EL SHOW DE "LA PAREJA SHOW"
El era públicamente reconocido por su sobriedad ante las cámaras: siempre vestido de oscuro, peinado al milimetro, haciendo ligeras venias y comenzando las frases con el famoso estribillo: "Señoras y Señores". Ella, diva nacional, admirada por unos, criticada por otros, capaz de producir controversia por sus atrevidas propagandas, fotos y declaraciones a la prensa. Ambos hicieron carrera y alcanzaron la fama aunque no propiamente por su sentido del humor: sin embargo un día cualquiera resolvieron constituirse en dueto cómico.
La historia contada a manera de adivinanza es real y está protagonizada por Jorge Barón y Virginia Vallejo quienes bajo la consigna (a coro) de "Somos la pareja show del 84" se lanzaron al ruedo para cosechar sonrisas y sólo consiguieron una lluvia de críticas desfavorables. Y es que hacer reir no es tan fácil como parece. Se necesita no sólo tener el don del comediante sino un buen apoyo argumental. "La pareja show" desafortunadamente esta desposeida de lo uno y lo otro. El comediante es un individuo nato que sabe aprovecharse incluso de sus defectos para hacer reir a los demás. No es gratuito que sean justamente los muy flacos, los feos, los exageradamente gordos o los barrigones quienes alcancen mayor éxito en sus caracterizaciones. Aquí ni Jorge Barón, ni mucho menos Virginia, parecen tener interés en sacrificar su apariencia física. Grandes joyas, corbatines de color, bigote pelusa y sofisticados descotes andan por ahí robando cámara... Parecería inconsecuente la observación si no tuviera el respaldo de algunos estudiosos. Dice S. Freud en su libro: "El chiste y su relación con el inconsciente": "Lo feo en cualquiera de sus manifestaciones es objeto de comicidad" y otro autor cuyo nombre se me escapa: "Toda comedia para hacer reír necesita una buena dosis de feos y frustrados".
De los feos ya hablamos, de los frustrados hay por lo menos tres ejemplos a la mano: el eterno heredero sin esperanza de cobro representado en el doctor Pardito. El intelectual continuamente atropellado por la cotidianidad que hace Juan Ramón en "Dejémonos de vainas", Adán Corona el galán enamorado jamás correspondido... Ahora bien, se dirá que no es válida la comparación simplemente porque no hay relación de igualdad entre los personajes citados (todos protagonistas de un drama y una pareja de presentadores cuya única pretensión es ponerle un poco de gracia al oficio. De acuerdo. Justo ahí se descubre el segundo error de "La pareja show" empeñada en escenificar breves sketches teniendo como apoyo la personalidad de Jorge y Virginia que no son ni actores ni cómicos reconocidos. Hay otro musical "El show de Jimmy" que también escenifica chistes, pero esta vez protagonizados por un cómico de profesión (Casanova) y secundados por el propio Jimmy que en cada versión estrena disfraz.
Buscando tal vez solución para estos errores de base que hicieron de "La pareja show" un hibrido desconcertante se pretendió lograr la hilaridad del televidente mediante trucos televisivos: Jorge y Virginia reducidos en su tamaño apareciendo y desapareciendo por efectos de edición, jugando a verse en T.V.... Pero tampoco se logro impactar quizás porque estos efectos ya han sido muy vistos en comedias como "El Chapulin Colorado". Perdido el barco, el bote y el salvavidas, la pareja de animadores ha resuelto volver discretamente a su estilo tradicional que en buena hora aprovechó como su única tabla de salvación. -