Opinión
El Plan Plurianual de Inversiones y su papel transformador en el Gobierno del cambio
El Plan Plurianual es el marco de referencia que permitirá estructurar grandes proyectos estratégicos que propendan por la concurrencia de fuentes de financiación, evitando la atomización de recursos en proyectos desconectados que no apunten a la convergencia regional y nacional.
El 6 de febrero de 2023, se radicó ante el Congreso de la República el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026 “Colombia Potencial Mundial de la Vida”. En él se pone a consideración del Congreso de la República la hoja de ruta del Gobierno Nacional para los próximos cuatro años, que incluye las transformaciones, metas y objetivos de corto, mediano y largo plazo para dinamizar la senda de progreso social y económico que favorezca, principalmente, a la población más vulnerable.
El Plan propone el territorio como el centro de discusión, de tal forma que el desarrollo regional, social, ambiental y económico sea fundamental para el cierre de brechas y desigualdades que aún persisten en nuestro país.
La visión territorial de la inversión no puede ser un ejercicio aislado, sino que debe converger hacia las regiones. Se requiere de un enorme esfuerzo tanto en el nivel territorial como en el nacional entender las problemáticas en conjunto, es decir, romper la tradicional sectorialización del presupuesto y apostar por proyectos estratégicos que atiendan las necesidades funcionales de una región determinada, en la que confluyan los recursos de diversas fuentes territoriales, nacionales y de sector privado.
El Plan Plurianual de inversiones 2023-2026 estima una inversión total por $ 1.154,8 billones del sector público; a su vez, se espera que estas inversiones desde lo público apalanquen inversiones del sector privado por cerca de $ 959 billones.
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El monto de la inversión pública se estima teniendo en cuenta los supuestos macroeconómicos, el Marco Fiscal de Mediano Plazo y se discrimina por fuente de financiación, según el siguiente detalle: Presupuesto General de la Nación, $ 577,4 billones; Sistema General de Participaciones, $ 268,8 billones; recursos propios territoriales, $ 145,8 billones; empresas públicas, $ 106,4 billones; Sistema General de Regalías, $ 47,4 billones, y recursos de cooperación por el orden de $ 9,1 billones.
El Plan Plurianual tiene un carácter indicativo, que —de mantenerse las condiciones macroeconómicas sobre el cual fue estimado— permitirá que en cada uno de los presupuestos de las vigencias que comprenden el Plan de Desarrollo se concreten los montos definitivos destinados a la inversión pública, tanto en el orden nacional como el territorial.
Esta inversión se proyecta acorde con las transformaciones que propone el Plan: ordenamiento del territorio alrededor del agua, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, internacionalización, transformación productiva para la vida y la acción climática, y convergencia regional, todo en un contexto de estabilidad macroeconómica.
Para llevar a cabo ese cambio y alcanzar las metas del PND, es necesario contar con inversiones en proyectos estratégicos que propendan por el progreso regional, disminuyendo las brechas entre regiones, formalizando la tenencia de la tierra, mejorando el uso del suelo, aumentando la productividad agrícola, fortaleciendo las capacidades de los territorios, fomentando una infraestructura vial y férrea que integre las cadenas productivas, atendiendo los embates derivados del cambio climático, y que permitan, además, el cuidado del medioambiente a partir de dinamizadores como la transición energética.
Estas inversiones que pretende atender el Plan Nacional de Desarrollo se compilan en el Plan Plurianual de Inversiones (PPI), que contiene la proyección de los recursos financieros requeridos para la ejecución de las metas trazadas en el PND dentro del marco de sostenibilidad fiscal.
Desde el 24 de noviembre de 2022, desde el Departamento Nacional de Planeación se inició la labor de recorrer todos los departamentos del país con el objetivo de socializar las inversiones priorizadas e indicativas del PPI, destacando la participación ciudadana, que presentó propuestas sobre las inversiones que consideraba claves para el desarrollo de sus regiones.
El diálogo con la comunidad fue uno de los pilares fundamentales para la construcción de las bases y del articulado del PND, así como de las inversiones priorizadas en el PPI para el periodo 2023-2026, que asciende a $ 1.154,8 billones, representando un incremento de 30 % frente al PPI 2018-2022.
Entre las iniciativas que fueron identificadas por los diferentes sectores de la sociedad civil se encontraron propuestas para el mejoramiento vial y conectividad; inversión en educación, salud, seguridad e infraestructura; aumento de la cobertura de servicios públicos y saneamiento básico; cuidado del medioambiente; proyectos dirigidos a la transición energética; expansión del modo férreo; apoyos financieros para aumentar la productividad agrícola; políticas para garantizar los derechos fundamentales de la población con enfoque de género, entre otros.
Gran parte del éxito de dar a conocer el PPI en todos los departamentos del país fue escuchar a la población y entender las dinámicas regionales. Para este efecto, se realizaron 34 audiencias públicas, en las que participaron más de 13.800 personas, evidenciando el interés de los colombianos por involucrarse y aportar en la construcción de las políticas del Gobierno, y en los principales programas o proyectos que se desarrollarán en el país en los próximos cuatro años.
Sin lugar a dudas, desde el Gobierno Nacional son varios los retos de cara a cumplir los objetivos plasmados en el PND. El Plan Plurianual es el marco de referencia que permitirá estructurar grandes proyectos estratégicos que propendan por la concurrencia de fuentes de financiación, evitando la atomización de recursos en proyectos desconectados que no apunten a la convergencia regional y nacional, que a su vez permitan disminuir la pobreza, aumentar la cobertura en educación y salud, mejorar los ingresos y oportunidades laborales, cuidar el medioambiente y garantizar los derechos fundamentales que requieren todos los colombianos. Y así, convertir a Colombia en potencia mundial de la vida.
*Subdirector General de Inversiones, Seguimiento y Evaluación del Departamento Nacional de Planeación