será?