Alberto Donadio  Columna

OpiNión

Free to the people

Álvaro Navas, sin levantar edificios, sigue silenciosamente el ejemplo de Andrew Carnegie. Free to the people y, además, free to the world.

Alberto Donadio
15 de abril de 2023

Ha enviado libros a 140 países. Gratis, sin ningún costo. Los lectores son tantos que leen colectivamente un millón de páginas al día. Casi nadie conoce a este filántropo de los libros. Lo hace calladamente, sin llamar la atención. Empezó en 2006. El primer libro que regaló fue la Divina comedia. Hoy tiene 80.000 títulos. Los libros se envían desde Bucaramanga y llegan instantáneamente a sus destinatarios, que los pueden leer en computador, tableta, celular o app. Es ellibrototal.com, la más grandebiblioteca digital del mundo en castellano. La fundó Álvaro Navas con el ingeniero químico Luis Lloreda.

Navas costea de su bolsillo ellibrototal.com o mejor del bolsillo de su empresa, SYC o Sistemas y Computadores, que vende servicios de software y facturó en 2022 más de 130.000 millones de pesos. SYC como empresa de outsourcing en sistemas es la más grande del país. Otros venden el software mientras SYC vende el servicio. Gracias a SYC la historia laboral de todos los trabajadores colombianos está hoy digitalizada, no en polvorientos expedientes de papel que venían desde el antiguo Instituto de Seguros Sociales. SYC presta hoy sus servicios a Colpensiones. Con sus 1.000 empleados en todo el país, SYC tiene sistematizada la información de impuestos de vehículos de varios departamentos y la información sobre impuestos a la cerveza, licores y cigarrillos. SYC empezó en 1975 con tres socios: Navas, Alfonso Penagos y Hermes Núñez.

Quien navega por primera vez en ellibrototal.com queda maravillado y puede pensar que se trata de un proyecto de Google, de la Real Academia Española o del Gobierno de España. ¿En qué otro lugar se puede leer pero también escuchar la Divina comedia en español, italiano y otras lenguas? ¿Dónde se puede escuchar el Quijote en la voz de un castellano de Castilla? La mayor parte de los libros son clásicos y ejemplares sobre los cuales no existen derechos de autor, es decir, mayores de 80 años. Pero también hay diccionarios de español, diccionarios históricos, médicos, libros infantiles, tantos libros como para pasar la vida en esta biblioteca. De muchos libros hay ediciones transversales, es decir, están la música, el arte y los estudios sobre la obra.

Además, hay autores que autorizan la digitalización de sus libros. El año pasado Álvaro Navas me preguntó si podía subir los libros de Silvia Galvis a la nube. Por supuesto le dije que sí porque la mayoría están agotados, no se consiguen en librerías y no volverán a ver el papel. Ya están todos disponibles: desde Soledad, conspiraciones y suspiros, que en la edición en papel llegó a 888 páginas cuando se publicó en 2002 y que es una de las principales novelas históricas colombianas, hasta Sabor a mí, La mujer que sabía demasiado, Un mal asunto, Los García Márquez y otros. También hay un libro inédito que trae cartas de Silvia y que escribí poco después de su muerte. Se llama Silvia sublime, Silvia infinita. Nunca se ha publicado en libro impreso. Se divulga por primera vez en la biblioteca Navas, la versión colombiana de la biblioteca de Alejandría. SYC tiene, además, una editorial que ha publicado 7.000 títulos impresos y que fue la primera en Colombia en hacer impresión por demanda, ya en 1987, desde un ejemplar en adelante.

También existe en Bucaramanga La Casa del Libro Total, un centro de exposiciones, conferencias y otras actividades culturales que dirigen los hijos de Navas, Daniel y Alejandro Navas Corona, y donde Sandra Cuesta es la directora de contenidos. Allá también se pueden pagar los impuestos de vehículos, pues hay varias sucursales bancarias. La plata financia los libros. Más de 700.000 personas pasaron en el 2022 por la casa. Hay sucursales en San Gil y en Barrancabermeja y se están abriendo otras en Sincelejo y Florencia, Caquetá.

Andrew Carnegie, el magnate del acero fallecido en 1919, y uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos en el siglo XIX, donó en vida casi toda su fortuna, unos 5.000 millones de dólares de hoy, a causas filantrópicas, particularmente para fundar bibliotecas públicas y universitarias. En los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, etc., construyó 2.500 bibliotecas. Su consigna fue que las bibliotecas debían ser free to the people. Cuando llegó de Escocia a Allegheny, Pensilvania, la biblioteca pública cobraba 2 dólares por el carné, que él como inmigrante arrancado no podía pagar. En 1992 todavía funcionaban 1.554 de las 1.681 bibliotecas que Carnegie construyó en los Estados Unidos. Álvaro Navas, sin levantar edificios, sigue silenciosamente el ejemplo de Andrew Carnegie. Free to the people y, además, free to the world.

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